lunes, 04 de diciembre de 2017
Economía y Negocios
Luego de dos años estudiando odontología dejó su carrera para cumplir su sueño: dedicarse al canto. Originalmente tenía la idea de estudiar canto popular, pero por la época del año decidió entrar al Instituto de Santiago, donde impartían canto lírico. Siguió con sus estudios de canto lírico en la Universidad Católica y más tarde viajó a Argentina para perfeccionarse en el Instituto Superior de Artes del Teatro Colón, donde hoy canta como solista mezzo-soprano.
Al otro lado de la cordillera, también es miembro del Coro Polifónico Nacional y cantó mucho tiempo en el Teatro Argentino de La Plata.
Dice que le debe todo su éxito musical a Argentina, ya que en Chile, en general, se desvaloriza al artista nacional. De hecho, ha ido a probarse tres veces al municipal sin éxito. Solo en 2016 ganó el concurso "Mujeres en la Música II", organizado por el Capítulo Chileno del NMWA, el Museo Nacional de las Mujeres en las Artes.
“A los jóvenes músicos que se están formando les diría que no se queden con la primera, ni la segunda, ni la tercera, ni cuarta opinión. Es una carrera de mucha frustración y muchos no de por medio. No se rindan y prueben afuera. Yo necesité salir para saber si el problema era yo y debía volver a odontología”, recomienda.
“Tiene una parte súper triste y solitaria pero también tiene lo otro que cambia todo. Sales al escenario y dices: ‘por Dios, que soy privilegiada’. Eso es muy lindo”, dice.
