miércoles, 16 de enero de 2008
AFP
Los cortes, que se suceden a diario en distintos puntos de la capital argentina y su periferia en medio de una persistente ola de calor, dejan al descubierto el déficit energético que atraviesa Argentina, donde el gobierno puso en marcha un plan de ahorro para evitar el colapso del sistema.
BUENOS AIRES.- Al menos diez localidades del norte de la provincia argentina de Santa Fe (centro-este) permanecían sin energía eléctrica hoy miércoles debido de aumento de demanda por una ola de calor que sobrecargó el sistema, informó la estatal empresa de energía provincial.
La presión de la demanda eléctrica, con temperaturas que sobrepasaron los 40 grados centígrados, provocó la salida de servicio de un transformador 100 km al norte de la capital provincial, explicó la Empresa Provincial de Energía (EPE).
El apagón sucede a otro que dejó a oscuras el martes a casi un millón de habitantes en la vecina provincia de Córdoba (centro), tercer distrito del país en cantidad de habitantes.
También fueron denunciados apagones en la ciudad de Bahía Blanca, 685 km al sur de Buenos Aires.
Los cortes, que se suceden a diario en distintos puntos de la capital argentina y su periferia en medio de una persistente ola de calor, dejan al descubierto el déficit energético que atraviesa Argentina, donde el gobierno puso en marcha un plan de ahorro para evitar el colapso del sistema.
El plan incluye el adelantamiento de una hora en el huso horario desde el 30 de diciembre pasado y la distribución gratuita de 25 millones de lamparillas de bajo consumo con el objetivo de evitar racionamientos de energía como los que sufrió la industria en 2007.
También se ordenó apagar la iluminación ornamental en monumentos y edificios del Estado y un drástico plan de ahorro en las oficinas públicas, pero las altas temperaturas en todo el país en medio del verano austral ponen a prueba la resistencia del sistema eléctrico.
El crecimiento sostenido de la economía y las escasas inversiones en el sector de generación eléctrica terminaron en un cuello de botella para el sistema eléctrico argentino.
Ello obligó al país a recortar durante 2007 sus envíos de gas a Chile y comprar más combustible a Bolivia, así como electricidad a Paraguay y Brasil.
