Todo apuntaba a que el próximo año la economía chilena se comportaría parecido a 2007. El PIB crecería sobre el 5%, con un empleo manteniéndose firme. Eso, hasta noviembre.
Desde el mes pasado que las expectativas de los agentes cambiaron. De modo decepcionante, las previsiones para 2008 se fueron reduciendo hacia una cifra modesta, inferior al 5%. El banco de inversiones JP Morgan Chase, uno de los más reputados del mercado, redujo sus estimaciones para Chile hacia solamente 4%.
En octubre, la prestigiosa encuesta internacional Consensus Forecast anticipaba un crecimiento para Chile de 5,1%. En esa oportunidad, sólo LarrainVial esperaba una expansión de la actividad menor al 5%. En noviembre se le sumó Gemines Consultores. Y ahora, en la recientemente publicada encuesta de diciembre, 10 instituciones, entre ellas bancos de inversión internacionales, proyectan un crecimiento menor al 5%. Promedio del PIB está en 4,9%
El consumo privado desaceleraría su marcha producto del menor crecimiento del ingreso laboral, estima Guillermo Le Fort, socio de la consultora Le Fort Economía y Finanzas y ex gerente de la División Internacional del Banco Central.
Este experto está esperando para el próximo año un alza del producto interno bruto (PIB) de 4,5%, "pero podría ser algo menos dependiendo de cómo evolucionen las condiciones financieras y externas".
Gemines Consultores prevé que el crecimiento de 2007 sea inferior al de este año (previsto en 5,2%): "Las razones son una política monetaria más restrictiva, menor efecto expansivo de la política fiscal y el deterioro del escenario externo", puntualiza Alejandro Fernández, socio de esta firma. A esos elementos se debe sumar que la capacidad de producción de la economía ya se está copando. En definitiva, la actividad se expandiría 4,6%.
"El próximo año no tendremos el impulso que significaron los proyectos forestales de Nueva Aldea y Santa Fe II, además del proyecto de cobre Spence (que aportaron 0,6% del crecimiento del PIB 2007)", explica el director de Estudios de LarrainVial, Leonardo Suárez.
"Para el próximo año, eso sí, se espera que el proyecto Gaby de Codelco inicie producción, pero ello sólo ocurriría desde mediados de año. Además, el shock energético persistiría y la economía reaccionaría con rezago al ajuste de 100 puntos base de la tasa de política monetaria de este año", estima Suárez. Conclusión: en 2008 la expansión de la economía sería de 4,7%.
Las opiniones no son monolíticas. Aldo Lema, economista jefe de inversiones Security, sostiene que de "un escenario global relativamente optimista, sigue derivándose para Chile un crecimiento en torno a 5% para el próximo año, el que también se apoyaría en un mayor impulso fiscal y en condiciones financieras aún favorables".
"Con todo", afirma, "los aumentos adicionales previstos para los costos de la energía y la eventual necesidad de nuevos ajustes para la tasa de interés podrían inducir un escenario menos optimista". Es decir, el experto también ve un riesgo, que va muy de la mano de lo que debería hacer el Banco Central para controlar los precios: "La inflación se mantendría sobre el 7% durante varios meses y -si bien declinaría en el segundo semestre- parece muy improbable que cierre el año muy lejos de 4%".
La Universidad de Santiago también corrigió a la baja sus proyecciones. De un rango superior a 5%, ahora están proyectando una expansión de la actividad del orden de 4,8%: "Los datos del tercer trimestre revelaron una desaceleración de la actividad, y hay una percepción de que las condiciones internacionales serán menos ventajosas", dice Guillermo Patillo.
¿Se crearían menos puestos de trabajo?
El panorama se vuelve más complejo si se observa la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) que más relación directa tiene con el empleo o PIB Proempleo.
Hernán Frigolett, ex encargado de cuentas nacionales del instituto emisor y socio de Aserta Consultores, calcula este indicador excluyendo del PIB áreas de la economía que son intensivas en capital -no en mano de obra- como la celulosa, el cobre y sectores petroquímicos (productos de Enap y Metanol).
El tercer trimestre este indicador creció sólo en 2,9% en doce meses y la tendencia que lleva no es mayor al 4,3%, explica. Es probable que en los primeros meses del próximo año se mueva cerca del 3%. Por lo tanto, el empleo debería verse afectado en esta fase de desaceleración.
La ocupación ya ha dado muestras de estar frenándose. Según Frigolett, a julio había alrededor de 200 mil empleos anuales creados, una cifra que se redujo hasta 170.000 en octubre.
Para Aldo Lema, el crecimiento del empleo debería mostrar un menor dinamismo que el registrado este año. Pasaría de 2,8% (180 mil plazas promedio anual) a 1,8% (115 mil puestos de trabajo): "Más que por el menor crecimiento, esta desaceleración estaría influida por la expansión de los salarios reales. Como probablemente también se observaría un descenso en el aumento de la fuerza de trabajo, la tasa de desempleo se mantendría en torno al 7% promedio anual". Así, la economía seguiría operando cerca del pleno empleo, según Lema.
Para Le Fort, la ocupación crecería 1,5% el próximo año, tanto por el menor crecimiento del PIB como por problemas crecientes de inflexibilidad en el mercado laboral.
Para Guillermo Patillo, en cambio, el empleo no debería verse fuertemente afectado por la desaceleración de la economía. Con las tasas actuales de crecimiento, podría mantenerse el ritmo de creación de puestos de trabajo. Incluso proyecta que la tasa de desocupación podría caer bajo el 7%, hasta 6,5%.
¿Afecta el ruido político?
Ex altos funcionarios de Gobierno de la Concertación estiman que los ruidos políticos también pueden afectar la marcha de la economía. Lo que más fuerte ha golpeado es la ley de subcontratación y el levantamiento sindical que se ha asociado a esta norma.
Varios han sido los temas donde la injerencia política ha puesto una cuota de incertidumbre a la marcha económica. La depreciación acelerada, que era un estímulo a la inversión, fracasó en el Congreso. Se dilató la nominación del nuevo presidente del Banco Central, hasta que se optó por no renovarle el período a Vittorio Corbo y, como guinda de la torta, hay desencuentros en el gabinete por la ley de subcontratación.
Este último tema afectará a la evolución del empleo. Guillermo Le Fort ve "crecientes problemas de inflexibilidad laboral". Los analistas de Santander Investment, pese a tener una proyección de crecimiento sobre 5%, estiman que hay razones estructurales que impiden el descenso del desempleo.
La preocupación más fuerte es en el crecimiento de largo plazo de la economía. Como dice Tomás Flores, del Instituto Libertad y Desarrollo, "las trabas políticas impiden que se tomen medidas con más celeridad para acentuar el crecimiento". Lo que sí puntualiza LarrainVial, y que es un factor positivo para la economía y en especial para la inflación, es que el gasto público esté enmarcado en la regla fiscal, que ha defendido el ministro de Hacienda, Andrés Velasco.
La amenaza de la crisis subprime
La gran duda que aún se cierne sobre la economía chilena es el escenario externo. Frigolett espera que la economía se mueva en un rango entre 4,4% y 5%. La parte alta del rango se explicaría por el estímulo exportador: "Se espera que Europa y los Estados Unidos se desaceleren un poco. Eso impide que las exportaciones sean más dinámicas que este año".
El gran tema afuera es la llamada "crisis subprime". Para Le Fort, las turbulencias externas son un tema a tener en consideración, mientras que Suárez cree que "el efecto subprime del exterior será irrelevante. Los shocks externos se transmiten a Chile vía caída del precio de las materias primas. Como hemos visto, gracias a la fortaleza de China, el precio del cobre y de la celulosa se mantiene en las nubes. Si la economía local se está desacelerando, es por razones casi exclusivamente internas", sentencia.
Patillo cree que las condiciones externas serán menos favorables: "Pero no estamos anticipando una recesión en los Estados Unidos. Sólo que la economía crecería menos que este año". Eso debería tener un efecto sobre el precio del cobre, pero no así en el petróleo que se mantendría alto: "Por lo tanto, se deteriorarían los términos de intercambio".