lunes, 04 de diciembre de 2017
Economía y Negocios
La actual vicedecana de Investigación y Postgrado Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, estudió medicina e hizo un postgrado en salud pública en la Universidad de Chile, especializándose en epidemiología.
Lideró laboratorios clínicos y ambientales para controlar el brote de cólera en Chile. También le correspondió hacerse cargo del Programa Nacional de Inmunizaciones, del Ministerio de Salud, donde certificó la erradicación de la poliomielitis y el sarampión en Chile, constituyendo equipos de expertos en la lucha contra estas enfermedades.
Tuvo un rol clave en el descenso de la incidencia y mortalidad por tuberculosis, donde trabajó en investigaciones sólidas que sirvieron de base para elegir el esquema de tratamiento más efectivo.
Dirigió el Instituto de Salud Pública entre 2010 y 2013, lugar donde ya había trabajado en los inicios de su carrera. Como directora, lideró equipos para acreditar las prestaciones o los exámenes allí realizados; hizo un cambio logístico en el área de histocompatibilidad, cuya función es designar los recibidores y dadores de órganos donados. “Nunca hubiera logrado lo que se ha logrado para la salud pública si no hubiera sido gracias a que siempre he trabajado en grandes equipos”, sostiene.
Trabajó también por la bioequivalencia de medicamentos genéricos. Identificó que la mayor traba del sistema era que había un solo centro de estudios que evaluara la bioequivalencia, lo que reducía el número de productos y principios activos que podían ser analizados. Citó a reunión a todos los decanos de carreras de la salud, desde Arica a Punta Arenas para hablar de la importancia de avanzar en la disposición de mecanismos genéricos y consiguió que diversas universidades se motivaran a aumentar el número de centros. “Me preocupa que los medicamentos que recibe nuestra población sean de calidad, seguros y que pueda haber intercambiabilidad a falta de uno, para que la población pueda acceder a ellos a un menor costo”, indica
Quiere trabajar para que, con tecnología, disminuyan las listas de espera, aumenten las posibilidades de acceso a medicamentos y prestaciones. También le preocupan las acciones de prevención y la educación para disminuir la carga de enfermedades crónicas y factores de riesgo.
