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Camilo Escalona, ex presidente del PS:

"Me preocupa que los ajustes de cuenta de una derrota presidencial sean estremecedores en nuestro mundo"

sábado, 12 de agosto de 2017

Waldo Díaz y Guillermo Muñoz
Nacional
El Mercurio

Ex senador afirma que el escenario presidencial está abierto y no descarta un repunte de Alejandro Guillier, Carolina Goic o Beatriz Sánchez. Sobre el primero, dice que está bien renovar los equipos pero que "hay que conversar más, tiene que dialogar más con las fuerzas políticas".



El ex senador Camilo Escalona estuvo hasta pasadas las 23:30 horas del jueves en la comisión política del PS que rechazó la candidatura senatorial de José Miguel Insulza por la Tercera Región y le pidió postular por Arica. Se trataba de un breve viaje a Santiago para retornar al día siguiente a Aysén, donde compite por un escaño en la Cámara Alta y permanecerá hasta octubre, cuando regrese a la capital para presentar el libro "Don Cloro cruzando la cordillera", un relato sobre el regreso clandestino a Chile del ex canciller Clodomiro Almeyda.

Escalona, un reconocido "animal político", aborda en esta entrevista el escenario que ha seguido de cerca desde el sur del país.

-¿Por qué el PS quiere cambiar a Insulza a otra región?

-La unanimidad de la comisión política se pronunció a favor del acuerdo suscrito por la mesa con los partidos que apoyan a Alejandro Guillier. En tal sentido, existen concesiones que recibe a su favor el PS y, como es natural, se hacen concesiones a los otros partidos. El PS accedió a una posición que el PC presentó al conjunto, no es un acuerdo bilateral, sino multilateral, en que puso como primera prioridad una candidatura al Senado en Atacama. Los otros partidos lo apoyaron y el PS ha cedido, omitiéndose en esa región y tomando la decisión de pedirle a José Miguel Insulza que se presente en Arica en donde tiene, según el informe técnico de la comisión electoral, condiciones más favorables que en Atacama para ser elegido.

-¿Se puede interpretar como una degradación a Insulza, que fue secretario general de la OEA, ministro del Interior y ha dicho que desde 1990 el PS ha tenido un senador en Atacama?

-Es sobre la base de un acuerdo. Es verdad que el socialismo ha sido en algunos momentos la primera fuerza de Atacama, pero también es verdad que la posibilidad de elegir a un senador exige contar con el respaldo de los demás. Como la DC presenta su propia lista con una candidatura fuerte, el acuerdo es indispensable. Creo que no se lesiona a José Miguel, puesto que postula con mejores condiciones. Ahora, él tiene que evaluar: no se puede obligar a que sea candidato si tiene una convicción diferente.

-¿No es equivalente al caso de Ricardo Lagos? Hace cuatro meses, el Comité Central del PS derrumbó su candidatura.

-No. Lo de Lagos es algo de mucha mayor envergadura. La elección presidencial es un proceso que está en curso, pero sigo pensando que el candidato era Lagos. Como soy disciplinado, apoyo y me movilizo tras la candidatura que el partido tomó, que es Alejandro Guillier.

-Esta semana, Guillier reestructuró su comando, desencadenando críticas en los partidos por la falta de experiencia de sus miembros. ¿Cuál es su análisis?

-Toda esta discusión es inconducente, lamento que estemos atrapados en eso. Se necesita generar una presencia programática en la candidatura de Guillier mucho más potente. Ese es el déficit. Ese es el déficit. En eso los centros de pensamientos no han sido capaces hasta ahora de alimentar como se debe el esfuerzo de la campaña. Son los temas país los que nos convocan, y no la discusión del organigrama. Si no salimos de este círculo vicioso será muy difícil ganar la elección presidencial. Nuestra elaboración programática es débil, insuficiente para lo que Chile necesita ahora.

-El presidente de la Cámara de Diputados sostuvo que los ajustes al comando son patéticos.

-De eso no opino.

-¿A qué atribuye el estancamiento de Guillier en las encuestas?

-A la debilidad antes mencionada.

Crecimiento económico

-Lagos planteó que la prioridad del país es crecer y el resto es música, ante lo que recibió críticas desde el PPD: pidieron que se hablara de crecimiento, pero con inclusión. ¿Concuerda?

-Entiendo que para financiar lo que tenemos que gastar en los próximos años hay que crecer; de lo contrario, el dinero no va a alcanzar. Pienso que con la gratuidad del 60% alcanzaremos solo a una parte de la clase media. La gratuidad debiese alcanzar a las 7/8 partes de los jóvenes. Pero eso requiere varios miles de millones de dólares más de ingreso fiscal. Fortalecer el pilar solidario de la previsión requiere varios centenares de millones de dólares más. Entonces, el país tiene que producir más recursos y eso significa crecer. La integración social está amarrada al crecimiento. Es un falso dilema contraponer crecimiento con integración social. Eso es un error. Son dos hermanos gemelos, son dos caras de la misma moneda.

-La agencia Standard & Poor's bajó la clasificación de riesgo de Chile, señalando que el débil crecimiento ha afectado los ingresos del país, lo que, a su juicio, ha contribuido al incremento de deuda del Gobierno y erosionado su perfil macroeconómico. ¿Cuál es la responsabilidad del Ejecutivo? ¿Es este un factor funcional para la candidatura de Sebastián Piñera?

-Desde 2010 ha existido una presión muy fuerte sobre las finanzas públicas y me parece que Piñera tiene una primerísima responsabilidad y la elude. En la discusión de presupuesto de su último año de gobierno, en 2013, creo que (Felipe) Larraín presentó una perspectiva de crecimiento que no se dio: calculó de manera enteramente errónea los ingresos fiscales. O sea, aquí nadie puede lavarse las manos. Es bastante frívolo echarle la culpa al gobierno actual: las responsabilidades están en el conjunto del sistema político.

-La inversión extranjera cayó 40% el año pasado, bajo este Gobierno.

-Nadie puede excluirse, en todo sentido. Creo que en la cultura nacional un rasgo inquietante es que para todo se le pide plata al fisco. Por ejemplo, ahora sale el señor (Andrés) Santa Cruz -presidente de la Asociación de AFP- a propósito del tema de las pensiones reclamando: dice que el fisco va a gastar poco en el fortalecimiento del pilar solidario, que esto es un tema nacional. Aquí, ante cualquier problema que hay, es el fisco el que tiene que meter la mano al bolsillo. Por ese camino vamos mal. Esto incluye al empresariado y sus principales voceros.

Relación con la DC

-¿Cuán compleja es hoy la relación de la DC con la Nueva Mayoría?

-Hay un debilitamiento del vínculo político y del estrecho entendimiento que hubo durante 30 años entre el centro y la izquierda. Se cerró una etapa, lamentablemente. Espero que después de la primera vuelta se abra un proceso de recomposición. He sugerido que los centros de estudio, o gente de buena voluntad, puedan elaborar una plataforma de ideas fundamentales, que permita reconstituir una visión de país que reagrupe a la izquierda y al centro, al menos en un horizonte compartido.

-¿Incluiría al Frente Amplio?

-No se puede excluir al Frente Amplio. No sé cómo le va a ir a Beatriz Sánchez finalmente, pero son sectores de opinión que no se pueden excluir, son una franja significativa. Incluso más: tienen una llegada en núcleos intelectuales que son parte del debate. Creo que este no es un debate que se reduce a las candidaturas de Guillier y Goic. Hay una recomposición mayor del escenario político.

-¿No descarta que Beatriz Sánchez pase a segunda vuelta?

-No descarto ninguna alternativa. Que Alejandro Guillier se relance, que Carolina Goic vuelva a crecer, que Beatriz Sánchez se consolide. El escenario para mí está abierto

-¿Cuán profunda es, a su juicio, la crisis de la DC? Hubo amenazas masivas de renuncia tras su Junta Nacional.

-No debería opinar sobre esto, porque es una descortesía de mi parte. Pero lo que veo es que los discursos se están pensando en el Chile de los 60. Reinstalar a cada partido como el centro de un proyecto nacional, que se origina en las propias fuerzas de cada organización, es un error. Hoy todos los partidos, todos son débiles, ninguno tiene la fuerza por separado. La solución es la unidad, el entendimiento estratégico. No sé si cada uno cree que va a solucionar los problemas tratando de emular lo que fue la revolución en libertad de Frei Montalva de 1964, o la vía chilena de Salvador Allende de 1970... Eso es un error. Tenemos que interactuar, nadie tiene hoy la verdad.

-¿Le preocupa un escenario de división en la DC y de diáspora en la izquierda, en el caso de que Piñera vuelva al poder?

-Sí, me preocupa. Me preocupa que Piñera pueda ganar y se genere una fragmentación del mundo democrático. Me preocupa que los ajustes de cuentas por la derrota sean estremecedores en nuestro mundo. Veo que ya andan algunos preparándose para el día posterior a la elección para sacar las boletas y pasar las cuentas. Veo que es dura la situación porque hay mucha intolerancia, no me lo explico, no se por qué razón, quedará para que los antropólogos lo estudien. Ha brotado una intolerancia dentro de las fuerzas políticas muy ruda y un protagonismo autodestructivo en muchas personas.

Rol de los partidos

-¿Cuál debe ser, a su juicio, el rol de los partidos en la campaña?

-Se debería conversar más con el candidato.

-Guillier dijo que trabajará con gente con menos experiencia, pero que tengan las manos limpias.

-Me parece bien que lo haga, hay que renovar los equipos. Pero hay que conversar más, tiene que dialogar más con las fuerzas políticas. Es verdad que hoy la imagen pública de los partidos es deplorable, pero recuperaron la democracia a un alto costo, y cuando habla con los interlocutores de los partidos, detrás de ellos hay miles de militantes y una experiencia invaluable. Hay una trayectoria de la que no se puede prescindir. Al candidato se le debe respetar la autonomía, pero el diálogo tiene que ser mayor. Hay incomunicación, eso es claro. La campaña necesita un diálogo mucho más intenso.

-¿Es un problema que el PC ocupe roles estratégicos en el comando?

-En política, las cosas siempre evolucionan hacia su equilibrio. Si hay una sobredimensión de los comunistas, ellos mismos se van a dar cuenta y llegarán a la conclusión de que eso tiene que corregirse. Recuerdo el año 70: el PC se dio cuenta de que la UP podía ganar, pero que si Pablo Neruda era el candidato, eso no iba a ocurrir. Imagino que ellos también ahora están alertas para corregir oportunamente cualquier desequilibrio.

-¿Es de los que creen, como han señalado políticos y analistas, que el Frente Amplio puede "desangrar" a la izquierda?

-No, ellos van a ser un nuevo actor. Al lado del PS y el PC siempre han surgido partidos nuevos. Lo fue el MIR en su época, el MAPU, el PPD. Y el PS y el PC no dejaron de existir. Pero creo que el Frente Amplio llegó para quedarse, no es un fenómeno breve ni temporal. Eso no me inquieta, es la ley de la vida.

-¿Se está jubilando a una generación política de la cual usted forma parte?

-Las generaciones se jubilan por biología, no por política. Puede que los fenómenos coincidan, pero son muy diferentes. Por ejemplo, la izquierda en EE.UU. ha resurgido con un líder que tiene más de 70 años: Bernie Sanders. Entonces, son fenómenos diferentes. Toda generación va a ir dejando su lugar a aquella que viene de atrás, eso es inevitable.

"Se necesita generar una presencia programática en la candidatura de Guillier mucho más potente. Ese es el déficit"

"Desde 2010 ha habido una presión muy fuerte sobre las finanzas públicas. Piñera tiene una primerísima responsabilidad y la elude".

"Veo que ya andan algunos preparándose para el día posterior a la elección para sacar las boletas y pasar las cuentas".

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