domingo, 02 de marzo de 2008
Bernardita Aguirre Pascal
Economía y Negocios Online, Enfoques
Que esté en medio de la ciudad tiene a este terminal en el ojo del huracán. Pero más allá de la contingencia, su ubicación es justamente lo que lo ha hecho despegar como un centro de negocios.
Esta ha sido una semana turbulenta para el aeródromo de Tobalaba. Después del accidente aéreo del miércoles pasado, hasta la Presidenta Michelle Bachelet evaluó el riesgo de tener este terminal aéreo en el medio de la ciudad.
Pero es justamente este aspecto el que ha permitido que ahí se desarrollen más de treinta empresas, se generen negocios y la pista se transforme en una fuente laboral.
"La imagen que se ha mostrado es que aquí se desarrolla una actividad un poco elitista y prescindible. Pero es todo lo contrario. Tres de cada cuatro vuelos que salen de Tobalaba corresponden a actividades que tienen algún grado de aporte económico, son herramienta de trabajo o medio de transporte. Y sólo uno es más bien de corte recreacional o deportivo", dice el presidente de la Asociación de Operadores y Pilotos de Aeronaves de Chile (AOPA), Gonzalo Picó.
Ambulancias aéreas que trasladan enfermos y órganos para trasplantes, movimiento de autoridades de Gobierno, ejecutivos y trabajadores de empresas, y helicópteros de patrullajes nocturnos de Carabineros e Investigaciones son algunos de los servicios que prestan parte de los 400 aviones y helicópteros que despegan y aterrizan a diario en el aeródromo Eulogio Sánchez Errázuriz, conocido popularmente como Tobalaba.
La propiedad del terminal la comparten el Club Aéreo de Santiago, que con sus 400 socios ocupa el sector norte, y la Prefectura Aeropolicial de Carabineros, instalada al sur. Ésta el año pasado hizo 15 traslados de personas enfermas, atendió 40 accidentes de tránsito y 21 en la cordillera. Su avión ambulancia fue requerido en 104 casos.
Frente a ellos, a orillas de los mil metros de pista se levantan uno al lado de otro los hangares que albergan los aviones y helicópteros de particulares y distintas empresas. Destacan por sus coloridos carteles Aerotrading, Aeroservicio, Latin Air, Helicopservices, Eurocopter, Helicópteros Nimbus y Avionex, algunas de las más de treinta empresas que hay en Tobalaba.
Éstas, sumadas a cinco clubes aéreos, al personal de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y a los centros de mantenimiento de aviones, generan 500 empleos, en su mayoría especializados, como pilotos, mecánicos, cartógrafos y técnicos.
Ambulancia y rescate
Quince viajes al mes hace en promedio la empresa ATTA, una de las líneas que prestan servicio de ambulancia aérea en el Terminal. Ella fue la que trajo a las mellizas Antonia y Francisca Weinstein a Santiago, luego del accidente aéreo que sufrieron el jueves en el lago Ranco.
Del mismo aeródromo salió el helicóptero de la Brigada Aeropolicial de Carabineros que rescató a Génesis, la niña de seis años que en julio del año pasado fue secuestrada y apareció en estado de hipotermia en la quebrada de Macul.
"Uno de los servicios más importantes que presta este aeródromo es el traslado aéreo de enfermos. Éste sólo puede ser eficiente estando dentro de la ciudad porque en estos casos los minutos son vitales", dice el director de la Federación Aérea de Chile (Fedach), Julio Subercaseaux.
Él recuerda que el traslado de enfermos ha aumentado en el último tiempo, no sólo porque las compañías de seguros están incluyendo este servicio, sino porque el Plan Auge también lo hace. "Además, con el nuevo hospital militar a cinco cuadras, al enfermo de Punta Arenas que aterriza en Santiago lo puedes tener en cinco minutos en el quirófano".
Traslado ejecutivo
De Tobalaba a Tocopilla salió en noviembre la subsecretaria de Carabineros, Javiera Blanco, para organizar la ayuda a las víctimas del terremoto.
Viajó en un vuelo desde la prefectura aeropolicial, pero igualmente podría haberlo hecho con alguna de las empresas privadas que transportan pasajeros hacia todo el país.
Lassa, Aerosec y Eco Copter son algunas de las compañías que prestan servicios tanto turísticos como de viajes de trabajo. Desde Tobalaba han salido presidentes como Eduardo Frei y Ricardo Lagos, ministros y ejecutivos de empresas.
No sólo los altos mandos llegan a la oficina por vía aérea, también vuelan trabajadores, proveedores y mecánicos y se trasladan maquinarias y repuestos para labores mineras en la cordillera, para explotaciones pesqueras en el sur y petroleras en Magallanes.
Desde el aire se toman fotografías aéreas, se hacen prospecciones mineras, vigilancia aérea de tendidos eléctricos, oleoductos y gasoductos, además de fumigaciones.
Semillero
Cerca de 50 pilotos civiles se gradúan anualmente del curso de vuelo que imparte el Club Aéreo de Santiago. Otro centenar sale de otras cuatro escuelas que hay en el aeródromo Tobalaba, conviertiéndolos en un semillero para la aviación comercial y evitando que las líneas aéreas le quiten personal a la Fuerza Aérea, como ocurría antiguamente.
La suma de todos estos servicios, el ahorro del tiempo, los empleos y otras externalidades positivas de la aviación general aportan al país entre $35 y $40 mil millones anuales, según cálculos de la Asociación de Operadores y Pilotos de Aeronaves de Chile.
Calculando que Tobalaba concentra cerca del 70% de esta aviación, su aporte llegaría a unos $26 mil millones.
