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Ideas de exportación: innovaciones chilenas únicas en el mundo preparan su despegue

lunes, 20 de noviembre de 2017

Pablo Tirado
El Mercurio

Emprendedores chilenos están detrás de tecnologías que están dando que hablar en áreas como la agricultura, la minería, la construcción y la salud.

La idea de un "Chile, país de innovadores" está cada vez cobrando más fuerza. Así se pudo ver, por ejemplo, en la última entrega del Premio Nacional de Innovación Avonni, donde 15 emprendimientos locales fueron destacados como lo mejor del año.

Entre ellos y considerando que están todos en distintas etapas de desarrollo, existe un puñado de ideas que apuestan por convertirse en un negocio de exportación, con la capacidad de impactar con fuerza en sus respectivas industrias.

Así, con un fuerte componente de internet de las cosas, destacan compañías como Instacrops en la agricultura o Bailac en la minería, mientras que en la construcción llaman la atención los ladrillos de ceniza de Reuse.

Por otra parte, en el área de la salud, una vacuna liderada por Alexis Kalergis está a punto de convertirse en la primera del mundo contra el virus sincicial.


Vacuna contra el virus sincicial estará disponible en tres años


Catorce años ha estado trabajando el equipo liderado por el doctor Alexis Kalergis, académico de la UC y director del instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, en el desarrollo de la primera vacuna del mundo contra el virus sincicial, cepa que afecta a un grupo potencial de 54,5 millones de recién nacidos y niños. "Me motivó desde el punto de vista del interés como científico de poder aportar a la sociedad, tratar de que mi aporte sea transferido, un resultado científico que tiene una aplicación concreta en resolver un problema que afecta a todas las familias en Chile", comenta el investigador sobre la génesis de la iniciativa en la que ha contado con el apoyo de organismos como Conicyt y los ministerios de Economía y Salud, entre otros.

Kalergis cuenta que la vacuna -que basa su efectividad en ciertos elementos del virus que son responsables de evadir respuestas inmunes de los individuos durante la infección- fue fabricada en Estados Unidos, en una planta certificada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y que su proceso de patentamiento se inició en 2008. "En el caso de las vacunas, como otros medicamentos, se requieren una serie de evaluaciones clínicas. Y antes de eso, después de haber inventado o creado este producto, viene un proceso de manufactura que requiere ciertas condiciones específicas para ser aprobado su uso en humanos y ese tipo de manufactura no existe en Latinoamérica", explica.

A la fecha, la vacuna contra el virus sincicial cuenta con varios logros a su haber. Es, por ejemplo, la primera inoculación de este tipo desarrollada por científicos chilenos que fue registrada por el ISP, recibió la medalla de oro de la OMPI y, además, fue reconocida por PATH, una institución financiada por la Fundacaión Bill y Melinda Gates, que apoya vacunas para enfermedades de alto impacto. Junto con eso, la vacuna está en pleno proceso para conseguir la codiciada certificación de la FDA de Estados Unidos. "Eso se demora un tiempo, pero tuvimos ya un preinforme muy favorable, que sugiere que es muy probable que nos den el registro", adelanta Kalergis.

El investigador agrega que todavía quedan ciertas pruebas e investigaciones para comenzar con la masificación de la vacuna. Así, calcula que va a estar disponible en unos tres años más, fecha en la que será distribuida por el Ministerio de Salud, gracias a un acuerdo que poseen con la entidad.

A nivel internacional, existen también altas posibilidades de exportarla a Europa, EE.UU. y países asiáticos como China. "Lo más probable es que si demostramos que en Chile la experiencia es exitosa, esos países estén interesados en ocupar nuestra vacuna", apunta.

La vacuna contra el sincicial no es la única en la que están trabajando Alexis Kalergis y su equipo, quienes se han sumergido en otra investigación que pronto podría dar que hablar y que busca prevenir el metapneumovirus.

Ladrillos de ceniza reciclada de Reuse son hasta cuatro veces más resistentes que uno de arcilla


Hace casi una década que el ingeniero mecánico Mauricio Svriz comenzó un proyecto minero, en las cercanías de Petorca. Su emprendimiento, eso sí, coincidió con la crisis subprime y sus consecuencias, que se hicieron sentir también en Chile, terminaron por liquidar la empresa.

Pese a su malograda experiencia, fue de ese emprendimiento de donde Svriz sacaría su próxima idea. Recuerda que mientras laboraba en la mina conoció a un empresario chino, que había trabajado en una planta que elaboraba ladrillos a base de cenizas de centrales termoeléctricas. Así, sin mucho que perder, decidió partir al gigante asiático para trabajar en una fábrica y conocer en profundidad la idea. "Mi plan original era irme a China, replicar el modelo, venirme a Chile e implementarlo", recuerda el emprendedor.

El problema, sin embargo, surgió cuando se dio cuenta de que, dadas las características de fabricación de los ladrillos chinos, era imposible comercializarlos bajo las normas de construcción chilenas. "Me puse a investigar un poco y entendí que había condiciones en la ceniza que no permitían elaborar materiales de alta calidad", recuerda Svriz, quien tras un trabajo de cuatro años encontró la solución: diseñaron un sistema de purificación de cenizas para sacarle el carbón no quemado, el mayor responsable de bajar su calidad.

Tras invertir cerca de $2 mil millones entre fondos de Corfo, de Engie -quien los patrocina-, además de los propios, y luego de pasar una temporada en Siberia, donde se asoció con una universidad rusa, Svriz mandó a construir su planta piloto para 17 mil unidades a China. Así nació Reuse, la compañía que hoy dirige y que se encuentra en pleno crecimiento. "Los ladrillos tienen casi 70% de ceniza, con otros aditivos. Para su elaboración hay una reacción química y después un proceso de prensado. Logramos tan buena mezcla química que, a diferencia de lo que ocurre en todo el mundo -donde se hornea el ladrillo-, nosotros descubrimos que no era necesario y solo tenemos un invernadero", explica Svriz, quien asegura que gracias a eso se reducen los costos , además de evitar generar contaminación de CO {+2} .

Actualmente, la compañía acaba de instalar una nueva planta en Mejillones, con capacidad para 300 mil unidades, y se encuentra a la espera de que la autoridad apruebe la utilización de sus ladrillos para la construcción. Mientras tanto, cuenta Svriz, han apostado también por la elaboración de adoquines, los que no necesitan una regulación especial para ser comercializados. "Nuestros productos son mucho más baratos que el ladrillo o adoquín tradicional, casi la mitad del precio. Y en términos de calidad, uno de nuestros ladrillos resiste cuatro veces lo que uno de arcilla", apunta el emprendedor.

Con un modelo de negocios en el que es vital estar cerca de una termoeléctrica para utilizar sus cenizas, Svriz cuenta que su foco no está hoy en centrarse en la venta de productos, sino que en la comercialización del proceso. "Estamos estudiando cómo vamos a patentar el proceso, porque es muy difícil patentar el producto, pues tienes que explicar muy bien la mezcla y porque, además, el ladrillo de ceniza ya existe en el mundo", explica.

Por lo pronto, la compañía ya ha probado su tecnología con las cenizas de todas las centrales termoeléctricas del país -incluso con las del volcán Calbuco- y, actualmente, está en conversaciones con Colombia y Ecuador para desarrollar proyectos.

Instacrops, la firma de monitoreo agrícola que se expande por Chile y la región


Estar en el momento correcto y con la tecnología correcta. Esa podría considerarse como la clave del éxito de Instacrops, firma que creó un sistema de monitoreo agrícola que vivió su despegue en 2013, justo cuando la agricultura chilena sufría una profunda crisis a causa de las heladas.

Para esa época la compañía llevaba cerca de un año en el mercado, ofreciendo sus equipos de medición, que incluyen estaciones meteorológicas, sondas, equipos de control de riego y telemetría, los que permiten monitorear y ejecutar algunas gestiones en los predios desde cualquier dispositivo conectado a internet. "La plataforma es online y de esa forma podemos monitorear y controlar en tiempo real algunas de las variables que nos permiten tener una mejor gestión en la agricultura", dice Fabián Martínez, gerente agrícola de la firma liderada por Mario Bustamante.

El ejecutivo explica que a nivel nacional trabajan con cerca de 100 clientes, lo que se traduce en 250 equipos instalados y un total aproximado de 590 usuarios. Asimismo, Instacrops opera, a través de agentes internacionales, en otros países como en EE.UU., México, Colombia, Argentina y Uruguay. "Trabajamos con todo tipo de empresas y personas naturales. Por ejemplo, con firmas como Monsanto, Bayer, Fedefruta, y con pequeños productores. Tenemos desde productores que tienen una hectárea hasta grandes compañías que poseen superficies superiores a las 200 hectáreas", asegura Martínez.

El servicio funciona con equipos modulares, por lo que pueden ir adaptándose a las necesidades del agricultor, sin necesidad de contratar todos los dispositivos. Así, por ejemplo, si ya ejecutaron alguna inversión en herramientas de monitoreo, estas se pueden conectar a la plataforma. Junto con eso, Martínez cuenta que todos los equipos funcionan de manera independiente, ya que cuentan con un panel solar y no requieren estar conectados a una fuente de energía adicional. "Así los equipos operan de manera continua. Leen información cada cinco minutos y toda esta información la envían en tiempo real cada 10 minutos a nuestra plataforma web, por lo que el productor o el usuario puede acceder a ella desde cualquier parte gracias a internet", explica.

A la fecha, Instacrops ha concentrado sus operaciones entre la Quinta y Séptima Región, y la meta es expandirse también a otras zonas del país, así como arribar a nuevos mercados internacionales. "Podría ser Perú y eventualmente seguir expandiendo los servicios a distintos lugares y aumentar la presencia que ya tenemos, con mayor número de equipos instalados y mayor número de servicios", comenta el ejecutivo, quien asegura que entre las novedades que están implementando se encuentra el trabajo con drones.

Sistema de monitoreo de neumáticos mineros de Bailac comienza a crecer fuera de Chile


Con más de 100 años de historia, Bailac nació como una empresa familiar de recauchaje de neumáticos en 1925. Con los años, la firma comenzó a ampliar su rango de acción, hasta transformarse en uno de los principales proveedores de la industria minera. "Por temas de necesidad de la industria, nos contactaron para poder entrar en el mercado minero, por Codelco. Ellos armaron la planta en la Zona Franca para poder traer los cauchos para reparar y recauchar los neumáticos mineros y de ahí fuimos creciendo, hasta reparar y recauchar el neumático minero más grande del mundo", dice Cristián Valdivieso, líder de Investigación de Bailac.

El ejecutivo explica que en el proceso de extracción minera, los insumos más caros son los explosivos, los combustibles y lubricantes y los neumáticos. En el caso de los tres primeros ítems, su precio depende fuertemente del petróleo, por lo que en un mercado en el que la reducción de costos es vital para las empresas, el único ítem en el que se podían lograr mejores márgenes era en el de los neumáticos.

Fue así como Valdivieso lideró un equipo que desarrolló la Unidad de Monitoreo Activo Neumáticos UMAN GTS, un sistema capaz de monitorear la presión y la temperatura de las ruedas, generando un ahorro de 30% en su uso y aumentando los niveles de seguridad en las faenas. "Hicimos toda una plataforma geográfica que nos ayudó a entender cuál era la condición de uso que detonaba el efecto que estábamos midiendo en el camión, qué presión y qué temperatura se alteraban y por qué. Y resultó que fuimos los primeros en el mundo en hacerlo", añade Valdivieso.

En términos simples, su desarrollo utiliza sensores que se ponen en los neumáticos, por fuera en las válvulas, que miden la presión y la temperatura cada cinco minutos, cuando normalmente se analizaban una vez a la semana. "El desafío era que el sistema funcionara también en dispositivos móviles, porque a la gente que estaba en terreno tenía que llegarle la información para poder tomar decisiones informada. Este es un sistema de alerta temprana que provee toda la información para que uno pueda decidir", dice.

Con neumáticos que cuestan entre US$ 35 mil y US$ 40 mil, gracias al uso de la tecnología de Bailac, estos alcanzan un rendimiento cercano a 500 horas más de lo normal. Esto, según Valdivieso, se traduce en que en una faena con 120 o 180 camiones se pueden ahorrar varios millones de dólares. Con clientes como Collahuasi, Minera Sierra Gorda y Codelco, la firma está analizando su expansión internacional. Ya están realizando pruebas en Brasil, donde están afinando detalles relacionados con las señales inalámbricas.

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