Al reencuentro del teatro

sábado, 06 de enero de 2018
Texto, Jimena Silva Cubillos. Fotografías, Carla Pinilla G.
Patrimonio
El Mercurio

Manteniendo las formas y gran parte de los elementos originales del ex Teatro Velarde, hace un mes reabrió este histórico edificio con rasgos art déco, convertido por el municipio de Quilpué en el Teatro Municipal Juan Bustos Ramírez. Su interior fue acondicionado para acoger diferentes expresiones artísticas.

Dos inauguraciones tuvo el nuevo Teatro Municipal Juan Bustos Ramírez, ubicado en el centro de Quilpué. Una se llevó a cabo el 12 de diciembre y fue encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet, y en la otra, que se realizó el día 7 del mismo mes, el alcalde Mauricio Viñambres convocó exclusivamente a quilpueínos de la tercera edad para que se reencontraran con su teatro.

-Quisimos que coincidiera con la fecha de la primera ceremonia de inauguración de este edificio, el antiguo Teatro Velarde que abrió en 1940 y pronto llegó a ser el principal centro artístico, cultural y social de la ciudad -asegura Viñambres, quien en el marco de un plan de recuperación del patrimonio de Quilpué, en 2012, negoció con la familia Velarde la compra de este inmueble de 1.485 m2 y con influencias arquitectónicas art decó, en $419 millones.

A cargo del arquitecto municipal Patricio Araya, los trabajos de restauración se focalizaron en reforzar su estructura de albañilería y adecuar la obra a la nueva normativa sísmica, tomando en cuenta que esta fue levantada sobre una napa subterránea. Por ejemplo, bajo el sector de platea se construyó una especie de búnker en hormigón para albergar nuevos camarines y salas de estar, ya que los originales espacios de preparación de artistas se eliminaron al rebajar el escenario, buscando mejorar la visión.

Además, debido a que el programa tenía que incorporar nuevos recintos, tanto de uso administrativo como cultural "para potenciar el desarrollo de todas las artes", en la parte superior del teatro, donde estaba la antigua galería, se proyectó un muro estructural, que disminuyó su capacidad de 550 a 406 espectadores para permitir la creación de dos salas de cine, otra de danza y una de sonido, en distintos niveles.

Si bien el edificio se amplió en 226 m2, su forma no varió. Incluso, la sala principal redujo su superficie y cuenta con una nueva envolvente acústica de madera, pero conserva su geometría y estética de siempre.

-Pusimos especial cuidado en la recuperación de ciertas piezas y elementos originales, como puertas, luminarias, rejas, barandas y pasamanos -destaca Anibal Scarella,
quien estuvo a cargo de la construcción de esta obra.