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El proyecto de ciencia ciudadana se realiza en todas las regiones del país:

Los Científicos de la Basura cumplen 10 años fomentando la investigación entre escolares

lunes, 17 de julio de 2017

Margherita Cordano F.
Educación
El Mercurio

Con ayuda de estudiantes de entre 5° y 8° básico, la iniciativa busca investigar y disminuir la cantidad de desechos que llegan hasta las costas del país. En una década de trabajo, la red ya ha entusiasmado a cerca de 10 mil niños, de los cuales varios hoy siguen carreras relacionadas con la indagación.



Cristóbal Silva (22) vivió el último verano arriba de un barco. Como parte de la tripulación del capitán Charles Moore, oceanógrafo estadounidense y fundador del instituto de investigación Algalita, su labor fue ayudar a tomar muestras de plásticos alrededor de la costa chilena.

"Antes de empezar el viaje también ayudé en el análisis de muestras que se obtuvieron cerca de la Isla de Pascua. Me sorprendí al ver la enorme cantidad de microplásticos que contenían", comenta el estudiante de último año de la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medioambiente de la Universidad Católica del Norte, en Coquimbo. La ciudad es en la que Cristóbal creció y donde a los 12 años por primera vez escuchó hablar sobre Científicos de la Basura, el proyecto de ciencia ciudadana que investiga la cantidad y el origen de los desechos que llegan hasta las playas de Chile.

"En nuestros viajes por la costa del país -investigando algas flotantes como el cochayuyo-, siempre nos dimos cuenta de que había mucha basura en las playas. Y mirando la basura, también notamos que probablemente venía de fuentes locales, pero no había datos científicos. Sin esto, es difícil concluir y diseñar estrategias de mitigación del problema", comenta Martin Thiel, investigador de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte y del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza).

"Como en nuestras observaciones tuvimos la impresión de que mucha basura venía de los mismos usuarios de la playa y no de otros países con las corrientes marinas, pensamos que la solución también tenía que ser local. Y se nos ocurrió que era bueno empezar con la generación joven, que aún está preocupada de su futuro", agrega Thiel, director del programa.

Desde 2007, casi 10 mil alumnos de todo el país han ayudado a recolectar datos sobre los desechos que llegan a la arena y orillas del mar. Desde colillas de cigarro hasta aserrín. En el caso de la playa del Cóndor en Guayacán, este venía de un aserradero ilegal que terminó siendo cerrado.

"El haber participado en este proyecto, que lleva la ciencia a terreno de forma entretenida y reveladora, influyó en mi manera de pensar. Obtuve un cambio de conciencia real frente a una gran problemática que no todos ven, pero que afecta a todo el mundo. Entendí que las ciencias están hechas para descubrir verdades que a simple vista no se ven o entienden", explica Cristóbal Silva, quien está dedicado a crear conciencia sobre la necesidad de cuidar el ecosistema. Motivado por su paso, hace una década, por los Científicos de la Basura fue que decidió ser voluntario en la reciente expedición de Charles Moore.

Metas pendientes

Actualmente, los Científicos de la Basura trabajan con una red de 40 colegios repartidos en todas las regiones del país. "Incluso en las islas oceánicas", comenta Thiel, quien agrega que la mayoría de los niños que ayudan a separar basura, distinguir entre desechos y más tarde generar proyectos de protección ambiental, cursan entre 5° y 8° básico.

"Nosotros hemos hecho múltiples actividades, como investigar la cantidad y tipo de basura en las playas, ríos y humedales; investigar la cantidad y tipo de basura consumida por la gaviota dominicana; visitas al relleno sanitario de la ciudad y a una planta recicladora", cuenta Isabel Espinosa, profesora de Ciencias del colegio Los Carrera de Coquimbo y docente que lleva 10 años enseñando el método científico con ayuda de las actividades propuestas por la red.

Espinosa concuerda que aprender en terreno motiva a los niños a entusiasmarse con la materia.

"Cuando cursaban 3° medio, dos estudiantes desarrollaron su propio proyecto, que consistió en realizar las gestiones para rescatar y limpiar una playa en particular. Esto fue motivo para que los invitaran a la cumbre Plastics are Forever en Los Angeles, Estados Unidos. Ambos ahora estudian Ingeniería".

Martin Thiel tiene una sensación ambigua por cumplir una década de trabajo. Aunque por un lado celebra que más personas "tengan conciencia de la problemática de la basura en el ambiente y estén actuando en sus hogares para reducirla", también cree que es triste que después de tanto tiempo, "algunas cosas han mejorado, pero la situación de la basura en el medio ambiente aún no lo ha hecho sustancialmente". Para el académico, la meta es que en "10 años más ya no haya basura. De esta forma, los Científicos de la Basura se van a poder dedicar a otros temas más interesantes para sus investigaciones, como la vida marina".

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