Dólar Obs: $ 948,61 | -0,72% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.237,20
IPC: 0,40%
Académico del Instituto de Economía de la Universidad Católica expuso en Enade esta semana

Klaus Schmidt-Hebbel: La "franca recuperación" va a ser solo modesta y no tiene que ver con el Gobierno

sábado, 21 de octubre de 2017

Mariana Penaforte
Economía y Negocios
El Mercurio

El economista señala que Chile ha perdido en los últimos diez años una cierta capacidad de diálogo , conversación y de búsqueda de grandes acuerdos.



Un duro diagnóstico respecto del deterioro del país en los últimos años tiene Klaus Schmidt-Hebbel, economista de la Universidad Católica y quien también ha colaborado con el programa de gobierno del candidato y ex Presidente Sebastián Piñera.

Esta semana expuso en el Encuentro Nacional de la Empresa (Enade), donde afirmó que las reformas del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet fueron fallidas en sus objetivos. Apuntó seis grandes desafíos para que Chile logre ser desarrollado hacia 2050. Entre ellos, están construir consensos y "crecer, crecer, crecer".

"Chile ha perdido en los últimos diez años una cierta capacidad de diálogo, conversación y de búsqueda de grandes acuerdos", afirma en esta entrevista.

-¿Cuáles son las causas?

"Una cierta soberbia electoral y la formación de la Nueva Mayoría. Pero viene un poco de antes, porque en los distintos conglomerados políticos se vio que no había mucho rédito político en seguir llegando a acuerdos con las contrapartes que pensaban distinto para hacer buenas reformas".

"Un ejemplo que ilustra eso es la conformación de la comisión Marcel en el primer gobierno de la Presidenta Bachelet, que tuvo como resultado la magnífica reforma previsional del 2008. La conformación era básicamente de personas que pensaban políticamente distinto, pero eran técnicamente muy calificadas y hubo acuerdos y un consenso. La siguiente comisión, dirigida por David Bravo -a quien estimo mucho y es un gran técnico- tuvo que lidiar con personas especialmente del espectro de la izquierda, que aportillaron toda idea razonable que se pudiese generar. Como resultado, hubo tres propuestas, que fueron tan débiles políticamente y diluidas, que la Presidenta simplemente recibió el informe y lo archivó".

-La Presidenta mostró un tono optimista en su último discurso en Enade, afirmando que va a entregar en una "franca recuperación" y con las cuentas fiscales ordenadas. ¿Cómo lee ese diagnóstico?

"La franca recuperación va a ser solo una modesta recuperación. La base de comparación de la inversión es tan baja por cuatro años consecutivos de caídas, que solamente puede haber inversión positiva en adelante y eso va a contribuir al crecimiento el próximo año. El mayor precio del cobre también ayuda, sin ninguna duda, y eso es un factor favorable, así como el mayor crecimiento mundial".

"En cuanto a las cuentas fiscales, la promesa era reducir el déficit de 0,5% del PIB a cero durante estos cuatro años con la reforma tributaria. En vez de eso, tenemos un déficit estructural que está en 1,7% del PIB. Se incumplió brutalmente la variable ancla de la política fiscal y eso es pura decisión político-económica, que perfectamente podría haber sido muy distinta. Además, hay que mejorar la regla fiscal. Aplaudo a Eyzaguirre, que fue el padre de la regla el 2001, que funcionó muy bien en sus primeros 10 años, pero no ha funcionado bien en los últimos años y requiere varios ajustes. Fue mal diseñada para momentos complicados económicamente y para cortar un poco las alas a un gobierno muy entusiasta de las expansiones del gasto fiscal y que puede fijar en forma completamente arbitraria y a su antojo el nivel del déficit estructural. Eso hay que restringirlo".

-¿Qué tanto del trabajo del Gobierno se ve en estas cifras más positivas que se están generando?

"Literalmente nada. Lo que mueve la brújula acá son dos cosas. Uno, las mejores condiciones internacionales, algo de menor crecimiento mundial y bastante mejor precio del cobre. Y el segundo factor es la expectativa de un cambio de gobierno. Eso eleva el optimismo de empresarios, consumidores y de la ciudadanía en general. Hay más optimismo respecto del futuro".

-¿Lo que usted señala, entonces, es que el Gobierno no ha hecho nada para contribuir al crecimiento?

"Sí ha hecho; pero, en términos netos, este gobierno ha sido malo para el crecimiento. Las iniciativas respecto del avance en las reformas de transparencia y contra la colusión de las empresas aumentan la competencia y, por ende, la productividad y el crecimiento, pero eso no tiene un efecto muy medible o palpable en el corto plazo. Eso es bueno para el crecimiento. Es pequeño, pero es bueno. Pero las otras reformas fueron francamente malas y dominó lo malo sobre lo bueno".

-Usted señala que hay un cambio de expectativas. ¿Qué efectos ve en la economía el hecho de que Piñera esté liderando en las encuestas?

"El Presidente Piñera tratará de equilibrar objetivos de crecimiento con objetivos de menor desigualdad de ingresos y menor pobreza. Es un equilibrio más adecuado para un desarrollo sostenible, un crecimiento mayor que el foco exclusivo en igualdad, que fue lo que hizo está administración".

-¿Usted ve algún efecto económico si finalmente Piñera no es elegido Presidente?

"En el corto plazo, sin duda que se pueden afectar negativamente algunos indicadores de renta variable, pero francamente no creo que haya un colapso. Buena parte del aumento del precio de las acciones se debe a que las bolsas mundiales están en un período de auge sin precedentes de antes de la crisis financiera de 2008-2009. Chile sigue el auge de las bolsas mundiales y una parte mayoritaria de la recuperación de la bolsa chilena es por eso. Sin embargo, otra parte minoritaria es atribuible al hecho de que SebastiánPiñera marca más alto en las encuestas que todos los demás contrincantes".

-El ministro Eyzaguirre destacó la consigna del "crecimiento, crecimiento, crecimiento", pero finalmente no se ve un acuerdo en torno a esta idea en el país. ¿Qué falta?

"Ha sido una idea retórica. Ya es muy tarde, este gobierno no va a hacer ninguna reforma procrecimiento y, ciertamente, no espero que corrijan su sesgo anticrecimiento en las reformas laboral, tributaria y de pensiones. Todo ministro de Hacienda tiene un sesgo hacia el optimismo. En año electoral es común que haya un sesgo optimista en proyecciones de crecimiento, de recaudación tributaria e ingresos fiscales".

"La proyección de ingresos es muy optimista y no veo por dónde. Tengo entendido que eso se basa en supuestos muy optimistas de las elasticidades, -que en buen español son respuestas de los tributos al crecimiento-. Además, es difícil que crezcamos el próximo año a 3%, creo que va a ser menos. Incluso el déficit puede no reducirse tanto como proyectó el Gobierno".

''Un factor que mueve la brújula es la expectativa de un cambio de gobierno. Eso eleva el optimismo de empresarios, consumidores y de la ciudadanía en general. Hay más optimismo respecto del futuro".

''La base de comparación de la inversión es tan baja por cuatro años consecutivos de caída, que solamente puede haber inversión positiva en adelante y eso va a ayudar al crecimiento el próximo año".

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia