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SANTIAGO.- De acuerdo al "Estudio Global sobre Lavado de Dinero 2007: Medidas y prácticas adoptadas por la banca en todo el mundo", elaborado por el departamento de Forensic de KPMG, el costo de combatir el lavado de dinero ha aumentado significativamente en la banca mundial a medida que aumentan las presiones y las expectativas en materia de regulación, orientadas a enfrentar la delincuencia y el financiamiento del terrorismo.
Asimismo, la encuesta de KPMG sostiene que lo anterior le resulta cada vez más difícil a los bancos debido a los cambios importantes que se están originando en el mercado de los servicios financieros -motivados por la complejidad de los productos-, el aumento de la actividad en los mercados emergentes y la integración de fusiones de grandes dimensiones que se han venido produciendo.
El informe de KPMG, que incluyó a 224 bancos de todo el mundo, establece que el aumento del gasto en la lucha contra el lavado de dinero ha sido muy superior (60%) al previsto en el último estudio llevado a cabo por esa auditora en 2004. Los factores principales que motivan este aumento continúan siendo el seguimiento de las transacciones y la formación y capacitación del personal.
Los bancos incluidos en el estudio de KPMG señalan que la alta dirección y los directorios están hoy más involucrados en estos temas que en 2004 (71% en 2007, frente al 61% de 2004) en gran medida como consecuencia de la presión internacional y regulatoria ejercida sobre la alta dirección para que se responsabilice de todos los riegos de su negocio, incluido el cumplimiento normativo y el aumento de la atención en combatir el financiamiento del terrorismo.
El aumento de la internacionalización de los bancos está impulsando a las entidades a utilizar políticas globales contra el lavado de dinero, y según el estudio de KPMG, casi el 85% de los bancos encuestados afirmaron disponer de una política global.
Por regiones, cabe destacar que los bancos en América y Europa, donde se incluye a Rusia y a la Comunidad de Estados Independientes, prefieren mayoritariamente procedimientos y políticas globales, frente a los bancos en Medio Oriente y África, que se inclinan por un enfoque local.
Por otro lado, existe un apoyo mayoritario hacia una regulación internacional contra el lavado de dinero. Si bien el 93% de los encuestados afirma que la actual carga de regulación contra este tipo de delitos es aceptable, el 51% afirma que los requerimientos deberían enfocarse mejor para luchar contra el lavado de dinero de una forma más efectiva, y el 8% considera que los requerimientos de su jurisdicción deberían aumentar.
Diego Bleger, gerente senior de Forensic Services de KPMG Chile, afirma que "durante estos últimos años se ha observado en el mercado un incremento de servicios asociados a dicha materia, en relación a la prevención y detección del lavado de dinero, mayor capacitación impartida a los empleados y actividades que permitan mejorar todos los procesos preventivos".
Asimismo, los reguladores y los bancos siguen centrándose en el seguimiento de las transacciones, cuyos sistemas de control se deben mejorar con el fin de agilizar la identificación de asuntos sospechosos o inusuales. A pesar de que los bancos de todo el mundo han avanzado en el seguimiento automatizado de las transacciones, con una inversión importante en nuevas plataformas de tecnologías de la información, el 92% opina que es necesario destinar más recursos para combatir ese delito.
"La mayor presencia de bancos internacionales en economías emergentes y el entorno actual de bajos tipos de interés que está provocando un aumento de los activos alternativos (incluidos los hedge funds, el capital riesgo y la inversión en materias primas), ha hecho necesario disponer de procesos más rigurosos contra el lavado de dinero. Los bancos tendrán que esforzarse al máximo a partir de ahora si quieren ir por delante en la lucha contra este flagelo y el financiamiento del terrorismo", señala Bleger.
Informar e identificar
Al aumentar el gasto y la formación, el número de informes de actividades sospechosas que se han generado también ha aumentado en más de un 70% entre los bancos. Un 42% de éstos afirma que el número de informes de este tipo ha aumentado "considerablemente".
Asimismo, los bancos están haciendo esfuerzos cada vez más importantes por identificar a personas políticamente expuestas (PEPs), que podrían actuar como vehículo para el lavado de dinero.
Algo más de siete de cada diez bancos afirman que llevan a cabo procedimientos ampliados de due diligence sobre este tipo de personas, una cifra bastante superior al preocupante 45% de hace tres años. Sin embargo, existen diferencias importantes entre las distintas regiones, ya que sólo un 42% de los bancos de Asia-Pacífico y un 65% de los bancos europeos realizan este tipo de seguimiento.