Hace 15 años revolucionaron el mercado del arriendo de copas, platos, cubiertos, mesas y sillas para eventos, con un concepto que nadie más en la industria manejaba. Fortunato Edery, gerente general de Steward, conocía el negocio de los eventos por dentro, porque había trabajado varios años en Central de Restaurantes y sabía perfectamente lo difícil -o imposible- que era para los banqueteros trabajar con un servicio al que tenían que devolver todo lo que arrendaban, ordenado y lavado. Sobre todo cuando la mayoría de las veces no contaban con las instalaciones para hacerlo.
Con la idea clara en la cabeza, Elias Levy y Jaime Racing dieron vida a Steward, y Fortunato Edery quedó a la cabeza del proyecto. Aprovecharon un terreno que tenían en Américo Vespucio y apostaron por poner ahí su negocio, desafiando incluso el que tradicionalmente las empresas de este tipo se ubicaran en Ñuñoa.
Con el tiempo fueron diversificando la empresa. El arriendo de productos dejó de ser lo más importante, para dar paso a inversiones en lavandería industrial, arriendo de carpas y confección de uniformes para empresas. ¿La razón? La estacionalidad del negocio, que en sólo tres meses -octubre, noviembre, diciembre- define más de un 65% de los ingresos del año. "Te la juegas demasiado fuerte a una sola carta. De cómo te vaya en estos tres meses depende la estabilidad del año siguiente, y de que puedas desarrollar proyectos", explica Edery.
El último salto lo dieron hace poco más de un año, cuando se metieron de lleno al retail a través de una tienda de artículos para gastronomía. Con el concepto Cash & Carry como nombre y los 6 mil productos que mantienen en sus salas de venta, han tenido buenos resultados, aumentado el número de visitas y también las ventas.
A pesar de que construyeron un nuevo edificio, ya están quedando cortos de espacio para las instalaciones de la empresa. Y ronda la idea de nuevas construcciones o de llevar parte del negocio a otro lugar.
Con las maletas hechas
Pero los planes no terminan ahí. En Steward la mente está puesta en nuevos negocios, y la llegada a regiones es casi una realidad. En Antofagasta esperan comenzar a operar en marzo o abril con el arriendo de productos, ya que es ahí donde vieron que había un mercado atractivo.
Incluso están pensando en internacionalizarse -aunque no hay nada concreto- de la mano de franquicias o asociaciones con empresarios locales. Hace pocos meses, una persona viajó desde Colombia para conocer de cerca el negocio. "Naturalmente, si se presenta la oportunidad de ir con operadores locales es más interesante y fácil que ir solos. Esto también está en nuestros planes", asegura Edery.