"Willy" Bascuñán revela el origen de los versos de "Los viejos estandartes"
miércoles, 01 de noviembre de 2017
Nacional
El Mercurio
"¡Quédese ahí", le dijo Jorge Inostrosa a un veinteañero "Willy" Bascuñán cuando en 1966 este llegó a la editorial Zig-Zag a pedirle ayuda para un proyecto musical sobre la epopeya de la Guerra del Pacífico. Once años antes, el escritor había publicado "Adiós al Séptimo de Línea", un clásico de la literatura chilena con más de cinco millones de copias vendidas. Sentado en un sillón de cuero, en una oficina con poca luz, Guillermo Bascuñán obedeció la instrucción del autor. "Él le dictaba a una secretaria 'Los húsares trágicos'", recuerda. Cuando Inostrosa terminó su tarea, el compositor, cantante y fundador de Los Cuatro Cuartos le preguntó qué canciones inspiradas en "Adiós al Séptimo de Línea" serían las más adecuadas. "Chiquillo, yo soy medio poeta, así es que yo podría hacer las letras", le respondió. "Para mí fue espectacular -comenta Bascuñán-. Me dio su teléfono y yo, en buen chileno, lo cachimbié mucho tiempo hasta que me entregó las letras". Y lo hizo con una instrucción: "Haz lo que quieras, cámbialas, pero esta... esta es una marcha sobre los soldados que vuelven triunfantes del norte". Era "Los viejos estandartes". Bascuñán comenzó a musicalizar los versos de Inostrosa, pero cuando llegó a la marcha tendría otro desafío: convencer a sus compañeros de Los Cuatro Cuartos. "No, marchas no. Nosotros somos un grupo folclórico, cantamos tonadas, cachimbos, refalosas, pero esto no", le advirtió el director musical, Luis "Chino" Urquidi. "Yo tenía un compromiso con don Jorge -continúa Bascuñán-. No le podía decir 'oiga, fíjese que no se pudo'. Así es que un día llevé un disco de marchas a un ensayo y le dije al 'Chino': 'Escúchalo'". "Bueno -respondió el aludido-, es una marcha. ¿Y qué?". "Nosotros, que hacemos tanta onomatopeya, tanto ritmo con las voces, ¿por qué no hacemos los instrumentos?", le sugirió Bascuñán. "Fue fantástico -explica-. Ahí, con el 'Chino', nos sentamos al piano y en una tarde montamos el arreglo". La marcha fue la última canción en entrar al disco "Al Séptimo de Línea", obra consular de Los Cuatro Cuartos. "Ese tema se quedaba afuera, pero fue el éxito más grande. Nos sorprendió", dice Bascuñán. La marcha fue un suceso y en 1976 se le reconoció como himno oficial del Ejército de Chile. "Las cosas son populares cuando el pueblo las hace propias. Y esto el pueblo lo hizo propio", agrega hoy, a sus 74 años. Por esa contribución, Bascuñán recibió ayer la condecoración "Ejército Bicentenario" en el grado "Gran Cruz Ejército Bicentenario", que le impuso el comandante en jefe de la institución, general Humberto Oviedo. "Era lo menos que podíamos hacer, dado que tenemos este himno oficial que nos da identidad (...) Era un deber hacer este reconocimiento. Y es bonito entregárselo en vida", concluye Oviedo.
