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Hablan los protagonistas tras la fustrada fusión D&S - Falabella

lunes, 10 de marzo de 2008

Azucena González y Claudia Ramírez
Economía y Negocios

Esta semana ambos retailers acordaron no seguir la vía judicial para revertir el fallo adverso del Tribunal de la Competencia, que sepultó su plan conjunto. La experiencia, sin embargo, dejó a D&S abierto a explorar alianzas similares para crecer fuera de Chile, mientras los abogados de la fusión advierten de las consecuencias que tendrá este fallo en el mercado.




D&S seguiría dispuesta a ceder el control en la matriz, aliado a un operador extranjero

En paralelo, a partir del martes la supermercadista retomó los contactos para crecer en el rubro financiero e inmobiliario.

Manuel Ibáñez Ojeda, el patriarca de la supermercadista D&S, fue uno de los primeros en alzar la voz para decir que lo más sano era terminar el proceso y seguir un camino independiente al de Falabella.

Es que una vez conocido el fallo que sepultó las aspiraciones de fusionarse con el grupo Solari, Cuneo, del Río, el clan familiar que lidera la mayor supermercadista del país, ha sido contactado por varios operadores de talla mundial que captaron el mensaje de la chilena. D&S había dado el paso de salirse de la "zona de confort" y sus controladores estaban dispuestos a hacer concesiones y diluirse en la propiedad, de cara a un proyecto más amplio, que incluye la internacionalización.

Y dada la situación regulatoria en Chile, las empresas extranjeras corren con ventaja.

El propio Nicolás Ibáñez resume: "No estamos en una posición vendedora, pero opciones como la de Falabella estamos abiertos a evaluarlas y analizarlas. Esa vocación la mantenemos y creemos que es lo apropiado para D&S. Esa decisión ya la tomamos y se mantiene a firme, en la medida en que los socios y las circunstancias sean los apropiados (...) Nuestras opciones hoy día no son con empresas chilenas, sino que con empresas del exterior", sentencia.

En D&S optan por la cautela y por no mencionar nombres en particular. Pero en el mercado la gigante Wal Mart vuelve a sonar dentro de las opciones más evidentes, dada la complementariedad de los negocios con la chilena. Sin embargo, una piedra de tope entre las partes tiene que ver con la estrategia seguida por la estadounidense, que privilegia el control total sin contrapesos en sus incursiones en el exterior y sin una vocación internacional tan marcada.

"Si esas prioridades cambian, es probable que veamos a Wal Mart en la región actuando solo o de la mano de un operador local (...) Nosotros somos almaceneros y no estamos en una posición vendedora. No estamos en la posición de hacernos una pasada. Y en la mayoría de las transacciones de Wal Mart, alguien ha vendido y salido", desliza Ibáñez.

Wong y México

Durante el tiempo que duró el proceso de la fallida fusión, D&S se abocó a evaluar el mercado mexicano, mientras la opción peruana que se presentó con la venta de Wong sólo la evaluó en su etapa preliminar, asumiendo que Falabella estaba en una mucho mejor posición tras este actor peruano. Y asumiendo también que el escenario más probable era que luego D&S concretaría la fusión con la firma de los Solari.

"Reconozco que la mirada hacia fuera, por sentido común, si estaba la posibilidad de fusionarse con Falabella, era con la posibilidad de que estas compañías se fusionaran", dijo hace unos días a este medio Enrique Ostalé, gerente corporativo de D&S.

D&S ve que ambos mercados siguen siendo "libros abiertos" y sólo cataloga como "cierto retraso" el desarrollo de algunos proyectos en el área de servicios financieros e inmobiliarios a raíz del proceso de fusión.

"Tenemos acordado en la compañía evaluar posibles combinaciones con terceros en esas áreas. Y eso lo hemos retomado a partir del martes. Ese proceso está abierto. Con los amigos del BBVA tenemos una relación muy cercana y muy cordial y si persiste el interés de parte de ellos de hacer algo con nosotros, cosa que desconozco, lo evaluaremos", comenta Ibáñez, aludiendo a las negociaciones que sostuvieron el año pasado con la entidad financiera, justo antes de iniciar el proceso con Falabella.

Cuatro actores

D&S es hoy la primera supermercadista del país y tras largo tiempo de disputarse el mercado con Cencosud, tras el rechazo de la fusión, aparecen en la escena otros dos actores con fuertes espaldas financieras que también entran a la pelea. El grupo Saieh -con Unimarc, Rendic y Montserrat- y Tottus, que ahora está relegada al cuarto lugar de las posiciones.

En D&S estiman que paradojalmente este escenario llevará nuevamente a la concentración, dando paso a un mercado en alimentos donde habrá dos cadenas nacionales y dos o tres regionales fuertes. "Las empresas de Saieh tienen un rol que jugar, un espacio de mercado. Pero de ahí a que se conviertan en una cadena nacional al nivel de D&S o Cencosud, es un poco más difícil", dicen.

"Las reglas del juego han cambiado", dicen altos ejecutivos

En D&S no esconden la desazón porque la alianza con Falabella se haya frustrado por consideraciones regulatorias que -a juicio de la supermercadista- tendrán insospechadas consecuencias para el mercado nacional y que deberían ser objeto de una profunda reflexión, estiman.

Una consecuencia directa del fallo, dicen, será que las empresas chilenas que busquen crecer privilegiarán hacerlo en compañía de operadores extranjeros, en vez de que se fortalezcan con otras firmas chilenas, ante el riesgo de ser cuestionadas en los organismos de la libre competencia.

"Obedece a una línea argumental de corte regulatoria. Supusimos que estábamos trabajando con determinadas reglas del juego, pero claramente el ambiente ha cambiado y las reglas del juego han cambiado. No en el marco regulatorio escrito de libre competencia, pero sí el ambiente, que hoy día no es proclive a la empresa y al emprendimiento (...) Estamos remando contra la corriente y eso nos da pena", dice un director de la compañía.

"Yo pensaba que la fusión iba a ser políticamente aceptable y me he dado cuenta de que no. Es más, yo pensé que el Gobierno iba a dar señales pro empresa y que iba a alabar el hecho de que empresarios chilenos estaban dispuestos a ceder posiciones de poder en aras del desarrollo de Chile. Y que al gobierno de la Presidenta Bachelet le faltaba una señal positiva pro empresa. Pero evidentemente estaba equivocado. Y probablemente la Presidenta y los ministros nunca se enteraron de las implicancias de esta iniciativa", continúa el alto representante.

"El Tribunal de la Competencia, en el marco de su responsabilidad, ha actuado bien. Y no pretendo plantear o insinuar acá que se pueden ejercer presiones políticas, porque eso y la corrupción son absolutamente inaceptables. Sin embargo, no se ha entendido acá que esto era de interés nacional y ya no hay nada que hacer al respecto. El contexto ha cambiado", acota Nicolás Ibáñez, quien tilda de "error garrafal" para Chile que la señal que se esté dando es que las compañías nacionales no puedan fortalecerse en el país.

Abogados de la operación: "El Tribunal actuó más como un órgano regulador que como una entidad que hace justicia"

Claudia Ramírez Friderichsen

A juicio de los representantes legales, en el documento de la entidad de libre competencia hay una visión que apunta a que las empresas fusionadas "están llamadas a abusar" de su posición.


Los abogados Felipe Bulnes (de Falabella), y Max Letelier (de los accionistas controladores de Falabella y D&S) están juntos para analizar el fallo que impidió la fusión de Falabella y D&S, y, de paso, dar un punto final a este capítulo.

Ambos comprenden la decisión que tomaron las empresas que representan de no seguir el camino judicial, lo que no impide que se explayen en el abierto desacuerdo que tienen con el fallo desde el punto de vista constitucional.

Los cuestionamientos

"Si uno hace un análisis de las distintas normas que componen la ley de libre competencia llega a la conclusión inequívoca de que el Tribunal, tratándose de consultas sólo puede intervenir interponiendo condiciones o medidas, pero no tiene la facultad de rechazo", se anticipan a aclarar antes de comentar el fallo.

Los abogados defienden su tesis, citando parte de un fallo de la Corte Suprema dictado el 15 de julio de 2005, a propósito de la fusión de Telefónica con Bellsouth.

En el documento, el ex ministro Milton Juica indica que el Tribunal hará un examen de la situación, "sin posibilidad de impedir la celebración futura de un hecho, acto o contrato...". Esto para los abogados es la confirmación de que en este caso "no había una facultad disponible" de parte del Tribunal.

Entrando en materia, lo más cuestionable del fallo, a juicio de Bulnes y Letelier, es la definición de retail integrado. En este punto, aseguran que "se cometió un grave error" porque "se tomó este concepto, que es un modelo de negocios, y se lo convirtió en una definición de mercado relevante", según explica Letelier.

Para los abogados si esta fuera una lectura correcta y en sintonía con el mercado, "una vez conocido el fallo las acciones de Cencosud debieron haber bajado y no bajaron, y las acciones de los retailers no integrados debieron haber subido y no subieron", explican.

Otro argumento para cuestionar el fallo es que "se trasunta una visión de que las empresas están llamadas a abusar". En este contexto, el Tribunal "actuó más como un órgano regulador que como un Tribunal que hace justicia", aseguran los abogados de la operación.

Esto porque en el fallo, la entidad "hace afirmaciones de que Cencosud y esta empresa (Falabella y D&S) podrían coludirse generando efectos adversos de mercado". Pero, a juicio de los profesionales, no había estudios que avalaran estos supuestos. Es más, advierten que "estas decisiones no se pueden tomar por temor, sino que considerando los valores que están en juego como la libertad para emprender y preservar el buen funcionamiento del mercado".

Mientras el Tribunal consideró en su fallo la conducta previa de las empresas en el ámbito de la libre competencia -ambas han tenido procesos en su contra-, Bulnes pone paños fríos a este antecedente: "Poniéndolo en su contexto, pareciera que estuviéramos hablando de empresas que recurrentemente han sido condenadas por infracciones a la libre competencia, pero estamos hablando de compañías con una trayectoria centenaria que han tenido fallos por circunstancias puntuales", dice.

Por qué no insistieron

El tiempo que demoraban los trámites legales es, a juicio de ambos, una de las razones más importantes para no insistir en la fusión.

"Independiente de las posibilidades de éxito de los recursos, hay que entender que estas compañías ya estuvieron ocho meses sufriendo todo el desgaste de una posible fusión y que eso las paraliza y las desgasta", señala Bulnes.

Letelier agrega que "el recurso de queja es de naturaleza disciplinaria, pero que tiene por finalidad corregir faltas o abusos y es de naturaleza completamente excepcional".

Al ser consultado por las lecciones que dejó la fallida operación, Felipe Bulnes asegura que representa un retroceso porque "no hemos logrado construir una doctrina que nos permita definir el grado de predicción que van a tener este tipo de operaciones".

logrado construir una doctrina que nos permita definir el grado de predicción que van a tener este tipo de operaciones".

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