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El Partido Comunista vuelve con fuerza a las empresas en China

lunes, 30 de octubre de 2017

Economía y Negocios Online
AFP

Para el presidente chino, reelecto la semana pasada a la cabeza del gigante asiático, la "nueva era" del "socialismo chino" incluye también a las empresas.

El régimen de Xi Jinping está reforzando en China su influencia en el mundo de los negocios, gracias a los empresarios multimillonarios aduladores del Partido Comunista de China (PCC), las células partidarias en las firmas extranjeras y las empresas estatales estrechamente sometidas a la ideología imperante.

"Todo debe estar bajo la dirección del PCC", desde el ejército hasta la sociedad civil, sentenció Xi Jinping a mediados de octubre, durante su gran discurso ante el congreso del Partido.

Para el presidente chino, reelecto la semana pasada a la cabeza del gigante asiático, la "nueva era" del "socialismo chino" incluye también a las empresas.

Desde septiembre el PCC divulgó una directiva en la que exhortaba, entre otras indicaciones, a que se inculquen aún más los "valores socialistas centrales" a la nueva generación de empresarios del país.

Antes, el "Partido concentraba toda su atención" en las empresas de Estado, que controlaban los mayores sectores de la economía, explica Mark Natkin, responsable del gabinete de asesores Marbridge.

Pero tras tres décadas de reformas, "el sector privado ha prosperado, incorporándose al tejido social e impulsando al Partido a interesar más" por él, comenta.

’Embargado por la emoción’


Tras el discurso de Xi Jinping, varios multimillonarios directivos de emblemáticos grupos chinos se deshicieron en elogios.

"Estoy embargado por la emoción: Como chino, jamás he estado tan orgulloso" confió Wang Jianlin, presidente del grupo Wanda y antigua primera fortuna del país, citado por el diario Xinjingbao (Beijing News).

En el mismo diario decían algo similar Jack Ma, fundador del gigante del comercio electrónico Alibaba, o Liu Chuanzhi, presidente del mastodonte de ordenadores Lenovo, según el cual el partido unirá al pueblo para "realizar grandes sueños".

El gigante de internet Tencent celebró por su parte el congreso del PCC con un juego para smartphones que permite aplaudir virtualmente el discurso de Xi Jinping.

Todos se saben sometidos a presión: el Estado-Partido desempeña un rol clave para favorecer --o dificultar--el éxito de las empresas, por lo que exige una derecho de observación sobre sus actividades, en especial mediante los responsables del PCC presentes en el seno de cada empresa.

Los medios de los negocios no se han librado de las investigaciones anticorrupción del Partido. En 2015, la breve "desaparición" del cofundador del gigante privado Fosun, Guo Guangchang, a quien se ordenó a cooperar con las autoridades, ha servido de advertencia.

Al mismo tiempo, el Partido vuelve a tomar el mando de las grandes sociedades de Estado, expuestas a las leyes del mercado: una decena de grupos públicos cotizados en Hong Kong indicaron este año que habían modificado sus estatutos para oficializar el rol del PCC.

Así, el constructor automotor GAC, socio de Honda, Toyota y Fiat-Chrysler, introdujo en julio los estatutos del Partido en los de la empresa, comprometiéndose a consultar la célula del PCC antes de adoptar decisiones importantes, o nombrar a altos directivos.

Objetivo, las firmas extranjeras


Las firmas extranjeras en China también están afectadas. A fines de 2016, de las más de 100.000 sociedades con capitales extranjeros, un 70% había establecido una célula del Partido, según Qi Yu, responsable del poderoso Departamento de organización del PCC.

Las empresas extranjeras consideran esas células como una "fuerza positiva", afirmó Qi, en una conferencia durante el congreso del PCC.

Estas células, cada vez más activas en el seno de las multinacionales, comunican las prioridades políticas y pueden facilitar los contactos con las autoridades gubernamentales.

A veces "quieren incluso pesar en las decisiones económicas" asegura Andrew Polk, economista de Trivium Research.

El fenómeno no está generalizado pero "un puñado de empresas (europeas) recibieron demandas para que el Partido actuara aun más" explicaba en septiembre Mats Harborn, presidente de la cámara de comercio de la Unión europea en China.

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