lunes, 10 de diciembre de 2007
Claudia Ramírez, Bernardita Serrano
Reportajes del lunes, El Mercurio
A pesar de que ambas entidades son socias en la tarea de entregar educación a los niños menores, y ambas dependen del Gobierno, las diferencias en asignaciones llegan a $13 mil mensuales por niño atendido. Para 2008, las dos recibirán aumentos de presupuesto para cumplir con la meta de 900 nuevas salas cuna.
En su primer día como Presidenta, Michelle Bachelet dejó claro que la educación preescolar era prioridad. El compromiso fue categórico: "Que todos los hijos, sobre todo de las familias del 40% con menos recursos de nuestro país, puedan tener acceso a sala cuna y jardín infantil".
De eso ya han pasado casi dos años y hoy la Junji (Junta Nacional de Jardines Infantiles, dependiente del Ministerio de Educación) e Integra (fundación de derecho privado de la Presidencia de la República) se han enfocado con éxito a cumplir con el mandato presidencial de velar por la educación de los menores de 4 años.
Para esto, ambas instituciones reciben platas estatales. Sin embargo, las diferencias presupuestarias entre una y otra son grandes.
Lo cierto es que la Junji casi duplica a Integra en la cantidad de niños que atiende y los recintos a los que entrega subvención, pero la diferencia está en la cantidad de plata que cada una asigna por niño atendido.
Mientras la entidad estatal entrega mensualmente, en promedio, $115 mil por cada lactante, la fundación privada da $128 mil. Pero las cifras se revierten en favor de la Junji en jardines infantiles, donde la diferencia es también de más de $12 mil por niño atendido.
Y aunque las dos instituciones están trabajando para lograr la meta de abrir 70 mil nuevos cupos en sala cuna y 43 mil en jardín infantil al 2010, lo que cada una puede aportar para lograrlo es distinto. Mientras la Junji tiene que desarrollar 750 salas cuna en 2008, Integra sólo 150. Lógicamente, eso influye en la asignación presupuestaria para 2008.
Sin embargo, la diferencia de lo que cada una de las instituciones dispone para atender a preescolares no deja de sorprender, sobre todo porque con desiguales recursos deben entregar el mismo servicio. "No enjuicio las decisiones políticas, pero hay un tema de mercado que conviene observar. Esto atenta contra nuestra competencia porque si un alcalde debe elegir entre una y otra red, obviamente se inclinará por la que ofrece mayor subvención por niño", explica Loreto Amunátegui, directora ejecutiva de Fundación Integra.
Mejor atención
En la Junji aseguran que inquietan las diferencias de dineros asignados. "Hemos planteado preocupación por las distancias de recursos puesto que nuestro foco es el mismo y los niños deberían tener un costo similar, independientemente de la entidad. Sin embargo, es una de las dificultades que aún no se resuelven. Son decisiones que hay que tomar a la brevedad, pero seguramente se fundamentan en el tema de que ellos son una fundación y nosotros somos organismo público", comenta María Estela Ortiz, secretaria ejecutiva de la Junji, quien agrega que en lo que sí se ha avanzado es en la entrega de la misma alimentación para todos los niños sin importar la institución, lo que se ha ido logrando a medida que ha sido necesario hacer nuevas licitaciones.
Por su parte, el Ministerio de Educación ya se ha hecho cargo de estudiar los desequilibrios entre ambas entidades y está realizando un análisis del coeficiente (cantidad de profesionales por niño) y de las remuneraciones de estas instituciones.
Respecto a la evaluación de la cantidad de personal, el incremento presupuestario para 2008 de Junji consideró mejorar la calidad de la atención por medio del aumento de profesionales. Si hasta hoy hay una educadora de párvulos por 40 lactantes y un técnico parvulario para 10, desde 2008 habrá una educadora para 20 niños y un técnico por cada 6. A partir de enero, contratarán a 900 personas, las que recibirán capacitación.
El estudio de las remuneraciones responde a críticas que ha recibido el sistema, especialmente después de las protestas que hicieron algunos funcionarios de Integra que aseguran ganar menos de $90 mil pesos mensuales.
Pero el análisis de coeficiente y salario que encabeza el Ministerio de Educación, cuyos primeros resultados estarían durante este mes, no es tan sencillo. "Es complejo comparar a una institución privada, que se rige por el Código del Trabajo con una pública, que depende de un estatuto administrativo", asegura Loreto Amunátegui.
Trabajo conjunto
A pesar de la distancia presupuestaria, ambas instituciones trabajan en conjunto en un "mapeo" del país para ubicar, de acuerdo a los recursos de que dispone cada una, jardines y salas cuna en los lugares donde hay escasez. En la Junji enfatizan que son "socias" en este tema y que esta coordinación partió en 2006 para asegurar una mejor cobertura.
Pero no sólo los organismos gubernamentales están trabajando coordinados en la tarea de mejorar la educación preescolar, las instituciones privadas también han sido invitadas a incorporarse. "Desde el año pasado nos reunimos para gestionar metas conjuntas, compartir estudios y experiencias", asegura Ingrid Gallardo, asesora técnica nacional de Educación Inicial del Hogar de Cristo.
Iniciativas como ésta, que estimulan el compromiso público y privado con los niños, han permitido pasar de tener 700 salas cuna en 2005 a más de 1.700 al 2007, las que son administradas entre Junji e Integra. Ahora el desafío es lograr levantar 900 nuevas salas cuna durante 2008 en los lugares en donde se necesite.
