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Yago de la Cierva, fundador de "Rome Reports":

"Veo a los chilenos muy desconfiados, a la defensiva" frente a la visita papal

domingo, 03 de diciembre de 2017

M. Soledad Vial
Reportajes
El Mercurio

Periodista y organizador de encuentros multitudinarios con el Pontífice, expresa su sorpresa por la distancia que muchos en Chile están manifestando ante el viaje. Una situación inédita que -está convencido- la figura y estilo de Francisco lograrán revertir.



"Vengo de Perú, he estado en Colombia, antes en Panamá, y en todos veo gente muy esperanzada; no es esa la sensación universal chilena. Como no he visto en ningún otro sitio, el verdadero desafío es que la gente está poniendo distancia con el Papa".

La radiografía es de Yago de la Cierva, periodista español, experto en organizar eventos multitudinarios como la Jornada Mundial de Jóvenes, en Madrid, o la de las Familias, en Filadelfia, y conocedor profundo del Vaticano, que esta semana estuvo en Santiago y en Temuco, junto a la comisión organizadora chilena para la visita de Francisco.

Las razones de esta "distancia" pueden ser múltiples, dice. Incluso que, más que al Pontífice, los chilenos vean "a un argentino que viene a meter el dedo donde duele". Con todo, no deja de sorprenderlo: es una aproximación "totalmente distinta; veo a los chilenos muy desconfiados, a la defensiva", afirma, al tiempo que comenta que en Colombia, un país muy dividido, eso no ocurrió.

Sin embargo, no lo asusta el resultado, porque después de participar en 16 giras papales -incluidas las de Juan Pablo II y Benedicto XVI- y dos jornadas mundiales de la juventud, confía en que el afecto que derrochará Francisco haga lo suyo. "Viene con toda la intención de ayudar. Será muy importante lo que diga y cómo lo diga", recalca.

Y en eso el Papa no pisa en falso; si algo tiene es ser ultrainformado. "Una esponja de información, con miles de fuentes de todo tipo", que gasta mucho tiempo en hablar y escuchar a muchísima gente; por eso, casi no escribe. En eso es reveladora la historia que esta semana le contó el obispo de Temuco de cómo La Araucanía entró a la agenda. Monseñor Vargas se ubicó al final en una audiencia papal, en enero pasado, para ser el último y poder contarle de su diócesis, una de las más pobres en Chile y cruzada por el conflicto mapuche. "Le pido que, por favor, venga a Temuco", le dijo al final, y el Papa le contestó sencillamente: "Iré'".

Las diferencias entre Benedicto y Francisco

De la Cierva cree que la visita ad limina que los obispos chilenos le hicieron a Francisco en enero fue clave. "Lo que ha movido al Papa fue escuchar a los obispos; la desconfianza, la división", detalla. Y a 40 días de pisar suelo chileno, "debe estar prestando mucha atención a todo lo que va a decir y a sus gestos, porque es una persona de gestos" dice De la Cierva, quien fundó la agencia informativa Rome reports y, como miembro del Opus Dei, vivió 19 años en Roma.

Experiencia que le da una visión privilegiada de tres pontificados, especialmente de los dos últimos -"de formación distinta y diferentes en lo humano"-, y le permite hacer una fascinante semblanza de cada uno. Un Benedicto XVI "que se consideró a sí mismo como profesor y que le gusta enseñar con claridad, discutir con teólogos contrarios, pero se supera con los desafíos operativos, cede el gobierno absolutamente a su secretario de Estado y se reserva la teología, todo lo referente a otras religiones, la liturgia y los tradicionalistas, porque una de sus obsesiones era la unidad de la Iglesia, que volvieran los que se fueron con Juan Pablo II".

Para Francisco, lo fundamental es otra cosa: "La coherencia, que vivamos lo que predicamos. Lo suyo es una revolución de vida, y para todos; a cardenales y obispos les dice: 'Ustedes son servidores, no pueden vivir como príncipes'. Su liderazgo es inspirador y tiene una relación muy cercana con los obispos locales, a diferencia de Benedicto".

-¿Qué podemos esperar los chilenos de la visita de Francisco? ¿Un sentido netamente pastoral o "que haga ruido"?

-Eso es pastoral. En la Iglesia Católica, no eres buen cristiano si no te preocupas de los demás.

-En ese sentido, ¿cómo vio usted su visita a Myanmar, respecto de la que fue criticado por no hacer una defensa directa de los rohingyas como minoría perseguida?

-El cardenal en Myanmar, el primero que hay y que tiene menos fieles que una parroquia de Santiago, le pidió al Papa no hablar de ellos porque puede que así el gobierno lo acepte. Antes de tocar un tema difícil en sus visitas, el Papa habla con mucha gente, con sus obispos, y cuando va a un sitio en conflicto busca colaborar, hablar con los que pueden hacer cambios, no con los medios.

-¿Cómo evita que colaborar se confunda con respaldar al gobierno anfitrión?

-Es el desafío y lo ha dicho: "Voy a asumir riesgos, porque no hacerlo consigue la paz del cementerio. Aunque a veces me equivoque, después de estudiar, de pedir consejo, rezo mucho y me lanzo. Ojalá acierte".

"No irá a Argentina como Papa"

-¿Cuál es su interpretación de por qué quiso venir justo ahora a Chile, luego de que se aprobó el aborto y el Gobierno envió un proyecto sobre matrimonio igualitario?

-Le gusta ir a donde todavía hay posibilidades de cambio, y en Chile hay muchas posibilidades de cambio. Después de una política tan contraria a los ideales de la Iglesia, lo que no puede hacer es rendirse. Ha estado en Cuba, donde no hay condiciones de libertad; con Obama, cuando estaba aprobando el Obamacare, con una presión insoportable para las instituciones católicas. Ha estado en muchos países donde no está de acuerdo y siempre dice muy claro lo que piensa.

"Visto desde Roma, el Papa elige venir a Chile porque está bien de salud y sabe que ya no es un niño. Quiere darle protagonismo a la Iglesia en una América Latina que tiene mucha esperanza y mucho que enseñar".

-Hace ruido que, junto con Chile, no visite su patria, Argentina. ¿Efectivamente no lo hace por motivos políticos, por una distancia con Mauricio Macri? ¿Cuándo podría hacerlo?

-Sinceramente creo que no irá a Argentina como Papa; si no, ya habría ido. Quizás cuando considere que no tiene fuerza, que el gobierno de la Iglesia necesita otra cosa, se retire y lo hará en Argentina. Ya dijo que no tiene tiempo en 2018 y sé que de aquí a abril se anunciarán varios viajes. No es solo Macri, tampoco fue con Cristina.

-Pero la recibió 7 veces en el Vaticano y a Macri solo una, por 22 minutos.

-Francisco es un hombre del encuentro, recibiendo a Cristina a pesar de haber sido humillado en 13 ocasiones por ella como arzobispo de Buenos Aires. Recibe a Cristina porque sé con certeza que no quería volver a Argentina mientras ella estuviera. Al Papa le carga que exalten su persona, y tiene tanta fuerza allá, que ese viaje podría convertirlo en un segundo Perón. Y la otra cosa son sus desencuentros en política; siempre se ha considerado a sí mismo peronista y el peronismo está de capa caída.

"Todo lo que el Papa dice, lo ha pensado antes"

-Se dice que el Papa improvisa. ¿Se sale del libreto o todo es bien pensado?

-Jamás lo he visto improvisar. Quizás no esté en el papel, pero no se deja llevar. Todo lo que el Papa dice lo ha pensado antes.

-¿Cómo debemos leer, entonces, su declaración en Bolivia sobre el tema marítimo, que no gustó en Chile?. Él pareció tomar posición al decir: "No es injusto su anhelo de salida al mar".

-Eso es lo que ha dicho la comunidad internacional; quien no está de acuerdo es solo Chile. El Papa acaba de hablar sobre el proceso independentista español y ha dicho que Cataluña no tiene las características para pedir la independencia, se ha metido en un avispero.

-La Araucanía es el avispero de su visita chilena. ¿Entrará de lleno a hablar del tema?

-Lo acabamos de ver en Colombia, un país totalmente dividido. Le sugirieron que esperara, y no. Dijo: "Quiero contribuir a que no sea un proceso burocrático de paz, sino una transformación". Con ojos de persona lejanísima y nada experta, me impresiona que los chilenos que están al norte de La Araucanía vean que es un problema entre los pueblos originarios y el Estado. Y esto no es un problema político, va mucho más allá, como en otros países con pueblos originarios, como Canadá, Australia. Por supuesto que el Papa va a hablar de esto, porque son consecuencias sociales de la justicia del Evangelio en el ámbito más amplio de la palabra. Animaría a que, en vez de temer lo que pueda decir, en estos 41 días que quedan, ¿por qué no cambiar la mirada y buscar un terreno común?

-En esa línea, ¿cómo evita herir a las víctimas de la violencia en la zona?

-En Colombia ha dicho: "Demos el primer paso para tener una reconciliación", no ha dicho hacia dónde. El problema lo tienen que solucionar todos los chilenos. El Papa nunca hace un gesto hacia un lado y no otro. Él cree en la cultura del encuentro.

-¿También con quienes usan la violencia?

-Por supuesto. Sin ellos nunca habrá paz; sin las FARC no hay modo de avanzar.

-Como experto en crisis, ¿cómo debieran prepararse en La Araucanía para que su mensaje una y no divida?

-Mi primer consejo es relajarse, enfrentar el problema de manera tranquila para pensar bien. Si hay alguien preocupado es el obispo local: vi un pastor que no vive en una burbuja, habla con mucha gente. Entiendo por qué el Papa le dio toda la credibilidad.

"Antes de tocar un tema difícil en sus visitas, el Papa habla con mucha gente, y cuando va a un sitio en conflicto busca colaborar, hablar con los que pueden hacer cambios, no con los medios".

"Quizás cuando considere que no tiene fuerza, se retire, y lo hará en Argentina".

"Sé con certeza que el Papa no quería volver a Argentina mientras Cristina estuviera", asegura el periodista Yago de la Cierva.

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