"Dije que me llevaría el cinturón a Chile y los brasileros se rieron de mí"
martes, 26 de septiembre de 2017
Guillermo Cancino Oyarzún
Deportes
El Mercurio
El púgil chilote de 27 años, que llegó a la gloria en un cuadrilátero de Brasil, rememora junto a "El Mercurio" su pelea más importante. Además, comenta sus inicios, metas y sus particulares métodos de entrenamiento: junto a un preparador a distancia y ayudado por un hermano que jamás se subió a un ring.
Sábado 23 de septiembre de 2017. Cuadrilátero del Club Atlético Juventus, en Sao Paulo (BRA). Séptimo round: el chileno José "Pancora" Velásquez está en una de las esquinas recibiendo un nuevo y duro embate del local Paulinho Soares. El brasilero ya saborea la gloria para coronarse como campeón latinoamericano en la categoría supergallo de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). "No me podía sacar de la cabeza lo mal que había peleado los primeros rounds. Después del sexto asalto, mi entrenador Juan Carlos Alderete me dijo: 'Estás lanzando tres golpes, te falta uno más. Lanza cuatro seguidos'", recuerda Velásquez, en conversación con "El Mercurio". Y fue exactamente a los 2:17 del round siete cuando el oriundo de Quellón cambió el rumbo de la batalla. Un impecable golpe cruzado con la izquierda mandó a la lona al brasilero. Desde ahí, el chilote manejó las acciones y en el siguiente round llegó a la gloria a través de un nocaut técnico. "Lancé y lancé golpes. Pensaba en mi pequeño hijo de tres meses, en mi pareja y en la gente que no podía desilusionar. El público me aplaudió de pie. Ningún espectador pensó que yo ganaría", rememora Velásquez, entre lágrimas. "Disculpa, no me había quebrado antes, pero ya pisar suelo chileno con este título es muy emocionante". Tanta era la confianza local por Soares, que incluso se burlaron del chileno en la previa. "En el pesaje dije que me llevaría el cinturón a Chile. Pero los brasileros se rieron de mí y de mi entrenador. 'Están locos', dijeron. En todo momento me hicieron sentir que mi viaje no tenía buen futuro", dice el chileno. Instrucciones por teléfono El "Pancora", también campeón nacional de peso gallo, tenía pactado para este 29 de septiembre una lucha en España. Y a pesar de que la bolsa aseguraba un monto que doblaba a lo que ganó en Brasil, el púgil de 27 años no dudó: "El dinero ayuda, pero alzar un cinturón de campeón no tiene precio. Los consejos de mi familia, cercanos y mi entrenador fueron correctos". El preparador Juan Carlos Alderete, ex campeón de boxeo chileno, ha sido fundamental en la carrera de Velásquez. Pero con una peculiaridad: Alderete vive en Castro, a 90 kilómetros de Quellón. Por eso, en los días en que no pueden entrenar juntos, el entrenador le dicta instrucciones y consejos a Velásquez vía telefónica o por mensajes. "Suena extraño, pero lo manejamos muy bien. Los resultados mandan", afirma. Además, Pedro, hermano del púgil, también ayuda en la preparación del "Pancora": "Él no es boxeador, pero ha estudiado mucho sobre la disciplina y me enseña diversos aspectos para mejorar cada día", detalla el nuevo campeón. -¿Cómo llegó al boxeo? "A los 10 años, un amigo me invitó a verlo entrenar. Y ahí mismo sentí que el boxeo era lo mío. Después, de hecho, hicimos sparring con mi conocido, lo derroté y no volvió más al ring", comenta el quellonino, entre risas. Pero no todo ha sido alegría. Después de haber sido tres veces campeón amateur, Velásquez perdió el foco. "Anduve en 'malos pasos'. Salía con amistades no muy buenas y eso me perjudicó. Pero cuando tenía 22 años, vi a mis ex compañeros de peleas y entrenamientos en la televisión. Y desperté: 'Yo era y puedo ser mejor que ellos', me dije. Ahí decidí dedicarme profesionalmente a los guantes". Con una foja de 15 victorias (9 por KO), 6 derrotas y 2 empates, el luchador de 159 centímetros repasa sus esfuerzos antes de hablar de su futuro. "María José, mi pareja, es mi promotora. Y juntos organizamos las veladas. Minutos antes de subirme al ring, los dos estamos ordenando sillas. Por ese tipo de hechos tengo que defender mi título un par de veces y subir en el ranking para disputar un título internacional. Esa es mi meta ahora". -¿Por qué le dicen "Pancora"? "A mi mamá le dicen así porque tiene la cara 'rojita', como el color de esos crustáceos. A los siete años ella me persiguió por una cancha de fútbol, frente a mis amigos, porque no me quería entrar a la casa. Y enojado, le grité: 'Déjame tranquilo, 'Pancora'. Esa tarde no me salvé de la paliza de mi madre ni del apodo, jajá", cierra Velásquez, con una sonrisa. "Lancé y lancé golpes. En Brasil, el público me aplaudió de pie. Ningún espectador pensó que yo ganaría".
"Conocí este deporte a los 10 años. Un amigo me invitó. Hicimos sparring, lo derroté y no volvió más al ring, jajá".
