Los desafíos de la miel
lunes, 27 de noviembre de 2017
Florencia Prieto Bravo
Exportaciones
El Mercurio
Con caídas en torno al 20% en valor, desde 2016, los apicultores nacionales buscan alternativas para recuperar terreno. En la mira aparecen los Emiratos Árabes, donde Chile es uno de los pocos países que cumple las nuevas normativas.
E n 2015, la miel se transformó en el sueño dorado. Las exportaciones llegaron a cerca de US$ 39 millones. Sin embargo, en 2016, las exportaciones cayeron a US$ 21 millones.
Esta caída se estaría dando a nivel mundial. De acuerdo con el último estudio de Odepa, las importaciones mundiales cayeron 13,2% en 2016, con respecto a 2014 y 2015, años de máximos en montos comercializados a nivel mundial.
Juan Pablo Molina, gerente general de JPM Exportaciones, empresa que compra miel a aproximadamente 800 productores, explica que la situación se debe, en parte, a la entrada de nuevos actores al mercado internacional, como Ucrania y Vietnam, que venden mayores volúmenes, con una calidad inferior y menores precios.
Similar es la conclusión del estudio "De máximos históricos a un presente complejo: comercio exterior de la miel chilena", de Daniel Barrera Pedraza, de Odepa, que indica que los ajustes y bajas de precio de 2016 fueron causados por "una fuerte arremetida de productores de altos volúmenes y bajos precios relativos (China y Ucrania), la disminución de importancia de aquellos países que controlan los canales tradicionales de comercialización (Alemania), y la consolidación de proveedores de miel con valores muy por sobre el promedio internacional, respaldados por sistemas de diferenciación por calidad (Nueva Zelandia)".
Un elemento clave es que China, el principal proveedor mundial, entra a los mercados con precios bajos -aunque vendría aumentando levemente sus valores- y si a eso se suma que hay más oferentes a bajos valores, el precio global cae. La opción para enfrentarlos es a través de la diferenciación por calidad, un tema en el que Chile está al debe.
Incluso, para Juan Pablo Molina, la disminución en las exportaciones a nivel mundial podría ser una buena oportunidad para nuestro país, ya que la miel chilena es de gran calidad, algo que la diferencia de países como China. Considera que una tarea de los apicultores es clasificarla de mejor forma.
"Tenemos que saber el contenido de la miel, porque aquí nosotros producimos miel de distintos lugares y algunas tienen mejores características químicas, mejoras nutricionales, minerales, etc.", explica Molina.
Otra apuesta para la miel chilena podría ser concentrarse en la producción orgánica, dicen los expertos.
Emiratos Árabes: mercado potencial
Lo complejo de los dos últimos años está llevando a las empresas exportadoras a mirar nuevos mercados que podrían potenciarse. Uno de los que han aparecido en el radar son los Emiratos Árabes, país que hasta este año nunca había recibido miel chilena, y al que tras el trabajo de un año de los agregados comerciales en Dubái, se envió a principios del 2017 un cargamento de miel por US$ 164 mil.
Según explica Sharif Chacoff, agregado comercial de Chile en los Emiratos Árabes Unidos, este mercado consume aproximadamente 3.800 toneladas de miel al año, con una proyección de crecimiento del 17% anual. Esto se debe a una razón religiosa: la miel es uno de los pocos alimentos que salen mencionados en el Corán, donde le atribuyen propiedades sanadoras, por lo tanto, es parte de la dieta diaria de los musulmanes y, por lo mismo, su consumo aumenta cuando llegan las fiestas del Ramadán.
Además, en las últimas semanas, los Emiratos Árabes emitieron una resolución fitosanitaria general para el ingreso de todos los alimentos al país, y Chile es uno de los primeros en el mundo en adecuarse a las nuevas normas.
Actualmente, el 60% de la miel que importan los Emiratos Árabes, desde países como Alemania, India y Arabia Saudita, significan aproximadamente US$ 23,5 millones.
"Chile tiene que diferenciar su miel, remarcando sus cualidades organolépticas, es decir sabor, color, consistencia. Además, generar envases atractivos, ya que los árabes son buenos consumidores de miel envasada", explica Chacoff.
También se postula que una alternativa a la que los apicultores han prestado poca atención es la del mercado interno. De acuerdo con Francisco Nualart, apicultor y asesor técnico, en promedio el consumo per cápita de los chilenos es de 200 gramos, mientras que en Alemania alcanza el kilo por persona. Considera que se deben usar envases más llamativos y remarcando la calidad y características de su producto.
"Los apicultores deben formalizar su producto, por ejemplo, ante el Servicio de Impuestos Internos, para que tengan la opción de vender sus productos en lugares públicos o también aumentar la difusión, como ya lo está haciendo la Federación Apícola, que ha realizado campañas en televisión y la radio", dice Nualart.
Otra opción es agregar valor a la producción, lo que intentan hacer los desarrollos del Consorcio Apícola, donde vienen investigando nuevos productos, dice Paulina Cáceres, gerente de la entidad.
