Como acostumbra en la mayoría de sus visitas, el Papa Francisco almorzó con un grupo de pobres y reclusos durante una reciente visita a Bolonia, pero esta vez ocurrió lo impensado: dos presos aprovecharon la ocasión para escapar y ahora son intensamente buscados por la policía italiana. El suceso ocurrió durante el almuerzo realizado en la basílica de San Petronio (foto) el 1 de octubre, cuando los dos hombres, napolitanos, se alejaron y lograron huir de sus escoltas. Los dos sujetos ya habían cumplido sus penas, pero seguían detenidos y realizaban un programa de reinserción social, pues las autoridades italianas les consideraban "socialmente peligrosos", dijo EFE sobre el caso que se conoció ayer.