Farmacias comienzan con la venta legal de marihuana para uso recreativo en Uruguay
jueves, 20 de julio de 2017
Jean Palou Egoaguirre
Internacional
El Mercurio
Los usuarios pueden adquirir un sobre con cinco gramos de cannabis por unos US$ 6,4. En el primer día se agotó el stock en Montevideo.
Ya desde primera hora de la mañana, largas filas de personas se formaron en las afueras de las 16 farmacias habilitadas para la venta legal de marihuana para uso recreativo en Uruguay, el primer país en el mundo en regularizar totalmente la producción y la compraventa de cannabis. El experimento uruguayo, un intento pionero por buscar un enfoque distinto a la lucha contra el narcotráfico, entra así en su última etapa de implementación, tras la aprobación de la ley en diciembre de 2013 que estableció tres vías de acceso a la marihuana recreativa: al autocultivo doméstico y a los clubes cannábicos -que tienen que cumplir una serie de requisitos y deben registrarse ante el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca)- ahora se suma la comercialización directa en locales farmacéuticos de marihuana sembrada y cosechada por dos empresas privadas en terrenos bajo control del Estado, que también somete la droga a monitoreos de calidad. "A partir de hoy vamos a poder evaluar si la regulación es una alternativa viable. Nosotros realmente confiamos que sí, porque las políticas prohibicionistas que venimos aplicando hace más de 50 años en América Latina no han funcionado", comentó a "El Mercurio" Florencia Lemos, vocera del colectivo Pro Derechos, que ha impulsado la legislación sobre la marihuana en Uruguay. "Esto es una regulación, no es una liberalización total", destacó. Los primeros compradores de marihuana legal también destacaron el avance de este nuevo marco regulatorio. "Podíamos fumarla, pero no comprarla ni plantarla, y ahora llegamos a un punto donde están garantizados los derechos como consumidores y la libertad de consumir", dijo a la agencia Reuters Xavier Ferreyra, un empleado público, tras adquirir su primer paquete sellado de cannabis. "Con este mecanismo me garantizo en una farmacia que no tengo que ir a comprarla a cualquier tugurio, como lo hacía antes, y además la calidad, porque aquí pasa por controles del Estado", añadió. En medio de las críticas de la Asociación de Química y Farmacia del Uruguay, que rechazó que se usen farmacias para vender la droga, solo 16 locales (de más de 1.200) en 11 de los 19 departamentos se adhirieron a la distribución. Pero la demanda era alta. "No hemos parado hoy. Es gracioso: en dos horas vendimos apenas tres medicamentos, pero hubo 30 personas que llegaron para comprar marihuana", comentó a la AFP una empleada de una de las farmacias, que por ley disponen de un stock máximo de dos kilos, o 400 paquetes, que deben conservar bajo llave. "Para mí es una oportunidad de tener más clientes, como negocio puede ser más rentable", dijo Sebastián Scaffo, propietario de la farmacia Tapie, una de las cuatro de Montevideo donde se agotaron las existencias. Hasta ahora hay 4.959 personas registradas como adquirientes de marihuana en farmacias, pero se estima que esa cifra subirá a cerca de 30.000, ya que se calcula que en Uruguay existen unos 160.000 consumidores, de los cuales 60.000 lo hacen de manera frecuente. Los usuarios, que deben ser ciudadanos uruguayos o residentes mayores de 18 años, están obligados a marcar su huella dactilar al momento de la compra, de modo que queda registro y no pueden adquirir más que el tope máximo de 10 gramos por semana y 40 gramos al mes. Los envases dispuestos -que incluyen una estampilla de seguridad que garantiza su autenticidad- contienen cinco gramos de marihuana, que se venden a un precio reajustable de 187 pesos uruguayos (unos US$ 6,4). Se trata de un valor mucho menor al del mercado ilegal, donde 25 gramos de cannabis de buena calidad cuestan entre US$ 70 y US$ 100, mientras que el prensado paraguayo, de dudosa procedencia, vale unos US$ 24. En esta primera etapa, las empresas adjudicatarias del Estado, Symbiosis e International Cannabis Corp, distribuyeron dos variedades de cannabis, denominadas Alfa I y Beta I: una de ellas es de predominancia índica y la otra es de tipo sativa, ambas con un promedio de 2% del componente psicoactivo Tetrahidrocannabinol (THC). Precisamente, uno de los cuestionamientos de los usuarios que ya probaron la droga era su "suavidad" debido a su bajo nivel de THC. "De gusto, está bien; ahora veré si pega ", afirmó Javier, uno de los primeros compradores, al diario El País de Uruguay. Con la venta en farmacias, Uruguay completa la implementación de la Ley 19.172 de Regulación de la Marihuana, por la cual ya existen en el país 6.948 personas registradas ante el Ircca como autocultivadores -que pueden tener un máximo de seis plantas hembras- y 63 clubes cannábicos, que tienen entre 15 y 63 socios. "Yo creo que no hay que tener prejuicios y que Uruguay está ensayando un camino", dijo el ex Presidente José Mujica, impulsor de la regulación del mercado de la marihuana para quitarle clientes al narcotráfico. La política, no obstante, todavía genera suspicacias, como las del diputado Gerardo Amarilla, del opositor Partido Nacional, quien presentó un proyecto en el Congreso para eliminar de la ley lo referente a la distribución por farmacias: "Esta nueva vía va a confirmar un mensaje contradictorio, dando la idea que es algo bueno para la salud, contrariamente a lo que es la marihuana". Lemos, quien es socia de un club cannábico -lo que le impide comprar la droga en una farmacia-, aseguró que "seguramente va a haber muchas cosas que modificar y mejorar", pero que vale la pena el experimento. "Ojalá se pueda exportar la visión de que el prohibicionismo ha hecho estragos en nuestras democracias y economías", afirmó. "Tenemos que probar opciones, porque no podemos seguir llenando las cárceles. Y Uruguay está probando una alternativa, esperemos que salga bien".
