Refugiados sirios dicen sentirse inseguros y exigen salir de Chile
viernes, 24 de noviembre de 2017
Valentina González
Nacional
El Mercurio
El programa de reasentamiento aclara que son libres de abandonar el país, pero deben hacerlo por sus propios medios.
De los 43 días que los refugiados sirios llevan en Chile, los últimos tres han estado marcados por las protestas de integrantes de cinco familias afuera de la sede de la ONU en Santiago. Exigen salir del país y acusan sentirse inseguros, luego del ataque del fin de semana a una de las mujeres, quien se encontraba embarazada. En la vía pública, en Macul, un hombre intentó quitarle su hiyab ( velo islámico). La Subsecretaría del Interior interpuso una denuncia por la agresión. De forma posterior al ataque, la refugiada sufrió la pérdida de su embarazo de cinco meses, pero no está establecida una relación entre los hechos. Tras el incidente, el lunes algunas familias visitaron en el hospital a la mujer, para darle su apoyo. Además, manifestaron a los representantes del programa de reasentamiento sentirse preocupados e inseguros. "Se produjo una situación un poco tensa. Ellos exigían explicaciones de por qué había ocurrido (....) Propusimos una reunión al día siguiente", dice Luis Berríos, secretario ejecutivo de la Vicaría Pastoral Social Caritas del Arzobispado de Santiago, una de las organizaciones a cargo del grupo. El encuentro se concretó en la mezquita de Ñuñoa, con representantes de 13 de las 14 familias reasentadas y del municipio de Macul, la Vicaría, el Ministerio del Interior y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Luego que algunas familias manifestaron su voluntad de salir del país -entre ellas no se encontraban los afectados por el ataque en Macul-, Interior les recordó las condiciones que firmaron antes de llegar. "Ni el Estado de Chile ni el programa de reasentamiento son responsables de cubrir los gastos que se produzcan en caso de que yo quisiera retornar a mi país o dejar Chile", señala el documento. Tras no llegar a un acuerdo, comenzaron las protestas en Vitacura. "El ministerio quiere hacer los ajustes que haya que hacer (...) pero dicen 'no vamos a negociar bajo presión, en la calle no corresponde'", aclara Berríos. La jefa nacional de ACNUR en Chile, Delfina Lawson, enfatiza que "si ellos se quieren ir, nadie los va a retener ni están imposibilitados de salir (...) pero por sus propios medios". En conversación con otros medios, algunos de los refugiados han acusado falta de apoyo del programa y lentitud en el acceso a servicios como la salud. Frente a esto, Lawson afirma que "decir que todo está mal, a un mes de haber llegado, me parece que es un poco prematuro". Según la Dirección de Salud de la Corporación de Desarrollo Social de Macul, hasta ayer los refugiados sirios que residen en la comuna ya habían recibido 215 atenciones médicas, incluyendo 76 prestaciones dentales.
