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SHANGHAI.- El principal índice accionario de China cayó fuertemente el jueves, por segundo día consecutivo, y cerró con una baja del 2,63%, luego que el banco central volvió a ajustar la política monetaria, pero el índice terminó lejos del mínimo del día.
El índice Shanghai Composite descendió a 5.151,626 puntos, su mínimo nivel del mes. El miércoles había caído un 2,81%, su mayor pérdida en casi dos meses.
Las acciones en descenso superaron a aquellas que subieron, por 680 a 184, aunque sólo un título clase A de Shanghai se hundió el 10% permitido, lo que sugirió que muchos inversionistas no entraron en pánico.
El volumen de operaciones con papeles clase A se mantuvo activo, a 174.000 millones de yuanes, (US$24.000 millones), desde los 161.400 millones de yuanes del miércoles.
El índice, que el jueves tocó un mínimo intradiario de 5.039,786, rebotó en las últimas horas de la sesión gracias a un rebote del 3% en el mercado de Hong Kong.
Esto, sumado a la aparición de un interés en compras considerable cuando el mercado se acercó a los 5.000 puntos, sugirió que las acciones chinas podrían continuar recuperándose el viernes.
Pero los analistas señalaron que las políticas monetarias de ajuste, la introducción de esta semana de controles de precios para luchar contra la inflación en el país y la inestabilidad de los mercados globales, implicaban que el mercado chino se arriesga a seguir cayendo en la semana próxima.
"La decisión del banco central de anunciar un incremento de la reserva bancaria en un momento tan malo, luego que el mercado se hundió profundamente el miércoles, manifestaba que las autoridades están decididas a agotar la liquidez", comentó Chen Jinren, analista de Huatai Securities.
"Esto, así como el quiebre del apoyo técnico, disparó algunas ventas en todo el panel. Así que es probable que el índice regrese a las 5.000 puntos en poco tiempo", añadió.
China anunció esta semana controles de precios para frenar la inflación, en una gama de productos que abarca desde leche hasta fideos instantáneos. La medida contribuyó al nerviosismo.
El gobierno dijo que la intervención temporal, que los analistas describen como la mayor oficial en los mercados de alimentos en más de una década, "no distorsionará la normalidad de los negocios" ni causará pérdidas a las compañías.