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Evolución de una enfermedad detectada hace 22 años:

Contagios por el virus aumentan 81% este año y la letalidad triplica a la de 2016

miércoles, 15 de noviembre de 2017

J. Herrera y N. Cabello
Nacional
El Mercurio

Altas temperaturas, incendios y abundancia de la quila (alimento del ratón de cola larga) son factores detrás del alza.



Dotados de abundante alimento por el florecimiento del arbusto quila y obligados a migrar tras los gigantescos incendios forestales del verano, los ratones de cola larga se han reproducido de tal forma que los casos de personas contagiadas por el virus hanta han subido 81% respecto del año pasado.

Según el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, entre enero y el 6 de noviembre se confirmaron 80 casos, cifra superior al promedio de los últimos cinco años (47) y 81% mayor a la de 2016, cuando a la misma fecha se registraban 44 contagios.

Potencialmente mortal, el hanta es una enfermedad infecciosa que se contrae al inhalar fluidos que el ratón silvestre de cola larga ( Oligoryzomys longicaudatus ) deja en matorrales o espacios cerrados.

De los 80 casos confirmados este año, 22 han terminado en muerte, con una letalidad del 27%. En el mismo período de 2016 solo hubo ocho fallecidos.

Factores de aumento

La principal causa, según expertos, es un incremento de la reproducción del roedor por la abundancia de quila.

"Sabemos que cuando (la quila) florece, lo que es cíclico, se produce un aumento de estos roedores, porque es su alimento", explica el médico Pablo Vial Claro, director del Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina de la U. del Desarrollo e investigador del Programa Hantavirus.

También inciden las altas temperaturas y los incendios forestales: "La población de roedores aumenta porque ha sido un año lluvioso, lo que ha sido bueno para la quila, y porque existe una relación entre los incendios y la migración de los ratones a áreas con población humana", añade Carlos Pérez, infectólogo de la Facultad de Medicina de la U. Católica y de la Red UC Christus.

La enfermedad, que tiene un período de incubación de una a tres semanas, se caracteriza por síntomas como fiebre, dolores musculares y trastornos gastrointestinales, que pueden llevar a una insuficiencia respiratoria e hipotensión.

"Si un paciente viene con síntomas respiratorios o con dolores abdominales y fiebre, entonces hay que sospechar, seguir el protocolo para la emergencia y trasladarlo a un centro con los recursos necesarios", comenta Carlos Rivera, urgenciólogo de la U. de los Andes.

Los primeros registros de la enfermedad en Chile datan de 1995. Desde entonces, el Ministerio de Salud realiza campañas -sobre todo en verano- para prevenir contagios en zonas al aire libre. Por ejemplo, se aconseja guardar alimentos en envases resistentes, mantener la basura en tarros cerrados, cortar arbustos y maleza y ventilar los inmuebles que hayan estado cerrados por largo tiempo.

El presupuesto 2018 de la Subsecretaría de Salud Pública considera un incremento de $182 millones para implementar un protocolo que gestione la disponibilidad y acceso a plasma inmune para casos sospechosos o confirmados de este virus.

Recursos
En el presupuesto del Minsal para 2018 se considera un alza de $182 millones para un protocolo de atención.

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