lunes, 28 de enero de 2008
Reuters
Su discurso anual ante el Congreso, que es transmitido en vivo a todo el país, podría ser su última oportunidad para fijar el tono de sus últimos meses en la Casa Blanca y para salvar su alicaído legado.
WASHINGTON.- El presidente estadounidense, George W. Bush, usará su último discurso sobre el Estado de la Unión el lunes para intentar llevar tranquilidad a la población con sus planes para reactivar la economía y trazar un curso para mantenerse relevante a pocos meses de dejar el poder.
Pero políticamente debilitado por la impopular guerra de Irak y cada vez más eclipsado por la campaña para elegir su sucesor, Bush estará más interesado en reciclar algunas de sus viejas ideas que en ofrecer nuevas propuestas.
Su discurso anual ante el Congreso, que es transmitido en vivo a todo el país, podría ser su última oportunidad para fijar el tono de sus últimos meses en la Casa Blanca y para salvar su alicaído legado.
En el tope de la agenda de su séptimo discurso sobre el Estado de la Unión se encontrará un paquete de estímulo por US$150.000 millones que se espera evite que la economía caiga en recesión bajo el peso de la desaceleración del mercado inmobiliario y los altos precios del petróleo.
El mandatario está intentando contrarrestar los esfuerzos de algunos demócratas del Senado para expandir el plan más allá de los reembolsos impositivos y de los incentivos a las empresas que fueron delineados la semana pasada por los líderes de la Cámara de Representantes.
"Si bien comprendo el deseo de agregar cláusulas tanto por parte de la izquierda como de la derecha, sería un error socavar este importante acuerdo bipartidista", dijo Bush el sábado en su programa semanal de radio.
Bush hablará en el Capitolio a las 21.00 hora del Este (02.00 GMT).
Aunque la economía será el tema dominante, Bush se referirá también a lo que considera avances en Irak, al financiamiento para combatir el sida en Africa y a los esfuerzos para luchar contra el calentamiento global.
Pero en un reflejo de la realidad política a menos de un año de dejar el poder, Bush no anunciaría ninguna nueva gran propuesta, a diferencia de años anteriores, cuando lanzó dos reformas sobre la inmigración y la seguridad social que al final cayeron en saco roto.
"Es poco realista esperar que este Congreso aborde esos problemas tan grandes este año", reconoció la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino.
