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Entrevista al aspirante presidencial Jair Bolsonaro:

"Lo que me pondrá en el Palacio de Planalto es mi estilo... y yo quiero a Brasil en primer lugar"

sábado, 11 de noviembre de 2017

Amanda Marton Ramaciotti
Internacional
El Mercurio

El diputado que promete mano dura contra la corrupción y la delincuencia crece en los sondeos y se lo compara con Trump.



En medio de la crisis política y económica que vive Brasil, Jair Bolsonaro ha emergido como un presidenciable para las elecciones del próximo año. Quienes apoyan a este capitán retirado de ejército y diputado federal durante siete mandatos estiman que solo su promesa de mano dura contra los corruptos y los delincuentes podrá encarrilar al país nuevamente. Sus detractores, en cambio, lo acusan por sus comentarios machistas, homofóbicos y la defensa de la pasada dictadura militar.

Lo cierto es que Bolsonaro (62) entró de cabeza a la carrera electoral. Según Datafolha, cuenta con 17% de las intenciones de voto, detrás solamente del ex Presidente Lula da Silva, quien podría ser inhabilitado para presentarse como candidato si prosiguen los juicios por corrupción. En una eventual segunda vuelta, se estima que él obtendría más de 30% de las preferencias.

El diputado del Partido Social Cristiano, que se lanzará el próximo año por el Partido Patriota, también se está haciendo más conocido a nivel internacional. The Economist dijo en su presente edición que quiere ser como Donald Trump, y el politólogo Francis Fukuyama advirtió que es un "populista peligroso". Pero a él no le importa. Enérgico y desafiante, en conversación telefónica con "El Mercurio", Bolsonaro expresó sus propuestas para Brasil.

-Según la encuestadora Datafolha, usted es uno de los favoritos para las presidenciales del próximo año. ¿Le sorprenden esos resultados?

"No. El pueblo brasileño está despertando hacia la política. Hacia la forma verdadera de hacer política. El pueblo brasileño ya no quiere a la izquierda".

-¿Por qué?

"Porque yo soy una persona que dice la verdad, y eso en Brasil tiene que estar en primer lugar. Nosotros tenemos que decir la verdad y presentar buenas propuestas para dejar de hacer política de forma populista, lo que es una práctica desde que el general (João Baptista) Figueiredo (último militar en el poder durante la dictadura) nos dejó".

-Sin embargo, según esas mismas encuestas, casi la mitad de los electores de Lula da Silva votarían por usted si el ex Mandatario fuera inhabilitado...

"Yo critico a los políticos del Partido de los Trabajadores (PT), pero sus electores están descubriendo que el PT no tiene nada que ofrecerles. Excepto demagogia. El PT es experto en distribuir miseria. Y la gente no quiere eso, quiere ser tratada como ciudadana. Entonces, claro, cada día que pasa más electores de Lula están a favor de votar por mí".

-Pero se dice que gracias a las políticas sociales del PT salieron más de 30 millones de brasileños de la pobreza...

"Con todo respeto, yo estoy pasando ahora en frente de la Favela da Maré (en Río de Janeiro). Esta no disminuyó su tamaño. ¡No! Aumentó su tamaño. Eso es propaganda, es fake news . Es la prensa mentirosa que tenemos acá en Sudamérica. El hijo de Lula, cuando era candidato, decía que en Brasil había 40 millones de niños en las calles. Sin esa mentira, el PT no sobrevive. El combustible político del PT es la mentira. Me gustaría que fuera verdad. Pero el PT sacó de la miseria a sus amigos, a nadie más".

-El renombrado politólogo de Stanford, Francis Fukuyama, dijo recientemente en una entrevista a O Globo, que la preferencia del electorado por usted solo se explica por el contexto actual. Los ciudadanos lo quieren por sus políticas de mano dura, para que Brasil vuelva a enderezarse. ¿También cree que sea así?

"Yo leí la entrevista de ese energúmeno... No sabe nada. No tengo nada que decir sobre eso. Yo lo ignoro".

-Usted rechaza a la izquierda y a los populistas... ¿Cómo se define?

"Como un político verdadero. Diferente de todos los demás".

-Acaba de manifestar que uno de los mayores problemas de Brasil es la corrupción. ¿Qué otros problemas usted identifica y quiere combatir?

"La corrupción es la madre de los demás problemas. Si uno consigue combatir la corrupción, disminuirla bastante, empiezan a aparecer recursos para atender a las demandas de las otras áreas. ¡No te olvides de poner en tu diario que yo soy simpatizante de (el general Augusto) Pinochet! Para no dejar dudas".

-¿Qué propone para combatir la "madre de todos los problemas"?

"La corrupción nace de los nombramientos políticos. Si pones bandidos en cargos claves de la administración pública, ellos van a incurrir en la corrupción. Ese es el primer paso. Y también disminuir el tamaño del Estado. Tenemos acá unas 150 empresas estatales; tenemos que redistribuir mucho, extinguir otras, pero no todo. La línea estratégica tiene que quedarse con nosotros. Pero las que puedan ser sustituidas por la iniciativa privada, hay que deshacerse de ellas".

-¿En eso se basa su proyecto económico para el país?

"Hay mucho que cambiar en la economía. Pero, por ejemplo: sin seguridad, no hay economía. Con nombramientos políticos, no hay economía. Ahí en Chile, tienen el cobre y nosotros tenemos muchas más riquezas en el subsuelo que ustedes. Tenemos que encontrar una manera de agregar valor a eso, lo que ayuda la economía. Desburocratizando se ayuda la economía. Para abrir una empresa en Brasil uno se demora 90 días. Tendría que ser, como mucho, una semana".

-Usted fue el diputado más votado por Río de Janeiro en 2014, y hoy vemos que ese estado está en bancarrota y en una profunda crisis de seguridad. ¿Cómo cree que se llegó a eso, y cómo podría arreglarse la situación?

"Río llegó donde llegó porque había interés de la cúpula del gobierno en enriquecerse. Tenemos a varios funcionarios presos... No fue poco lo que robaron. Y es un estado rico. El tema de la seguridad no es solo en Río, es en todo Brasil. El policía militar acá si da un tiro a alguien, se va a la cárcel. El policía no puede trabajar. Si yo llego a la presidencia, voy a encontrar una forma de que el policía pueda matar cuando sea necesario y que no sea castigado por ello".

-¿De qué forma haría eso?

"Cambiando el código penal. Yo quiero dar armas para todo ciudadano de bien de Brasil. Porque los vagabundos acá están todos con fusiles".

-En plano internacional, varios medios lo definen como "el Trump brasileño". ¿Usted se considera parecido al Presidente de Estados Unidos?

"Trump está cumpliendo lo que prometió en la campaña. Él quiere a EE.UU. en primer lugar. Yo también quiero a Brasil en primer lugar (...) Trump quiere evitar la entrada de extranjeros. Yo también quiero evitar eso. Él se echó para atrás del Acuerdo de Asociación Transpacífico, que afectó a Chile y Perú. Yo también quiero eso. No quiero bloques comerciales, quiero bilateralismo. Entonces sí, tenemos mucho en común. Yo lo admiro, como admiro a Pinochet, a (Sebastián) Piñera, a Margaret Thatcher (ex Primera Ministra de Reino Unido), a Ronald Reagan (ex Presidente de EE.UU.). Trump fue necesario para EE.UU. No salió Hillary Clinton, ¡gracias a Dios! EE.UU. iba hacia la izquierda con los demócratas. Trump no solo hace bien solo para su país, también lo hace a Brasil. Y si yo llego a la Presidencia, EE.UU. será mi primer socio comercial".

-Usted llegó a decir, hace tiempo, que Pinochet debería "haber matado más". ¿Sigue creyendo eso?

"El régimen chileno mató a unas tres mil personas (3.065 según la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación). Pero nadie se pregunta cuántos cubanos existían al lado de (el ex Presidente Salvador) Allende. ¡Cuba financiaba la guerrilla en todo el mundo! ¿Cuántos cubanos existen hoy en Venezuela? Miles. Ahí en Chile también había miles, y estaban en el gobierno (...) ¿Cómo Pinochet sacaría esa gente de ahí si no por medio de la fuerza? ¿Alguien cree que Venezuela va a volver a la normalidad? Sobre todo con los fraudes electorales... ¡Hay que saber de historia! Saber interpretarla. Analizarla en base a la verdad: ¡Pinochet salvó a Chile! Si no ustedes serían una republiqueta igual que Cuba".

-Lo que dijo sobre Pinochet, y otras frases han generado polémica en Brasil, como cuando afirmó que a una diputada del PT no la violaba porque "no se lo merecía". ¿Si usted llega a ser Presidente, optaría por ser más diplomático?

"Yo no cambiaré prácticamente en nada. Voy a seguir haciendo mi trabajo, que siempre hice. Lo que podrá ponerme en el Palacio de Planalto es mi estilo. Y eso no lo voy a cambiar. Pretendo tratar a todos los brasileños igual, presentar un buen currículum escolar para que tengan futuro, combatir la violencia con más violencia, protegiendo a los policías, agregar valor a los commodities ...".

-Entonces me imagino que en las relaciones internacionales se distanciará de los gobiernos de izquierda...

"No voy a hacer negocios con Cuba jamás. Mientras allá no sea una democracia, no habrá negocio. Lo mismo aplica para Venezuela. El estado norteño de Roraima está sufriendo una entrada muy grande de venezolanos, que están huyendo de la dictadura, de la violencia, del hambre. No se puede seguir así".

-Recién me comentó que quiere cerrar Brasil hacia los extranjeros. En ese sentido, ¿qué haría con los venezolanos?

"Hay que hacer un filtro. No se puede dejar entrar a cualquiera como ha sido hasta ahora. Reconozco que los venezolanos son refugiados, que tienen razones para salir de allá. Infelizmente, tendremos que abrir campos de refugiados... Pero no tenemos la capacidad de dejar entrar millones de venezolanos y extranjeros del norte de África. Brasil ya tiene problemas en exceso".

-Pero Brasil es un país formado por inmigrantes...

"¡Fue formado, no es más así! Si nos abrimos demasiado, llegarán decenas de millones de personas acá. Esa conversacioncita de que es formado por migrantes... ¡Chile también lo es! Si llegan aquí, los voy a enviar a Chile. ¿Está bien? Les voy a decir que ahí la vida está mejor, que serán mejor tratados que aquí. Es muy bonito decir que en la casa de los demás pueden entrar cuantos quieran... Yo hago eso porque los brasileños están pidiendo que lo haga. ¡Es nuestra casa! Tu casa la cuidas tú como quieras".

"El combustible político del PT es la mentira".

"Yo quiero dar armas para todo ciudadano de bien de Brasil. Porque los vagabundos acá están todos con fusiles".

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