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La sentida denuncia del argentino Nicolás Martínez, ex Barnechea:

"Por favor paguen lo que deben, no me humillen más"

lunes, 27 de noviembre de 2017

Rodrigo Labrín
Deportes
El Mercurio

El jugador le pide a Armando Cordero, presidente del club "huaicochero", que no lo siga denostando. "Me hizo contrato con RUT falso, me mandó a la clínica con otro nombre y pasé hambre por su culpa", relata.



E l fútbol no ha sido una aventura fácil para el ex volante de Barnechea Nicolás Martínez, que llegó a Chile en julio pasado con un bolso cargado de anhelos y que se fue hace 12 días de Santiago con dos muletas pegadas a cada uno de los brazos.

La historia de este mediocampista es un dolor continuo y una suma de "engaños", que para el trasandino tienen un denominador común: el presidente del club, Armando Cordero. "La verdad es que lo pasé muy mal en Chile, fue una experiencia dura. A mí me ofrecieron un buen contrato, pero solo me pagaban una parte, que eran 500 dólares mensuales (317 mil pesos), cifra muy baja para un país como Chile y que me servía solo para cubrir las necesidades básicas", relata el ex All Boys.

Al teléfono, el relato se oye dramático. Su voz se aprisiona cuando cuenta que llegaba al entrenamiento sin tomar desayuno y que se mantenía gracias a un café con leche que consumía la noche anterior. "A veces me pregunto cómo resistí tanto y cómo guardé silencio. Pasaban los meses y hablaba con la dirigencia y la agencia de empresarios que me trajo y siempre me decían que arreglarían el problema, pero nunca pasó nada", cuenta.

Son las dos de la tarde en Buenos Aires y "Nico" pide que lo esperemos un momento. Lo llama un kinesiólogo amigo que lo está ayudando a tratarse de la rotura de meniscos que sufrió el pasado 23 de octubre, en el entrenamiento de Barnechea. Cuenta que en Chile no pudo atenderse como debía y que pasó humillaciones que no las desea para nadie.

-¿Es verdad que nunca le pagaron cotizaciones y salud?

"Nunca. Yo me vine a enterar con lo de la lesión que sufrí. Cuando llegué en julio, el presidente me dijo que no me preocupara, que me harían un contrato de trabajo como correspondía. Y la verdad es que eso jamás pasó: en mi contrato aparecía un RUT que no era el mío, así es que presumo que era falso. Jamás tuve una visa de trabajo o algo así, y jugaba en mi condición de turista".

-¿Cómo se dio cuenta de lo que estaba pasando?

"Al lesionarme fui a una clínica a hacerme una resonancia y tuve que hacerla con el nombre de otro jugador. Eso me pareció muy raro. Cuando estaba adentro, me dijeron que yo no era la persona y ahí se formó un lío muy grande. Al final tuve que avisar al club y no sé cómo lo habrán arreglado, porque a mí me estaban acusando de falsificación de identidad".

-¿Hablaba sobre estos inconvenientes con el presidente Cordero?

"Cuando me lesioné trataba de hablar con él, pero fue siempre indiferente. No le importó nada, ni siquiera que estuve todo octubre sin luz, porque el club no la pagaba, tal como era el acuerdo. El celular lo tenía que cargar en el lugar de entrenamiento y ahí mis compañeros se empezaron a dar cuenta de la dura realidad que estaba viviendo".

-¿Alguien salió en su ayuda?

"Sí, hubo muchos compañeros que me apoyaron. La verdad, estoy agradecido de muchachos como Richard Barroilhet, Juan Acordino, Francisco Castro y Mikel Arguinarena. Cuando estuve sin luz me acogieron en sus casas o me trasladaban a los entrenamientos: la verdad es que no tenía ni para cargar la tarjeta Bip. También debo agradecer al Sifup, que me dio una mano en el peor momento".

-¿Qué le diría a Armando

Cordero?

"Que se ponga la mano en el corazón. Que vaya a la notaría a firmar y que pague lo que me debe. Acá en Argentina estoy haciéndome un tratamiento con plata que mis amigos me prestan, y no es justo. Él sabe que no pagó las cotizaciones, que me hizo un contrato con un RUT falso, que me mandó a la clínica con el nombre de otro jugador y nunca le importó cómo estaba yo. Entonces podría enmendar todo eso pagando de una vez y no humillándome más. A esta altura se lo pido por favor".

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