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Solo la restauración de la fachada e interiores tendría un costo de $1.700 millones, que asumirá el plantel público:

Tras 8 años cerrado, el Palacio Ariztía prepara su reapertura como sede universitaria

sábado, 02 de septiembre de 2017

Nicolás Álvarez Arrau
Nacional
El Mercurio

La Universidad Tecnológica Metropolitana recibió el inmueble en comodato por treinta años luego de un concurso público realizado en 2016.



Desde que la Cámara de Diputados dejara las instalaciones del Palacio Ariztía -construido en 1917 por el arquitecto Alberto Cruz Montt y declarado Monumento Nacional-, en 2009, se intentaron distintas iniciativas para darle un nuevo uso.

Ese mismo año, el Ministerio de Bienes Nacionales traspasó el inmueble al Tribunal Constitucional (TC), pero el alto costo que significaba su remodelación ($5.100 millones) hizo que se desestimara la idea.

Otra fórmula que se exploró fue la impulsada por el ex Presidente Sebastián Piñera, quien propuso convertir al palacio en una residencia para invitados ilustres de Estado. También se planteó ocuparla como Casa de los Presidentes.

Sin embargo, ninguna de estas alternativas llegó a concretarse, y el paso de los años y el terremoto de 2010 deterioraron el edificio.

Eso, hasta el año pasado, cuando un concurso público para quedarse con el comodato del edificio llevó a postular al Poder Judicial y a las universidades de Chile, de Santiago, Alberto Hurtado y Tecnológica Metropolitana (Utem). La última de estas resultó la ganadora frente al Consejo de Monumentos Nacionales y al Ministerio de Bienes Nacionales.

Acceso público

Finalmente, en febrero de 2017, el rector de la Utem, Luis Pinto, recibió las instalaciones.

Según afirman desde la Utem, el argumento que la terminó por favorecer fue la intención de "democratizar" el espacio. "La universidad se comprometió a hacer un campus abierto, de cara a la Alameda, para tener acceso público, en un recorrido a través de los salones del Palacio, hasta llegar al barrio Dieciocho".

La restauración definitiva del Palacio Ariztía se llevará a cabo en tres etapas. La primera busca restaurar la fachada principal y el hall central del edificio. "La idea es poder comenzar con estos trabajos lo antes posible para poder entregarlos dentro de 2017", afirma el rector Pinto.

En segundo término, anuncia que se habilitará y restaurará la totalidad del Palacio para llevarlo a un "estado patrimonial óptimo y acorde con las cartas internacionales de restauración".

Finalmente, una vez cumplidas ambas fases, se comenzará a construir el Centro de Extensión y Vinculación con el Medio Utem, "el cual contempla el desarrollo de subterráneos para el emplazamiento de salas de conferencias, auditorios y galerías de arte", añade Pinto.

Si bien el rector reconoce que no hay una estimación exacta del costo del proyecto, asegura que al menos en la restauración de la fachada e interiores se utilizarían $1.700 millones.

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