jueves, 28 de septiembre de 2017
Valentina Gracia M.
El Mercurio
Ambas entidades se enfrentaban por la supuesta infracción a la denominación de origen de los productos de la región de Champagne, en Francia.
Hace dos años comenzó la batalla legal para Carozzi, al intentar inscribir ante el Instituto de Propiedad Industrial (Inapi) uno de sus productos como "Costa Galletas Champaña". En este momento, el Comité Interprofesional de Vino de Champagne -entidad encargada de defender los intereses comunes de los viticultores y comerciantes de vinos de esa región, además de defender la marca "champagne" a nivel global- rápidamente se opuso al nombre de las conocidas galletas comercializadas en el país, argumentando que se trata de una denominación de origen conocida en Chile y el mundo como francesa. La primera lucha entre ambos se generó en el Inapi, institución que en primera instancia rechazó la solicitud de la empresa liderada por Gonzalo Bofill. La disputa continuó unos meses después en el Tribunal de Propiedad Industrial, el que en segunda instancia le concedió la autorización a la compañía nacional para utilizar el nombre, fallo que traspasó el conflicto a la Corte Suprema. Tras esta seguidilla de decisiones, la Segunda Sala de la Corte recibió los argumentos de ambas partes, analizando si efectivamente la similitud de nombres confundía a los consumidores, como alegaban los franceses. Finalmente, los alegatos del Comité fueron desestimados, dictaminando que "es posible la coexistencia pacífica en el mercado de ambas marcas, sin que ello dé lugar a error, engaño o confusión a los consumidores". Pese a que el Comité francés interpuso además un recurso de reposición ante el mismo organismo, el máximo tribunal nacional ratificó su decisión respaldando a Carozzi, empresa que de ahora en más podrá utilizar sin problemas el popular nombre de uno de sus productos más reconocidos.
