Pese a que el regulador postergó desde enero a febrero el plazo a los bancos para que entregaran una segunda clave a sus clientes -necesaria a la hora de realizar transacciones instantáneas por internet-, y a que la Superintendencia multó al Banco de Chile por no cumplir del todo con esta obligación, en la entidad controlada por el grupo Luksic siguen los problemas.
El incremento en la demanda por el dispositivo que permite operar por internet -que en el Chile se llama Digipass- sorprendió al banco sin la cantidad suficiente de aparatos, lo que ha significado la espera de varios días para conseguir uno, pues no todas las sucursales cuentan con stock para satisfacer los pedidos.
Al consultar ayer al servicio de información al cliente del banco dónde se puede conseguir un Digipass, la respuesta fue que sólo se encuentran en las sucursales del centro.
Esta situación llevó a la Superintendencia a autorizar al Banco de Chile a que sus clientes realicen transacciones sin Digipass hasta el 31 de marzo, por hasta $200.000 en el caso de personas naturales y por hasta $ 1 millón para las empresas.
Sin embargo, los reclamos de los clientes al regulador han sido mínimos, aunque esto puede explicarse por la complejidad que reviste realizar una queja ante la Superintendencia.
Desde la empresa aseguran que durante los primeros días de transferencias instantáneas, el banco ha operado normalmente y que el 1 de febrero se efectuaron 4.700 transacciones, equivalentes al 29,4% del total realizadas en el sistema ese día.
La entidad agregó que se está distribuyendo el Digipass y que "espera contar con dispositivos suficientes para atender los requerimientos del resto de los clientes en las próximas semanas". Para la entrega de los aparatos se está privilegiando a los clientes que realizan activamente operaciones por internet.
Clientes han revelado que también se les ha caído el sitio web en medio de una transacción o incluso hay quienes que ni siquiera han podido operar.
Sin embargo -y pese a lo masivo del problema- no todos los cuentacorrentistas lo han sufrido: muchos también han realizado sus transacciones de manera normal y sin contratiempos.
Otras entidades
Consultados los servicios al cliente de otros bancos de la plaza -para evaluar cómo han funcionado con la exigencia de la segunda clave-, éstos dicen que no se registran inconvenientes.
Desde el Banco Santander afirman que ellos tienen una tarjeta de coordenadas desde hace dos años, por lo que la gran mayoría de los clientes opera con facilidad. En tanto, en Scotiabank sostienen que el proceso de entrega del Scotiapass (dispositivo electrónico) se ha desarrollado con normalidad, mientras que desde el BCI dicen que cuentan con plena disponibilidad del aparato. En Corpbanca, BancoEstado y Banco Itaú también afirman que no han registrado problemas.