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Se profundiza el quiebre en la Roja:

El liderazgo de Bravo queda en jaque tras los ataques de su familia a Vidal

sábado, 14 de octubre de 2017

Rodrigo Labrín
Deportes
El Mercurio

Varios seleccionados no logran entender las razones por las cuales el capitán de Chile y su entorno dispararon con tanta violencia sobre el volante del Bayern. El golero estaría muy cuestionado por sus pares.



H ace unos diez días, cuando Chile preparaba el duelo contra Ecuador, no había ni atisbos de lo que podría venir después del final de la clasificatoria mundialista. Quienes conocen la interna de la Roja dicen que la relación entre Arturo Vidal y Claudio Bravo era normal. Desde el saliente cuerpo técnico, incluso, sostienen que ambos se sentaban como siempre en la misma mesa, compartían de las conversaciones comunes y participaban sin dificultad de la concentración en Pinto Durán.

El juego con Brasil destapó, sin embargo, una realidad que para toda la selección fue una verdadera "bomba nuclear". Las declaraciones de Carla Pardo, esposa de Bravo, acusando "borracheras" y luego las de la suegra del portero, Pilar Lizana, apuntando directamente a Vidal como el "rey" del "carrete" de la Roja remecieron al vestuario chileno y dejaron en muy mal pie al capitán ante sus pares.

"Las cosas de la interna son de la interna", dice un jugador de la selección que ha conversado con Vidal y que califica de "traición" la dura acusación del entorno familiar de Bravo. Algunos, incluso, comparan el episodio con lo que ocurrió en el "Bautizazo" de 2011, cuando Jara, Valdivia, Vidal, Beausejour y Carmona fueron sancionados por llegar "en estado no adecuado" a Pinto Durán, como lo calificó Claudio Borghi, DT de la época. Un día antes de ese hecho, Pablo Contreras habría llegado al búnker de Macul en las mismas condiciones, pero el "Bichi" lo habría perdonado. "Bravo es el Contreras de hoy, porque en ese momento Pablo se quedó callado y no hizo nada por salvar a sus compañeros, pese a que él había incurrido en la misma práctica. Con Bravo pasa lo mismo, él no era un santo y su familia sale dando cátedras de ética, lo que no es aceptable", cuenta un participante de los procesos clasificatorios que vienen desde la era Bielsa.

Lo cierto es que el respaldo a Vidal ha fluido naturalmente entre varios de sus compañeros, como Eduardo Vargas y Gonzalo Jara. Bravo, en cambio, hasta ahora vive en silencio su situación, analizando si sigue en la selección o si da un paso al costado.

Quien sea el nuevo seleccionador tendrá que lidiar con un lío que amenaza con sumir al portero en el más absoluto aislamiento, despreciado por los demás pesos pesados del equipo, por lo que su jineta de capitán también quedó en entredicho y podría pasar a otro dueño.

"Puede haber fricciones como en cualquier grupo humano que trabaja con una presión tremenda, pero no tengo ni la menor duda de que este equipo se va a unir de nuevo para poner a Chile otra vez en el lugar que le corresponde". ANDRÉS FAZIO, vicepresidente de la ANFP.

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