jueves, 22 de noviembre de 2007
María del Rosario Zanetta B.
Economía y Negocios, El Mercurio
El presidente de la Bolsa Electrónica y director de Quiñenco plantea que por remediar las filtraciones se puede provocar un daño al mercado de capitales, al desprestigiarlo.
Si bien había otras materias en tabla, la discusión respecto del uso de información privilegiada fue tema obligatorio en la reunión de ayer de los directores de la Bolsa Electrónica de Chile (BEC). Las variaciones en el precio de la acción de Madeco durante el día previo al acuerdo con los franceses de Nexans reavivó el debate. Juan Andrés Fontaine, presidente de la BEC, apoya la discusión y las eventuales medidas, pero llama a no crear un escándalo que termine por desprestigiar al mercado de capitales local.
-¿Hay inquietud en la BEC respecto del uso de la información privilegiada?
"Es una preocupación permanente, y habiendo episodios en los cuales hay sospechas, obviamente esa preocupación se aviva. Sospechas de filtraciones de información privilegiada hay en todas partes del mundo, hay declaraciones de las autoridades reguladoras en Estados Unidos, en Inglaterra, etc., que hacen referencia a lo frecuente que es que esto pase".
-Usted también es director de Quiñenco. ¿Hay preocupación en el directorio?
"No hemos tenido reunión de directorio desde antes de que se informara esta operación y se produjera la discusión. Ahora, los directores, individualmente, me imagino que tendrán una posición parecida a la mía. Es decir, este tema del manejo de información privilegiada es responsabilidad de las empresas que están involucradas en la operación, y en este tipo de operaciones hay más de una empresa. De manera que no se sabe nunca en realidad quién es responsable".
-Pero en este caso la contraparte es una empresa francesa...
"Claro, pero esa empresa francesa necesitó contratar abogados, auditores, mirar esta operación, y uno nunca sabe de dónde vienen las filtraciones. Hay una responsabilidad fuerte de todas las empresas involucradas, pero desgraciadamente se diluye un poco por ser colectiva. Inevitablemente, son muchas las personas que participan en una operación tan grande como ésta".
-Tanto Quiñenco como Madeco tienen códigos de ética que regulan esta materia. Sin embargo, las acciones siguen anticipándose a los anuncios...
"Los códigos y las normas existen en todas partes, y no siempre se cumplen. Ambas empresas son activas en autorregulación, y Quiñenco hasta hace poco tuvo ADR, así es que se sometía a la ley Sarbanes-Oxley y a toda la reglamentación que eso impone. En ese sentido, no hay una falta por parte de la empresa. Que haya faltas individuales es algo que uno no puede excluir como una posibilidad, y tienen que investigarse. Si hay responsables, deberán ser castigados".
-¿Y la SVS ha jugado bien su papel?
"Me parece que ha jugado bien su papel. Lo único es que hay que tener cuidado para no crear la sensación de que la filtración de información privilegiada es una práctica habitual en el mercado, y en consecuencia desprestigiar la operación de éste. Al final, el remedio es peor que la enfermedad".
"El riesgo es de desprestigio, de crear la sensación de que cada vez que uno compra una acción pueda estar siendo engañado, porque esa información se está vendiendo en base a información privilegiada. Ese tipo de sospechas es muy dañina para la operación del mercado. Por eso, este tipo de faltas de probidad tienen que ser investigadas y castigadas. Pero siempre entendiendo que son más bien excepcionales".
-El problema es que en las grandes operaciones de este año ha habido variaciones importantes en las acciones.
"Sí, pero la situación internacional es muy parecida. Es muy difícil que una operación de esta magnitud se mantenga 100% en reserva hasta el último día, dada la cantidad de personas que inevitablemente participan".
-¿Con Madeco el mercado tomó más conciencia de la gravedad del supuesto uso de información privilegiada?
"Este tipo de episodios van creando conciencia sobre la materia y van llevando a que las empresas sean más cuidadosas en la administración de la información reservada. Pero más allá de eso, siempre algo de filtración de información va a haber. Este es un problema de grados, y yo no tengo la sensación -pese a la publicidad que ha tenido este caso- de que esto sea la regla. No tengo la sensación en absoluto de que éste sea un mercado particularmente inseguro para el inversionista. Además, es bueno que se discutan estos temas, porque de alguna manera disciplina a los actores; en este caso, a las empresas, pero tampoco hay que darles el carácter de escándalo".
-Como director de Quiñenco, ¿la discusión empaña la operación?
"Prefiero hablar como presidente de la Bolsa Electrónica, y en mi opinión personal, no la empaña. La operación tiene mérito propio para sus accionistas, y una proyección muy interesante para el país, que es la posibilidad de que los grupos empresariales chilenos pasen a tener control en empresas multinacionales externas. Tampoco creo que esté demostrado que haya habido propiamente una filtración. Puede ser simplemente que se creó en el mercado la sospecha de esta operación. A mí, por lo menos, no me corresponde formular sospechas fundadas".
