El ex ministro de Energía, Máximo Pacheco, guarda en su teléfono celular un video de Al Gore, ex Vicepresidente de Estados Unidos. El también autor de "Una verdad incómoda", que aborda los estragos del cambio climático, aparece definiendo a Chile como un país que está inspirando al mundo en sus políticas de energía solar y da cuenta de las estadísticas asociadas al respecto. "¿Hablan de emocionarse? Esta historia me emociona. Estamos viendo un verdadero cambio aquí", afirma en el documental "Una secuela incómoda: la verdad al poder". El tema energético es una verdadera pasión para Pacheco, también el servicio público. Ambos mundos han convergido en su actual trabajo como académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica y como consejero del Duoc, cuestión que lo ha vinculado directamente a la educación técnico-profesional. "El rector Sánchez me ha pedido que apoye el diseño de una estrategia de energía, que transforme a la UC en una universidad de referencia en Chile y Latinoamérica en materias energéticas", dice. La creación de estrategias energéticas fue lo que precisamente llevó al ex ejecutivo de International Paper al gobierno en 2014, con la Presidenta Michelle Bachelet de vuelta a La Moneda y el senador Alejandro Guillier como presidente de la comisión de Energía de la Cámara Alta. "Él nunca había sido senador y yo tampoco ministro. Él venía del sector privado y yo también. Teníamos el convencimiento de que lo que había que hacer era no solamente generar un diálogo y una participación para reponer confianzas en este sector, sino también cambiar el marco institucional que existía en Chile. Generamos una relación de trabajo muy fluida y productiva, constructiva", cuenta. Los meses se sucedieron con Pacheco al mando de la campaña de Ricardo Lagos, quien compitió contra Guillier por el apoyo de la centroizquierda. El senador se impuso y, pese a su cercanía con el ex Presidente, el ex ministro apoya hoy a Guillier. Se trata de un respaldo que, a ratos, pareciera enraizado en una relación estrecha, de confianza, y más profunda que la que construyeron a partir del 11 de marzo de 2014. Su discurso tiene una estrecha sintonía con el de Guillier. Pareciera ser que Pacheco está más cerca de su círculo íntimo. Después del debate habló con Rosales y también con el candidato. -¿Cuál es su relación con el comando? -No soy parte del comando ni tampoco estoy hablando acá en calidad de vocero. Cuando se me ha preguntado ¿por quién va a votar?, yo digo voto Guillier. -En su discurso en el Teatro Coliseo, al inaugurar oficialmente su segunda vuelta, Guillier reconoció públicamente su gestión en Energía. ¿A qué lo atribuye? -Lo agradezco, porque creo que tengo una relación con él de afecto, aprecio y respeto mutuo, y obviamente que para mí es muy importante cuando se destaca o señala lo que se ha hecho en energía... es una transformación profunda. Personalmente, creo que hay una conciencia instalada en Chile de que energía es un área donde realmente se hizo la mayor reforma económica del gobierno de la Presidenta Bachelet. -Algunos históricos cercanos de Ricardo Lagos, como Óscar Guillermo Garretón o Ernesto Ottone, han dicho que se quedaron sin candidato desde que se bajó el ex Presidente. ¿Hay pocos laguistas que apoyan a Guillier? -No, para nada. Ese ciclo ya lo cerré, así como el país y el propio Ricardo Lagos. Él hizo un tremendo esfuerzo por poner su liderazgo a disposición de las fuerzas de la Nueva Mayoría, y en un ejercicio democrático el PS resolvió que el candidato fuera Guillier; y cuando se está en un sistema democrático y pierde, lo que uno hace es acatar la opinión de una mayoría, que fue clarísima. -Lagos tiene un liderazgo reconocidamente distinto al de Guillier. ¿Cómo fue su conversión, el pasar de ser el generalísimo del ex Presidente a respaldar al senador? -Mire, acá no hay ninguna conversión. Yo ingresé al MAPU cuando tenía 18 años y he caminado por la vereda de la izquierda desde entonces. Lo que también sucede es que se nos trata por parte de los sectores conservadores con un cierto desprecio. -¿A quiénes? -A aquellas fuerzas progresistas que han hecho inmensas transformaciones en Chile. La primera de mi generación fue haber terminado con la dictadura y transitado a la democracia a través del plebiscito, cuando se nos decía que si votábamos por el No el país entraba en el caos. Hoy se nos dice que fue bueno que ganara el No. Cuando ganó la Concertación se nos decía que el país era ingobernable por una coalición de 17 partidos y que esta iba a ser una bolsa de gatos, que no había que votar por Patricio Aylwin. Hoy se dice que la Concertación fue una gran cosa. -Pero fue una época en que, a diferencia de la actual, estuvo marcada por grandes acuerdos. -Pero creo que es importante que no nos olvidemos de la profunda desconfianza que existía en los mismos sectores que hoy atacan a Guillier para decir que el país no era gobernable con la Concertación. No se olviden de que en algún minuto hasta se dijo que Lagos no iba terminar su mandato. No quiero traer aquí todas las partes de la historia que no son justas, pero sí decir una cosa: hay períodos en los cuales se hacen exageraciones y se transmiten ideas probablemente con fines electorales para crear miedo. No me gusta esta idea de que los sectores que apoyan la campaña de Piñera estén recurriendo al miedo o creando campañas de terror, vendiendo la idea de que si gana Guillier nos vamos a ir a Venezuela o va a caer la bolsa, el país no va a crecer o no va a haber inversión. Todo eso forma parte de una campaña del miedo para conquistar votos, pero no es verdad. Soy un convencido de que la inversión y el país van a crecer más con Guillier. Creo mucho en su tipo de liderazgo, que es uno consultivo. Ha hecho una campaña aglutinadora, convocante, sumando sectores, y hoy está enfrentado a la posibilidad cierta de ser elegido Presidente. Creo que no corresponde vivir en estos espejismos a los que nos invitan algunas veces nuestros sectores conservadores. El espejismo, por ejemplo, de que el país se está yendo al despeñadero con Bachelet. "Soy un convencido de que la inversión y el país van a crecer más con Guillier. Creo mucho en su tipo de liderazgo, que es uno consultivo".