lunes, 17 de diciembre de 2007
Azucena González y Alejandro Sáez
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Los créditos de consumo per cápita son tres veces menores en México que en nuestro país. Pero hay un proceso de cambio y ya 15 actores tramitan licencias bancarias.
En México, 16 millones de personas ganan el equivalente a $1.000.000 chilenos al mes. Y otros 11 millones de habitantes de ese país perciben en promedio casi $3.000.000 chilenos cada 30 días.
Y aunque es cierto que hay una enorme competencia por captar ese poder adquisitivo, también hay áreas que todavía están muy por debajo del desarrollo que se observa en Chile.
Por ejemplo, los créditos de consumo per cápita son casi tres veces más bajos en la nación azteca en comparación con nuestro país.
De ahí, el enorme interés que despierta México entre las empresas nacionales, que paulatinamente están empezando a mirar de cerca esa economía.
Un mercado cuyo consumo privado supera, con creces, al de Chile, Perú, Colombia y Argentina juntos.
Ripley y su reciente alianza con Alberto Baillères es parte de la saga que en el retail inició Farmacias Ahumadas (Fasa) en 2002, al adquirir la cadena de farmacias Benavides. Hoy la firma controlada por la familia Codner está valorada en US$ 400 millones, la inversión chilena más grande en ese país.
"México ha mejorado de manera relevante su ambiente de negocios, en lo que se refiere a la apertura de una empresa, registro de una propiedad, obtención de crédito y cumplimiento de los contratos", cuenta un vocero de la empresa Molymet, que está presente en México desde 1994. La minera está en la zona noroeste de ese país, en el municipio de Cumpas, en el estado de Sonora, distante 200 kilómetros de la frontera con los Estados Unidos. La inversión total de la firma ya suma US$ 50 millones. Mientras sus resultados 2006 crecieron en 143% respecto del año anterior y la utilidad llegó a US$ 14,6 millones el año pasado.
Los buenos números también han acompañado al BCi, banco que en 2004 abrió una oficina de representación. Su objetivo es dar préstamos a empresas locales y también acompañar a los exportadores e inversiones chilenas.
Los resultados hablan por sí solos: en 2005 intervino en colocaciones por US$ 74 millones y en 2006 el volumen se acercó a lo que la firma tenía previsto para el período, US$ 115 millones. Un salto mayor al 50%.
Crece la bancarización
La industria financiera mexicana muestra un nivel de penetración mucho más bajo que en Chile. Mientras en nuestro país los créditos alcanzan al 80% del Producto Interno Bruto (PIB), en México sólo llega al 20%.
A nivel de las personas, en Chile los créditos de consumo en promedio son de US$ 804 por habitante, mientras que en México sólo son de US$ 385.
Pero según analistas mexicanos, la situación está en proceso de cambio. No por nada, Wal Mart acaba de recibir la autorización para hacer su propio banco, al igual que la tienda por departamentos Coppel, explica José Manuel González, socio de KPMG México.
El alto ejecutivo afirma que además están en proceso 15 nuevas licencias para operar bancos y una gran parte son de compañías de retail. Se está dando la misma apuesta por retail financiero que han seguido las compañías en Chile.
Para las tiendas chilenas de consumo masivo, el mercado mexicano se presenta otra ventaja: por el factor climático y el hecho de estar en estaciones distintas, puede haber eficiencias en el traslado de mercaderías entre una nación y la otra. Lo que en el verano se vende acá, puede luego ofrecerse en México o a la inversa, por ejemplo.
La estabilidad económica mexicana ayuda a las perspectivas de inversión y nuevos negocios. El producto está creciendo entre 3% y 5% anual en los últimos años.
