domingo, 02 de marzo de 2008
Azucena González San Martín
Economía y Negocios Online, Enfoques
Cláusulas en el contrato de arriendo entre el municipio y el nuevo operador hacen que el centro de esquí arriesgue funcionar a menor capacidad. Para cambiar esto, la entidad edilicia aspira a que se anulen las acciones judiciales.
Tensas son las relaciones entre Somontur y la Municipalidad de Chillán. No sólo porque la familia Giner cuestionó en tribunales el proceso de licitación del centro de esquí, alegando irregularidades y que la adjudicación a Consorcio Chillán (liderado por Guillermo Ruiz) estuvo fuera de bases. Ahora se suma el riesgo que empresarios involucrados ven en la continuidad de la temporada de esquí 2008. Esto, porque en el contrato de arriendo provisorio entre Guillermo Ruiz y la municipalidad, ésta incluyó una cláusula en la que condiciona el uso de los andariveles que dejó Somontur a la aprobación municipal. Es decir, no basta con que los Giner y Guillermo Ruiz lleguen a un acuerdo de arriendo, sino que la municipalidad debe visar un trato de este tipo.
En la entidad edilicia son claros en los alcances de esta cláusula: no habrá acuerdo hasta que Somontur levante las acciones judiciales entabladas. "Hay una opinión a lo menos generalizada del concejo municipal de que eso está supeditado al tema judicial", afirma Rodrigo Carmona, director de planificación de la municipalidad y quien ha llevado este proceso de licitación.
"Efectivamente, hay una temporada restringida y es muy deseable que pudiéramos operar con la totalidad de los andariveles", dice Guillermo Ruiz. "Sin duda que hay una disminución de la capacidad de elevación. Tendríamos hoy día una capacidad de tener un centro de 600 a 700 personas por día. Y con el centro completo uno puede llegar al doble de esa cifra", plantea.
En Somontur dijeron que hay disposición para darle continuidad a la temporada, pero enfatizan que cualquier acercamiento es independiente de las acciones judiciales.
