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A sus 89 años, la reconocida actriz nacional Delfina Guzmán no esconde su poca afición por la actividad política de su segundo hijo, Nicolás Eyzaguirre, quien ayer pasó desde el Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia a ser nombrado como el nuevo titular de Hacienda, luego de la renuncia de Rodrigo Valdés. "Nunca me ha gustado eso de la política, la sobreexposición a los medios y las críticas", comenta Guzmán, quien desde que su hijo asumiera por primera vez como titular de Hacienda, durante el gobierno de Ricardo Lagos, declaraba que no hablaba con Nicolás de política, pues prefieren no discutir entre madre e hijo. Fiel a su estilo, siempre distendido, una de las principales figuras de las teleseries nacionales parte diciendo que no tiene nada que hablar del nuevo nombramiento, ya que "fue algo tan sorpresivo e inesperado para todos, que no hay qué decir". Y Delfina tiene razón. Pese a que desde hace días se especulaba sobre la salida de Valdés de Hacienda, luego de que junto al ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, criticaran directamente el rechazo al proyecto minero Dominga en el Comité de Ministros, el nombre de Eyzaguirre recién saltó a la mesa como posible reemplazo en la mañana de ayer, en el Palacio de La Moneda, cuando se hizo pública la renuncia del Ministerio de Hacienda y el cambio de gabinete era inminente. La preocupación de Delfina como madre es comprensible. Explica que su mayor inquietud por estos cargos públicos y la responsabilidad que conllevan es no poder "salvar a Nicolás", de la constante sobreexposición en los medios, y las críticas de cualquier chileno que se sienta en el derecho de hablar "pestes" de su trabajo o de él, a título personal. "Como madre, tengo el corazón apretado. No tengo forma de ayudarlo ni de protegerlo en este nuevo desafío, que durará solo unos pocos meses, así es que, obviamente, no me gusta mucho esta mayor exposición". Esta incapacidad de ayudarlo y de poder protegerlo es lo que realmente le molesta a Guzmán, quien pese a ya haber pasado por esta situación, cuando Eyzaguirre se desempeñó en otros dos ministerios en el actual período presidencial (en Educación, de 2014-2015, y Segpres, de 2015-2017), según sus recuerdos, la vez que vio más cansado a su hijo fue cuando permaneció por seis años a la cabeza de las finanzas del tercer gobierno de la Concertación.