jueves, 10 de enero de 2008
AFP
El gobierno descartó que puedan reiterarse la crisis energética y el racionamiento ocurridos en 2001.
BRASILIA.- El gobierno brasileño anunció hoy medidas para la producción adicional de electricidad, preocupado con la posibilidad de que falte energía este año o en 2009 debido a la sequía.
El gobierno descartó que puedan reiterarse la crisis energética y el racionamiento ocurridos en 2001.
La alerta se encendió por el bajo nivel de las represas brasileñas, especialmente del norte del país, ante la falta de lluvias. Los especialistas temen que estas no alcancen el nivel necesario hasta el final del período lluvioso en abril.
El ministro de Energía, Nelson Hubner, aseguró que "está descartado apagón eléctrico en 2008 y 2009", después de que el día anterior el director de la estatal Agencia Nacional de Energía Elétrica (Aneel), Jerson Kelman, afirmara que no sería "imposible" el racionamiento de energía antes de fin de año.
Tras una reunión del Comité de Monitoreamiento del Sector Eléctrico este jueves, Hubner informó que en diciembre ya fueron puestas en operación las termoeléctricas del norte del país, con capacidad para generar 500 megawatts (MW) adicionales, y que ahora serán activadas seis del sudeste, con otros 800 MW adicionales.
En total, el gobierno intenta producir una generación adicional de de entre 800 y 1.200 MW de termoeléctricas a gasóleo y de otros 1.000 MW a gas.
Con la generación adicional, explicó el ministro, se crearán las reservas necesarias en caso de que se extienda la sequía. El 85% de la electricidad consumida en Brasil es de origen hidrológico.
"La probabilidad de que ocurra un racionamiento este año es muy pequeña pero no descartada", opinó a la AFP Claudio Sales, presidente del instituto Acende Brasil, financiado por el sector privado.
El director de la estatal Empresa de Investigación Energética, Mauricio Tomalsquim, aseguró que la situación actual difiere de la de 2001, y ello porque hay más líneas de transmisión entre sur y norte que permiten compensar la falta de energía y "tenemos aún un parque de termoeléctricas con 4.000 MW que pueden activarse".
Aun así, las termoeléctricas dependen en parte de gas natural. La mitad del gas natural consumido en Brasil proviene de Bolivia, país que indicó la posibilidad de no poder cumplir sus compromisos de abastecimiento a Brasil y a Argentina, que también enfrenta problemas energéticos.
La industria brasileña teme sufrir el impacto de la falta de gas, si este es destinado a generar electricidad.
El Instituto Acende Brasil advirtió en su último informe de octubre que el riesgo de racionamiento eléctrico en el sudeste de Brasil, que concentra el grueso de la industria nacional, tiene una probabilidad de 4,5% en 2008 (se considera aceptable un 5%), pero aumentaba progresivamente a 7% en 2009, 9% en 2010, y 22% en 2011.
