Adoptar un perro de la calle gana terreno frente a comprar uno de raza
lunes, 02 de octubre de 2017
Francisca Achondo
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio
El trabajo de fundaciones preocupadas por los animales abandonados ha visibilizado esta realidad, y las redes sociales han ayudado a encantar a las personas con algún quiltro como posible mascota.
"No tiene sentido gastar tanta plata en un perro mientras hay miles que están esperando ser adoptados", dice María José Delaporte (21), que hace dos años adoptó a "Sazú" a través de una fundación. Durante los primeros meses, recuerda, la perra era muy tímida y miedosa. Ahora es "totalmente lo opuesto", y si bien ya está totalmente adaptada a su nuevo hogar, continúa teniendo problemas para sociabilizar con otros de su especie. "En el pasado debe haber tenido algún tipo de problema", cree. Al igual que María José, cada vez son más quienes deciden adoptar un perro mestizo, ya sea a través de una fundación o lo recogen directamente de la calle. Es lo que ha notado la Fundación Garras y Patas: mientras en 2012 y 2013 fueron entregados en adopción cerca de cien perros y gatos, desde 2015 la cifra aumentó a más de 500 al año. "Hay más conciencia sobre la importancia de darle una oportunidad a un animal abandonado, más empatía por los animales de la calle y más voluntad de convertirse en una solución", dice Tamara Añazco, de la Fundación Garras y Patas. Percepción similar tiene Francisca Corral, creadora de Fundación Julieta, quien asegura que las redes sociales han sido fundamentales para visibilizar el tema. "Muchas personas nos escriben porque les gustó un perro que subimos a Instagram", destaca. Su fundación, al igual que muchas otras, se encarga de rescatar perros, rehabilitarlos y luego los da en adopción. En el proceso, los esterilizan, vacunan, desparasitan y tratan sus problemas conductuales. "No podemos dar en adopción a un perro que esté muy traumado, que no se dé con la gente o que sea muy agresivo", dice Corral. Los animales deben estar por lo menos un mes en la fundación, antes de quedar disponibles para ser adoptados. Las preferencias La mayoría de quienes están interesados en adoptar prefieren cachorros que luego no crezcan mucho más. Si embargo, el porte final del perro es difícil de estimar. "El tamaño de las patas, la cabeza y ciertas características del cuerpo pueden dar una impresión de cómo será el perro, pero uno a veces se equivoca", dice Erick Lucero, médico veterinario, etólogo y vocero del Colegio Médico Veterinario de Chile. "Una de las ventajas de adoptar un perro adulto es que ya se sabe su tamaño definitivo", agrega Fernanda Solari, coordinadora general de la Fundación Stuka. Con ellos la dificultad es más bien determinar su edad. "Se puede hacer un estimativo por la lectura de los dientes, pero tampoco es posible tener certeza", dice Lucero. Y un dato extraño: los colores preferidos por los "padres adoptivos" son los claros. Incluso, cuenta Solari, tienen dificultades para que se adopten perros de color negro.
