A solo dos meses de tramitación legislativa antes del cambio de gobierno, la reforma a la Ley General de Bancos, uno de los proyectos económicos impulsados por el Ejecutivo, sigue avanzando en el Congreso. La iniciativa -que busca robustecer el funcionamiento de la industria bancaria por medio del fortalecimiento de la institucionalidad del regulador del sector y la adopción de estándares más avanzados (de Basilea III)- fue despachada ayer de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. Con ello, el proyecto pasó a sala y deberá ser puesto en tabla para ser votado en la Cámara Baja.