viernes, 12 de enero de 2018
Pamela Gutiérrez
El Mercurio
La representación diplomática recibirá al Santo Padre entre el lunes 15 y el jueves 18.
Las puertas de la Nunciatura Apostólica, en la calle Monseñor Sótero Sanz, en Providencia, son altas y herméticas. Tras esos imponentes portones, hay un gran jardín, que será lo primero que observará el Papa Francisco cuando llegue el lunes 15 en la noche a alojar en la delegación diplomática de la Santa Sede. La casona pertenece al Estado Vaticano desde 1969. Luego de traspasar la puerta, se llega a la recepción, donde destaca una fotografía del Pontífice, un sillón y dos sillas. Allí tienen que esperar los invitados, antes de ingresar, por ejemplo, a los salones del inmueble. Será la segunda oportunidad en que la Nunciatura Apostólica recibe a un Pontífice. La primera vez fue en abril de 1987, con la visita de Juan Pablo II, cuando entonces el nuncio era Angelo Sodano, quien entre 1991 y 2006 fue el secretario de Estado Vaticano. En esa oportunidad, el entonces representante diplomático mostró las dependencias del lugar, incluyendo el sencillo dormitorio donde Francisco dormirá sus habituales cinco horas diarias. En esa época, el principal elemento decorativo del dormitorio era un gran crucifijo de marfil que fue donado por el Arzobispado de Santiago en el siglo XIX. Además de esta habitación, había otro cuarto destinado al estudio. Tras su descanso, el Papa utilizará la capilla con la que cuenta el inmueble, para rezar sus oraciones matutinas.
