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Tiene 46 años de carrera judicial y asumirá el próximo 8 de enero hasta la misma fecha en 2020:

Corte Suprema será presidida dos años por Haroldo Brito, masón y cercano al gremio

sábado, 23 de diciembre de 2017

CINTHYA CARVAJAL y CAROLINA ACUÑA
Nacional
El Mercurio

Fue elegido por 14 votos de los 21 integrantes del máximo tribunal. Siete ministros optaron por otros candidatos, por supuesta incompatibilidad del magistrado para el cargo por su relación con la fiscal judicial.



Un poco menos de 20 minutos le tomó al Pleno de la Corte Suprema decidir quién sería el presidente por los próximos dos años, hasta enero de 2020.

Con la integración completa, 21 ministros, cada uno de los supremos procedió a escribir en un papel el nombre de su candidato. El resultado dio por ganador a Haroldo Brito Cruz (69) -cuarto en antigüedad-, con 14 preferencias, el que fue aplaudido y felicitado por sus pares.

El que le seguía en el escalafón era el magistrado Guillermo Silva, quien obtuvo seis votos. Mientras que Carlos Aránguiz tuvo una preferencia.

Los ministros que votaron por Brito fueron: Hugo Dolmestch, Milton Juica, Sergio Muñoz, Carlos Künsemüller, Guillermo Silva, Juan Eduardo Fuentes, Lamberto Cisternas, Ricardo Blanco, Ana Gloria Chevesich, Andrea Muñoz, Carlos Cerda, Manuel Antonio Valderrama y Jorge Dahm ( por orden de antigüedad). Además del propio Brito.

Mientras que a Silva le dieron su preferencia los magistrados Héctor Carreño, Rosa María Maggi, Rosa Egnem, María Eugenia Sandoval, Carlos Aránguiz y Arturo Prado Puga.

El voto para Aránguiz fue del ministro Patricio Valdés.

Lo que marcó la elección

Así se cerraba una de las más complejas elecciones de los últimos años en el máximo tribunal, que no se veía desde 2012, cuando fue elegido Rubén Ballesteros, por 12 de las preferencias de los 18 presentes en el Pleno.

Esta elección estuvo marcada por dos hechos: el descarte de los tres supremos más antiguos. En este caso estaba el ministro Patricio Valdés, quien lleva más tiempo en el máximo tribunal, pero jubilaba el 13 de febrero de 2018, lo que significaba alargar su permanencia en un año y 11 meses. Luego, Héctor Carreño, que estaba en esa misma situación, pero por ocho meses, renunció a la posibilidad. A este último le seguía en antigüedad Carlos Künsemüller, quien también se marginó de la elección.

Brito dijo a sus pares que no tenía inhabilidad

El otro conflicto que marcó esta elección es que para algunos de los integrantes del máximo tribunal, el nuevo presidente tenía una incompatibilidad con el cargo por su relación de más de diez años con Lya Cabello, la fiscal judicial de la Corte Suprema (ver tema relacionado).

Sin embargo, los que votaron por Silva no lo expresaron públicamente en el Pleno de ayer.

El único que hizo alguna alusión al tema, según comentaron algunos de los presentes, fue Valdés. El ministro aseguró en el Pleno que de los 21 integrantes, "solo había 14 habilitados para ser presidente", dejando afuera a los tres que habían ejercido este puesto antes, tres que se iban del Poder Judicial antes de cumplir el período de dos años, y a Brito.

Si bien el tema no fue abordado ayer durante la elección, sí se había conversado en las Jornadas de Reflexión de Marbella, Puchuncaví, Región de Valparaíso, el 20 de octubre pasado.

En esa ocasión había 18 supremos -de los 21-, ya que faltaban Milton Juica, Rosa Egnem y Gloria Ana Chevesich. La mayoría decidió mantener la tradición de votar por el más antiguo, quedando la disputa por la presidencia, principalmente, en dos candidatos: Brito y Silva.

Fue en esa instancia en que Brito descartó ante sus pares que tuviera alguna incompatibilidad para ejercer el cargo, ya que como presidente no integraría ninguna sala. Otro de sus argumentos ha sido que la máxima autoridad de la Suprema es el Pleno y no el presidente.

Tricel y Academia Judicial

Una de las decisiones que deberá adoptar en las próximas semanas el nuevo presidente, que asume el lunes 8 de enero, es si continuará o no como integrante del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel). Por estos días ha estado junto a los otros integrantes calificando la elección y le tocará estar en la proclamación del Presidente electo, Sebastián Piñera.

En su nuevo rol también deberá sesionar en el Consejo de la Academia Judicial (que forma a jueces), el que dirige el presidente de la Corte Suprema, y el que también integra su pareja, la fiscal judicial.

Durante su presidencia, la Corte Suprema experimentará una renovación significativa, al cumplir cinco de sus integrantes el tope de 75 años para permanecer en el Poder Judicial (Valdés, Juica, Cerda, Carreño y Dolmestch).

Carrera

El nuevo presidente de la Corte Suprema tiene 46 años de carrera judicial. Y al igual que su antecesor, el presidente Hugo Dolmestch, es masón, aunque menos activo.

Al Poder Judicial llegó el 5 de diciembre de 1971, como oficial segundo del Tercer Juzgado del Crimen de Valparaíso. Hizo una carrera como juez del crimen, hasta que el 22 de mayo de 1989 se convierte en relator titular de la Corte Suprema, cargo en el que estuvo hasta el 11 de enero de 1996, fecha en que fue nombrado ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago.

Fue presidente del tribunal de alzada desde el 1 de marzo de 2008 hasta junio de ese año, cuando asumió como ministro del máximo tribunal, nombrado por la Presidenta Michelle Bachelet.

El ministro Brito Cruz tiene estudios de posgrado en Derecho Penal en la Universidad de Chile (sede Valparaíso); en Derecho Civil en la Universidad de Chile; Diplomado en Derecho Internacional de los Derechos Humanos en la Academia de Derecho Internacional de La Haya; entre otros.

El magistrado, además, se ha dedicado a la docencia, siendo profesor de Derecho Penal y Procesal Penal en la Escuela de Carabineros de Chile y de diplomados y magísteres en las universidades Central, de la República y Católica del Norte y Talca; entre otras.

Tiene un perfil garantista, liberal y una destacada labor gremial. Fue presidente de la Asociación Nacional de Magistrados en dos períodos (1992 a 1996 y 1998 a 2000). También fue presidente de la Federación Latinoamericana de Magistrados, entre 1993 y 1996, y vicepresidente de la Unión Internacional de Magistrados, entre 2004 y 2006. Además, desde 1989 ha ejercido diversos cargos en el Instituto de Estudios Judiciales "Hernán Correa de la Cerda".

Sus fallos

En causas de derechos humanos no aplica la amnistía, ni la prescripción. Tampoco la media prescripción a los condenados por estos hechos. Tampoco aplica como "muy calificada" la atenuante de irreprochable conducta anterior en estas causas, lo que implica la rebaja de la pena en un grado. Es por esto que es conocido como uno de los ministros más duros que han pasado por la Sala Penal.

Recientemente estuvo en la mayoría que desaforó al senador Iván Moreira (UDI), por la facilitación de boletas de honorarios ideológicamente falsas.

En el tema mapuche ha acogido recursos de amparo por detenciones de mapuches, pero no fue partidario de anular juicio a Celestino Córdova, condenado a 18 años por caso Luchsinger-Mackay.

El magistrado, desde que se cambió a la Sala Laboral, mantiene en sus fallos la jurisprudencia protrabajador. En esta instancia aplicó la Ley Zamudio a favor de una concejal transexual.

El gremio celebró ayer la elección de Brito por su diálogo con los jueces. "Esperamos ir optimizando los canales de diálogo, para que las cuestiones que la Asociación ha puesto en agenda sean cada vez mejor comprendidas por el tribunal pleno de la Corte Suprema. Haroldo es para los jueces chilenos un líder reconocido, y nos parece que además es un premio a su trayectoria", dijo ayer Álvaro Flores, presidente de la Asociación Nacional de Magistrados.

CELEBRACIÓNEn la casa de Lo Curro, de su pareja, el nuevo presidente celebró su triunfo. Estaban invitados los 21 supremos, amigos, familiares y ex ministros.

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