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Paul Carttar: "Nadie puede estar más motivado para mejorar las vidas de los chilenos que otro chileno"

lunes, 28 de agosto de 2017

Pablo Tirado
El Mercurio

El experto en filantropía estará mañana en el seminario sobre "Inversiones de impacto" que se llevará a cabo en la U. San Sebastián.

Lo social y lo empresarial. Esos han sido los dos mundos que desde hace años viene tratando de unir el estadounidense Paul Carttar, cofundador del grupo Bridgespan, una firma de consultoría estratégica para organizaciones sin fines de lucro con sede en Boston y que ha contado con el apoyo de la Fundación de Bill y Melinda Gates.

Carttar, ex vicepresidente de la consultora Bain and Company, fue también director del Fondo de Innovación Social de la administración Obama, un programa que recaudó cerca de US$ 500 millones en fondos públicos, privados y, sin fines de lucro, para hacer crecer el impacto social en las comunidades de bajos ingresos. "Fui el primer director del Fondo de Innovación Social que empezó su trabajo en 2010 y que era una prioridad para el Presidente Obama, porque él lo veía como una oportunidad importante para el gobierno de colaborar con fundaciones privadas y otras en el sector de sin fines de lucro para crear algo en conjunto que ninguno podía hacer por separado", comenta Carttar desde Kansas y ad portas de arribar a Chile para participar en el seminario "Inversiones de impacto" que se realizará mañana en la Universidad San Sebastián.

Dice que estuvo más de dos años ligado a la organización -hoy cerrada por la administración Trump-, y que en ese período recaudaron US$ 400 millones de dinero privado, de los que gastaron US$ 150 millones.

-¿Cómo funcionaba el fondo de innovación social?

"La idea fundamental está basada esencialmente en los principios de la filantropía de riesgo. Lo que hizo el fondo fue tomar dinero público que estaba asignado a los donantes sin fines de lucro. Así, las organizaciones sin fines de lucro en EE.UU. hacían donaciones para crear impacto. Ese era su negocio. (...) El Fondo de Innovación Social entregaba dinero a un intermediario; este seleccionaba innovaciones sin fines de lucro y dándoles dinero, pero en cada etapa el intermediario o la organización sin fines de lucro debía igualar el monto con dinero privado. Así, por cada dólar que el fondo le dio al intermediario, había tres dólares".

-¿Cree que esta solución es el futuro de la innovación social?

"Creo que es una parte importante del futuro de la innovación social y me enfocaría en los principios, no exactamente en el modelo. El primero es que todas las decisiones sobre a quién darle el dinero se basen en evidencia, en datos reales de impacto. Las decisiones no se basaron en qué político tenía más poder o en qué ideas parecían más populares, sino en hechos de que estos programas realmente mejorarán las vidas de las personas. Lo segundo es que el gobierno eligió usar estos intermediarios, pese a que podía haber intentado encontrar a las organizaciones sin fines de lucro directamente. En tercer lugar, está la igualdad. Muchas veces los gobiernos sienten que deben tomar ciertas responsabilidades solos para mejorar la vida de las personas, pero no es así, es un esfuerzo de equipo y el Presidente Obama lo entendió".

-¿Cree que este fondo fue un éxito?

"El fondo fue siempre un experimento. No estaba pensado para que se convirtiera en un gran programa de gobierno, sino para demostrar que el gobierno podía trabajar bien con el sector sin fines de lucro y con filántropos privados y donantes. Desde esa perspectiva diría sí, que la innovación social fue absolutamente un éxito porque demostró que el gobierno puede trabajar en equipo, algo que muchos dudaban que fuera posible. Incluso, personas involucradas en los fondos de innovación social lo dudaban, pero probamos que el gobierno sí lo puede hacer. Entonces, sí es un gran éxito".

-¿Qué oportunidades ve en países como el nuestro en el desarrollo de proyectos sociales?

"La gran oportunidad es ayudar a que se asegure que los actores claves en Chile tengan el beneficio de las lecciones que se han aprendido en el mundo. Solo los chilenos pueden tomar la mejor decisión para el país. Nadie puede estar más motivado para mejorar las vidas de los chilenos que otro chileno. Lo más importante es ayudar a las personas y organizaciones que quieren mejorar la vida, a que conozcan lo aprendido en otras partes para que puedan avanzar lo más posible sin tener que reaprender las lecciones que ya se aprendieron".

-¿Quién debe tener el rol más importante en el apoyo de los proyectos sociales? ¿El gobierno o privados?

"Es una responsabilidad compartida. Algo que está pasando a nivel mundial es la mayor colaboración entre gobierno y el sector privado y tratando ambos de entender cómo pueden operar cada uno en aspectos donde tengan el mayor potencial para el impacto social".

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