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Las amenazas de Hugo Chávez a las empresas españolas, luego del duro cruce con el rey de España, siguen resonando por América Latina. Y aunque se teme que sus declaraciones ahuyenten las inversiones ibéricas, éstas ya no tienen como principal destino la región.
La distribución geográfica de la inversión española ha cambiado. En 1997, América Latina absorbía más de la mitad de esta inversión, en 2006 apenas representaba el 4%, lo que se contrapone con el 78% que ese año alcanzó la Unión Europea, según cifras del Anuario 2007 de la Internacionalización de la Empresa Española. Los expertos concuerdan en que haya clara tendencia al cambio de orientación.
Las empresas españolas "no abandonan América Latina, pero sí invierten en Europa y en EE.UU. Proporcionalmente, se reduce el peso de la región. Esto es, estratégicamente hablando, muy importante", afirma Mauro Guillén, director del Lauder Institute de la Universidad de Wharton.
Distintos aspectos parecen explicar el menor atractivo de la región estos últimos años: "No se puede seguir invirtiendo las inmensas cantidades de los años "80 o "90, porque ya no hay más cosas que comprar", afirma Guillén.
Por otra parte, tanto la crisis Argentina como el proceso de rechazo a las privatizaciones en algunos países, habrían influido en este cambio de estrategia.
Además, según Guillén hay una mayor apertura en los mercados europeos y la evolución del dólar favorece la inversión en Norteamérica.
Estos son los destinos que atraen a las multinacionales ibéricas: En 2006, el Reino Unido recibió el 56% del total de las inveriones españolas.
Y aunque las compañías confirman ahora más que nunca su compromiso con la región, Mauro Guillén afirma que "este movimiento hacia Europa y Estados Unidos es para tratar de diversificarse" y agrega que "América Latina, salvo Chile, es una región muy volátil".
"Lo que ocurre en Venezuela, pone en relieve los logros de Chile", afirma el economista Mauro Guillén.
Y se refleja en la percepción del empresariado español. El país ocupa el 4° lugar en el Índice de Valoración de la Inversión Española en el Exterior, presentado en septiembre pasado. En este estudio el país es el preferido de la región, seguido de México y Brasil.
Salvo por el caso puntual del año pasado, España es el segundo inversor en Chile después de EE.UU. Y parece que continuará así. A lo anunciado por Endesa (US$ 2.500 millones en los próximos 5 años) se suman los objetivos de otras transnacionales. El BBVA invertirá hasta 2009 US$ 110 millones y en lo que queda del año, el Grupo Telefónica decidió aumentar su plan de inversiones en 20%.
Sin embargo, las inversiones en concesiones y obras públicas estarían frenadas de acuerdo a Vicente Aresti, presidente de la Cámara Oficial Española de Comercio de Chile. "Las empresas españolas esperan más señales de parte del Estado de Chile de manera de poder estar más presentes en esa área", afirma Aresti.
Una esperanza: ahora viene el impulso de las pymes ibéricas
Ahora las pequeñas y medianas son las que llevan la batuta. El año pasado, 400 pymes españolas visitaron Chile. Según Vicente Aresti, hay varias razones que impulsan esta marcada tendencia: "El tratado de doble tributación con el país ibérico y en especial los acuerdos de libre comercio que tiene el país, son muy atractivos para las nuevas inversiones".
Esta percepción es compartida por Eduardo Mena, vicepresidente de Comité de Inversiones Extranjeras (Cinver), quien comenta que hay "muchísima más llegada de pymes extranjeras". Según Mena, esto se produce "por la creciente asociatividad que se genera con empresas españolas y empresas de la región que quieren invertir en Chile como país plataforma para llegar a otros mercados". Para apoyar este movimiento, Cinver junto con la Sofofa lanzaron un sistema informático para que los inversionistas puedan utilizar de mejor manera los tratados de libre comercio que tiene el país.