En octubre empieza inédita formación de especialistas en primeros auxilios psicológicos
martes, 19 de septiembre de 2017
Nadia Cabello
Nacional
El Mercurio
Estos profesionales serán claves para que la población pueda recuperarse luego de los desastres y disminuir la incidencia de cuadros traumáticos.
Con la formación de los primeros especialistas en primeros auxilios psicológicos, en octubre comenzará a tomar forma el modelo chileno de salud mental en la gestión integral de riesgo, que elaboraron expertos del Ministerio de Salud, la Onemi y el Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (Cigiden). El sistema está inspirado en el modelo japonés Kokoronokea (cuidado del corazón), que desde el terremoto de Kobe de 1995 -que dejó a más de 6 mil fallecidos- busca asistir a las personas afectadas por un desastre, pero con énfasis en la prevención. Para ello es fundamental tener personal bien capacitado, y por eso una de las primeras acciones del modelo chileno será formar a estos especialistas. Paz Anguita, del Departamento de Gestión de Riesgos en Emergencias y Desastres del Ministerio de Salud, detalla que estos expertos en primeros auxilios psicológicos trabajan sobre cuatro principios: preparación, para conocer sobre el desastre, su impacto y riesgos; observación, para discriminar quiénes requieren más ayuda; escucha activa de los afectados, y conectar a los afectados con la ayuda que necesitan. Secuelas Humberto Marín, profesor asociado de Cigiden, asegura que "cuando ocurre un desastre, la mayor parte de la población se recupera espontáneamente. Pero una parte, cerca del 10% de los afectados, podría desarrollar secuelas del espectro traumático en el mediano y largo plazo", como cuadros de depresión, conductas violentas o abuso de sustancias, como alcohol o drogas. Aunque para toda la población es importante contar con los primeros auxilios psicológicos, Marín advierte que "para ese 10% es aún más importante" y que "si hacemos bien las cosas, puede disminuir ese porcentaje de gente más afectada". Mejor coordinación La formación de estos especialistas es una parte del modelo chileno de salud mental para desastres. Anguita explica: "El objetivo final es instalar una lógica de coordinación para distintos actores y enfrentar los desastres no solo desde el punto de vista de restablecer los servicios básicos, sino también hacerse cargo de los efectos en la salud mental". Para ello, se busca que en cada región se forme una mesa técnica de salud mental que sesione al menos una vez al mes con miembros de los sectores afines al tema (municipios, Salud, Educación y Senda, entre otros), para estar preparados por si ocurre una emergencia. Esta estrategia se está probando desde el verano, después de los incendios forestales que ocurrieron en las regiones de O'Higgins, Maule y Biobío. El modelo también define varias líneas de acción, como tener estrategias para proteger la salud mental de las personas que colaboran en la gestión de riesgo (cuidar al cuidador) o lograr que las instituciones retomen su quehacer lo más rápido posible tras una emergencia para trastocar menos la vida cotidiana de las personas.
