lunes, 04 de diciembre de 2017
Economía y Negocios
María Graciela Garrido es directora y socia de LOGA, una empresa constructora e inmobiliaria, especializada en el mercado del norte de Chile, con más de 28.000 viviendas construidas y presencia desde Arica a Santiago.
La ingeniera civil industrial de la Universidad Católica, máster en administración pública de la Universidad de Delaware, sostiene que trabajar viviendas sociales permite realizar un aporte muy significativo a la comunidad: “Trabajamos con sectores vulnerables y hay una satisfacción muy grande al poder ayudar a bajar el déficit habitacional que existe en Chile”, cuenta.
Su padre fundó LOGA hace diez años y desde 2011 tres de los cuatro hermanos comenzaron a involucrarse en la empresa. Antes de participar activamente en LOGA trabajó en la Fundación Oportunidad y en Ceduc, mejorando la gestión de fundaciones y organizaciones sin fines de lucro.
Entre los prorectos que ha construido LOGA, Graciela destaca “Quinta Monroy”, un conjunto habitacional del arquitecto Alejandro Aravena —premio Pritzker 2016— construido en Iquique. Actualmente participa en un proyecto en Alto Hospicio en el que, según explica "apostamos a mejorar el nivel de la comuna, que ha sido estigmatizada por mucho tiempo, mayoritariamente por desconocimiento desde el centralismo". La iniciativa recibió el Premio Aporte Urbano (PAU) de la Cámara Chilena de la Construcción y del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Graciela, además, es la segunda vicepresidenta de la mesa directiva del comité de vivienda de la Cámara Chilena de la Construcción.
