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Inflación podría estar sobredimensionada

viernes, 07 de diciembre de 2007

Franco Vera Mejías
Economía y Negocios Online, El Mercurio

Al mirar la inflación subyacente, las variaciones se han mantenido normales.

Según el estudio Tópicos y Perspectivas Económicas 2007 hecho por los asesores financieros Munita, Cruzat & Claro, las preocupaciones que se han dado a nivel mundial por los aumentos en la inflación no deberían sobredimensionarse.

El estudio analiza factores como el precio del petróleo y los alimentos. El petróleo, por ejemplo, ha subido de 10 dólares el barril a los casi US$ 100 que alcanzó este año. Otro factor es la fuerte caída del dólar (cercana al 20%) desde 2002, que supone una mayor "inflación importada" y un impulso a la valorización de los commodities.

A los dos factores anteriores se suma el temor que ha generado China, que hasta el momento se ha comportado como un exportador de deflación, pero que muy rápido ha aumentado su inflación desde un 0,8% en marzo del año pasado, hasta el 6,5% registrado en octubre pasado (inflación que ya se proyecta en 11% para 2008).

Así, EE.UU., la zona Euro y otros países como China, Japón y muchos sudamericanos han visto cómo las tasas de inflación se ubican por sobre las expectativas. Sin embargo, y pese a que esos factores podrían incidir en una mayor predicción de las tasas inflacionarias, el estudio hace énfasis en que las mayores expectativas de inflación del mercado (que se miden a través de la tasa de inflación implícita en los bonos ligados a inflación) serían en gran parte una respuesta rezagada a la mayor inflación actual. Jorge Tapia, de "Munita...", explica que otro de los motivos por los que no se debe sobrerreaccionar es que se tiende a confundir el "shock de precios relativos" con un "alza generalizada del nivel de precios".

El primero (shock) se refiere a un aumento en un sector determinado de la economía (como un aumento en el precio de los alimentos por las heladas de invierno), mientras que el segundo se determina cuando todos los precios de bienes y servicios ofrecidos aumentan.

Así, Tapia explica que pareciera más adecuado mirar la inflación subyacente (aquella que excluye a productos específicos y de precios volátiles o sujetos a especulación), para apreciar que la inflación no ha tenido la gran variación que se ha criticado.

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