El avance de las monedas virtuales en Chile: cuatro empresas transan más de US$ 7 millones mensuales y suman casi 20 mil clientes
domingo, 02 de julio de 2017
Claudia Ramírez
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio
ace algún tiempo, un grupo de emprendedores que lidera Guillermo Torrealba me pidió apoyo para una iniciativa que querían desarrollar y que se refería al bitcoin, del cual yo solo tenía conocimiento muy general. Tomé el desafío y comenzamos a trabajar sobre base pro bono y fui entendiendo algo más de esta criptomoneda o herramienta de nueva generación que, creo, será uno de los elementos que acompañarán el desarrollo de las nuevas tecnologías en la economía". "Los fundadores invitaron a algunos inversionistas a participar como minoritarios en la propiedad de la empresa y acepté encantado, ya que me permite estar informado de la operación de la alta tecnología en el mercado y que cada día es más relevante en el entorno mundial. Tomé la decisión de mantenerme solo en el ámbito de la intermediación y no invertir en bitcoins. Fue una mala decisión económica, pero me ha permitido analizar de manera muy imparcial la operación de la empresa". El relato es del abogado Fernando Barros, socio del estudio Barros y Errázuriz, y que participa en la propiedad de SurBTC, una de las empresas en Chile que actúa como bolsa de compra y venta de las monedas virtuales bitcoin y ethereum (ver recuadro). El bitcoin se lanzó a nivel mundial en 2009, al alero de un autor o autores aún desconocidos, de seudónimo Satoshi Nakamoto. Es parte de las criptomonedas que permiten invertir y hacer compras por internet en comercios que acepten este tipo de divisas en el mundo. Una de las peculiaridades de este tipo de divisas es que no están reguladas por ningún organismo, por lo que cualquier persona puede acceder a ella: a cambio de transacciones en dinero, y de entregar algunos antecedentes personales a la empresa que actúa como plataforma de compra y venta, o también, comprando directamente en la web. Justamente, la desregulación de las criptomonedas o monedas virtuales es lo que ha generado críticas y ha abierto un debate a nivel internacional. Algunos la ven como la moneda del futuro en el mundo online . Otros, escépticos, temen que sea una burbuja que explote. Se cuestiona, además, que estos instrumentos pueden amparar el financiamiento de actividades ilegales y por los hackeos que han recibido algunos receptores de estas divisas virtuales. Sin embargo, en la industria de criptomonedas se defienden: "El bitcoin, a diferencia de lo que se piensa, dificulta el comercio ilegal. No es fácil vender bitcoins en grandes cantidades, sin pasar por las reglas de compliance y antilavado de dinero. Por lo general, todas las plataformas de compra y venta de bitcoin aplican esas reglas. Y como toda transacción queda registrada en el blockchain (ver recuadro), en algún punto se puede localizar al criminal", señala Tiago Struck, brasileño que vive en Chile desde hace tres años y es CEO Founder de ChileBit.NET. Andrés Junge, CEO de Yaykuy, la primera empresa chilena en ofrecer compra y venta directa de bitcoins desde 2014, complementa que toda nueva tecnología genera críticas. "Quizás en el futuro bitcoin desaparezca, pero la tecnología subyacente, el blockchain perdurará, dado que la innovación que propone es un cambio de paradigma que aún no alcanzamos a dimensionar", estima. En lo que va del año el bitcoin sube 162,87% Este año, el bitcoin alcanzó valores históricos, rozando los US$ 3 mil la unidad, y en lo que va de 2017 anota un alza de 162,87%. Solo en junio, de 9,47%. ¿Qué hay detrás de esta alza? En la industria hablan de un acelerado crecimiento de la demanda de bitcoins, versus una oferta escasa. De hecho, la emisión de bitcoins está fijada y se estipula que se llegará a un máximo de 21 millones de bitcoins en circulación en el mundo, límite que se alcanzaría en 2030. Guillermo Torrealba, CEO de SurBTC, firma chilena que se originó en 2014 y que también opera en Colombia y mira otros lugares en Latinoamérica, complementa: "El bitcoin y todas las criptomonedas que vienen después lograron resolver un problema que había desde que existe la computación, y es que haya dinero que sea propio de internet, posible de mover libremente por el globo, sin tener que depender de la infraestructura bancaria propia de cada país. Un peso chileno solo le sirve al sistema bancario chileno. Si quieres mandar esa plata a alguien en Estados Unidos, por ejemplo, eso pasa por un proceso mucho más torpe. No es 24/7, no es instantáneo ni está 100% en línea y es súper caro", resume, en alusión a las tasas de cambio. "Pueden quebrar empresas e incluso países, se puede caer el mundo, pero si yo tengo mi dirección y mi clave directo al protocolo, ahí sigue mi plata. No dependo de nadie", indica Mario Basaure, asesor financiero, que invierte en bitcoins y es director de SurBTC. Juan Saieh, gerente general de TradeBTC, plataforma chilena para comprar y vender bitcoins que se lanzó el año pasado, dice que esta moneda, además, ofrece otras garantías que no entregan los instrumentos tradicionales y que eso explicaría sus alzas. "El bitcoin no es censurable -no es necesario contar con el permiso de una autoridad central para utilizarlo- y no es devaluable, es decir, no existe una banco central con facultad para manejar la masa monetaria", puntualiza. Mayoría de los inversionistas chilenos son hombres de hasta 35 años En Chile, las criptomonedas son un negocio incipiente, pero con un crecimiento acelerado. Hay cuatro empresas grandes: SurBTC (con 12 mil clientes), ChileBit.net (6 mil), TradeBTC y Yaykuy, con unos mil cada una de estas dos últimas. Según SurBTC, en febrero transaba del orden de US$ 2 millones y hoy ronda los US$ 6 millones al mes. TradeBTC asegura que transa cerca de US$ 1 millón mensual y que el volumen de sus transacciones aumenta sostenidamente cada mes. ChileBit.NET transa cerca de US$ 50 mil, con crecimientos en los últimos meses, Yaykuy no da cifras, pero indica que tienen clientes que invierten desde $5 mil hasta varios millones de pesos al mes. Estos números locales -que hablan de montos mensuales por más de US$ 7 millones como industria, según las firmas- aún están muy lejos de países como Japón, que este año legalizó los bitcoins como métodos de pago, país donde se transan alrededor de US$ 100 millones diarios. En Chile tampoco hay aún grandes comercios que acepten este medio de pago, y Juan Saieh precisa que algo parecido pasa en el mundo, "debido a que este ha sido utilizado mayormente como un instrumento de resguardo de valor y no como un medio de pago", afirma. ¿Para qué se compran bitcoins? En el mundo, Microsoft acepta bitcoins en algunos países para la compra de softwares y de juegos . Dell, en cambio, aclara que ya no acepta bitcoins, pero acepta otros medios de pago, como tarjetas de crédito. "Suspendimos la disponibilidad con bitcoins a principios de este año en Dell.com, debido al bajo uso de parte de los clientes", indicaron. En Chile, en su mayoría se usa como inversión o especulación, según una encuesta realizada por SurBTC hace un mes, entre casi 1.000 clientes de todo el país. Este resultado coincide con el perfil del cliente de su competencia, TradeBTC. "Hasta ahora, el perfil de nuestros clientes son personas que buscan invertir en instrumentos no tradicionales y que ven en el bitcoin una alternativa distinta", precisa Juan Saieh. En el detalle, el 70% de los inversores las utiliza como inversión o especulación, el 10% para realizar transferencias internacionales de dinero, otro 7% para hacer compras por internet, 7% es una empresa o negocio que las acepta y un 6% tiene otros propósitos. Entre los inversionistas chilenos hay de todas las edades y de todos los perfiles, pero la mayoría son hombres, de entre 18 y 35 años, precisan en SurBTC. ¿Cuál es el futuro de las criptomonedas? "Estoy cierto que el uso del bitcoin y otras criptomonedas se generalizará o masificará en la economía mundial y reducirá drásticamente los costos y tiempo de transferencia en el comercio, y muy luego permitirá a personas no bancarizadas acceder al comercio electrónico", señala Fernando Barros.
