viernes, 04 de enero de 2008
ANSA
Alimentos y carburantes son los dos rubros en los que el aumento de los precios fue mayor, con un 15,4% para el gasoil y un 12,3% para el pan (sobre base anual), pero otros productos de base también se vieron afectados, como la pasta (8,4%) y la leche (7,6%).
ROMA.- La inflación en Italia alcanzó en diciembre pasado el 2,6%, con un progreso del 0,3% respecto al mes anterior, marcando así el mayor aumento de precios registrado en el país desde octubre de 2003 y disparando la alarma de los analistas y las asociaciones de consumidores, que le pidieron al gobierno que intervenga para atenuar los efectos sociales del fenómeno.
Alimentos y carburantes son los dos rubros en los que el aumento de los precios fue mayor, con un 15,4% para el gasoil y un 12,3% para el pan (sobre base anual), pero otros productos de base también se vieron afectados, como la pasta (8,4%) y la leche (7,6%).
El ministro para el Desarrollo, Pierluigi Bersani, subrayó que de todas formas la inflación en Italia está comprendida en el promedio europeo, ya que el indicador Eurostat muestra un 3,1% de aumento de los precios en diciembre en la zona euro, a lo que los analistas responden que el dato europeo es estable respecto a noviembre, mientras en Italia está en aumento, y todo indica que seguirá subiendo.
Los sindicatos exigieron al gobierno que tome medidas urgentes para enfrentar la situación: "Es necesario reducir los impuestos para empleados y jubilados, e intervenir sobre las tarifas", dijo el secretario de la Confederación General del Trabajo (Cgil), Guglielmo Epifani, mientras su homólogo de la Cisl, Raffaele Bonanni subrayó que "Prodi tiene que entender que tenemos un verdadero problema de política salarial: mientras el médico estudia el caso, se nos está muriendo el paciente".
Lo cierto es que la preocupación de los italianos por el costo de la vida está llevándolos a cambiar sus hábitos de consumo, según demuestran los resultados de una encuesta llevada a cabo por la asociación nacional de cooperativas, difundidos hoy por la prensa.
El primer síntoma de prudencia es visible en la preferencia por el ahorro antes que la diversión: el 31% de los entrevistados optaría por ahorrar cualquier excedente de ingresos (en enero del 2007 eran el 26%), mientras sólo el 23% lo gastaría en viajes y diversión (era el 30% hace un año).
"La posible falta de dinero para pagar las cuentas" es mencionada entre las principales preocupaciones para 2008 por el 54% de los entrevistados, y desde ya los consumidores italianos se han vuelto mucho más precavidos a la hora de salir a hacer las compras. El 40% afirma prestar mucha atención a los precios y estar dispuesto a renunciar a productos demasiado caros. Es así que el consumo de pan ha disminuido del 7%, y el de vino del 8,2%.
Y así, mientras tres de cada cuatro italianos modifican su menú cotidiano para enfrentar el encarecimiento de los productos básicos, la opinión pública va preparándose para los nuevos aumentos del carburante previstos a partir de mañana: los expertos calculan que en promedio llevarán cada familia a gastar 800 euros más por año.
