domingo, 02 de diciembre de 2007
Azucena González San Martín.
Enfoques, Economía y Negocios
Organiza la venida del Premio Nobel de Medicina del año 2001. De lleno metido en la acuicultura, asesora a la industria de camarones en Ecuador y México.
Para marzo de 2009 Alejandro Weinstein está organizando una nueva expedición de montañismo: participarán unas 18 personas, incluido un selecto grupo de invitados, comenta el propio empresario, dueño de Corporación Farmacéutica Recalcine -uno de los laboratorios más grandes del país- y quien se ha convertido en uno de los referentes en investigación científica en Chile. Con más de una decena de proyectos en desarrollo en alianza con distintas universidades, por estos días Weinstein trabaja a full en una iniciativa académica.
A través de Recalcine y la Fundación Genómika -que genera investigación relativa a las células madre y que puso en marcha Banco de Vida, el primer banco público de celulas madre- planea una cumbre científica.
Aprovechando una gira por Latinoamérica de varias eminencias vinculadas al tema, organiza una reunión para el 15 de enero, en la que participará el Premio Nobel de Medicina 2001, Tim Hunt, junto a otros destacados investigadores, quienes expondrán en relación al cáncer y células madres. En el evento, donde participarán también los investigadores Bruce Alberts, Martin Raff, Mary Maxon y Peter Walter, aprovecharán de presentar una nueva versión del libro The Cell, la "biblia" de la comunidad médica.
Weinstein tiene claro los alcances de su apuesta. "La única vía que tienen los empresarios para diferenciarse es la investigación (...) La gracia de poner empresarios junto con la ciencia es que nosotros le damos el sentido de mercado, de ver si hay demanda", dice. Y pone como ejemplo, las aristas insospechadas que se abrieron en el trabajo de células madre que hace con la Universidad Católica, con la posible aplicación a la calvicie de una tecnología salida de estas investigaciones.
Enemigo de dar cifras, Weinstein plantea que no lleva la cuenta de cuánto patrimonio personal ha dedicado a estos emprendimientos. "Consumen el 80% de mi patrimonio neuronal", dice.
Una de sus apuestas fuertes es la acuicultura, tras captar el enorme espacio que hay para crecer en un sector que tiene necesidad de hacer inversiones en su patrimonio sanitario.
"Voy a ver posibles nuevas adquisiciones de empresas vinculadas al área de salud de los salmones (...) Estamos consolidando un grupo de empresas en lo que es salud de salmones, detección de sus enfermedades y residuos", recalca.
Ya Weinstein tiene camino avanzado: a través de la firma Bioalgae -en sociedad con la Universidad de Concepción- desarrollará el pigmento de los salmones a partir de algas. El proyecto están en la etapa de inversión en la planta productiva, que por estos días los socios definen si estará en Concepción o Puerto Montt, con la expectativa de estar en el mercado a fines de 2008.
Además a través de Recalcine provee medicamentos y vacunas a la industria. Y en sociedad con Fundación Chile maneja Aqua Gestión, que hace diagnóstico de enfermedades.
Pero hay más. Aprovechando el conocimiento en la materia, Weinstein decidió ir más allá de las fronteras, asesorando a la industria camaronera a través de Recalcine. "Estamos desarrollando más o menos el mismo modelo de negocios que desarrollamos con salmones en el sur de Chile, con camarones en Ecuador y México. Estamos desarrollando productos para la industria, en la parte farmacológica", comenta.
Con el laboratorio también este año abrieron el mercado tailandés tras llegar a un acuerdo con la farmacéutica Sinensix para exportarles productos, el segundo mercado que abren en el Sudeste Asiático (tras Vietnam).
Con la Universidad de Concepción, Weinstein formó Antares, una firma que ya este año partió en agosto con la comercialización de Biopiel, un apósito biotecnológico que sirve para regenerar piel dañada. Y los resultados han sido auspiciosos: están de lleno haciendo las pruebas para llevarlo a Estados Unidos y Latinoamérica y han desarrollado un producto gel para aplicarlo en otros rubros quirúrgicos (arrugas o microcirugías). "Hay facturación del producto", dice Weinstein.
