"El mayor error de la reforma es pretender transformar de manera muy radical el sistema universitario"
domingo, 09 de julio de 2017
Nicolás Álvarez Arrau
Nacional
El Mercurio
Sobre la idea de universidades estatales, Hugo Lavados dice: "Nos hemos enredado en una discusión absurda y mal planteada sobre quién produce bienes públicos".
En 2008, la Presidenta Michelle Bachelet nombró a Hugo Lavados como ministro de Economía. Dos años estuvo en el cargo, y hoy, en una labor muy distinta, se desempeña como rector de la Universidad San Sebastián. Desde el octavo piso de la casa central de calle Bellavista -con una vista privilegiada de Santiago oriente y la cordillera-, Lavados no vacila en criticar la reforma a la educación superior. Eso, a pesar de sentir un "tremendo aprecio" y un "gran reconocimiento" por la Presidenta Bachelet. "El mayor error es pretender transformar, de manera muy radical, el sistema universitario", enfatiza. Y agrega: "Cuando uno parte de una idea preconcebida y define una política sobre esa base, termina con un proyecto como este, que creo que es muy negativo desde el punto de vista del sistema". Coincide con los argumentos de Sánchez Consultado por las críticas del rector Ignacio Sánchez al proyecto de universidades del Estado, Lavados advierte que no es comentarista de su par de la Universidad Católica. Sin embargo, coincide en sus argumentos. "El que suban mucho los recursos asignados a las universidades estatales significa que alguien tiene que bajar", plantea. Las privadas -agrega- correrán esa suerte. En esta línea, dice que en Chile hay tres universidades que "debieran tirar el carro": dos privadas y una estatal. Lamentablemente -precisa-, "ahí hay un conjunto de temas donde nos hemos enredado en una discusión absurda y mal planteada sobre quién produce bienes públicos". A juicio del rector, este debate comenzó cuando Nicolás Eyzaguirre aún era ministro de Educación. "Los argumentos que se dieron en aquel momento no resistían el menor análisis lógico, y todavía uno escucha esos mismos argumentos tautológicos; es decir, circulares", afirma. Sesgo ideológico Lavados se siente discriminado. "Para hacer un diagnóstico (en contra de los planteles privados) eligen aquellos casos que sirven simplemente para ratificar el juicio final, que en muchos casos es un prejuicio". Y cuando esto ocurre -añade-, "se genera una muy severa dificultad para poder tener diálogo". Respecto a los planteles privados que podrían cerrar a causa de su mal desempeño, Lavados argumenta que para evitar este desenlace, primero debe existir obligatoriedad en la acreditación. "Hay universidades que han estado por muchos años en ese estatus (no recibir la acreditación). Entonces, es en esas universidades donde han existido mayores problemas, y ahí hay que tener mucho ojo", sostiene. La única forma de evitar estas situaciones es la colaboración, afirma. Pero advierte que cuando las instituciones intentan ayudar a los estudiantes de estos planteles, el panorama se complica. "Es muy difícil resolver esto, porque tiene efectos negativos en la propia acreditación de la universidad que está tratando de colaborar. Ahí hay un problema que hay que corregir".
